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Valencia

Los bomberos refrescan la zona del incendio forestal de Morella, ya estabilizado

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Un avión realiza una descarga de agua sobre la zona incendiada. EFE/Manuel Bruque/Archivo

Castelló, 16 jul (OFFICIAL PRESS-EFE).-

Bomberos del consorcio provincial de Castellón y de la Generalitat Valenciana continúan refrescando la zona afectada por el incendio forestal declarado a primera hora de la tarde de ayer en la pedanía de Ortells, en Morella (Castellón), que está ya estabilizado.

Según informa el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat, en el lugar se encuentran dos autobombas y dos unidades del Servicio de Bomberos Forestales de la Generalitat.

Emergencias informa de que el incendio fue estabilizado a las 21:00 horas y se estableció la fase 2 del Plan Especial de Incendios Forestales (PEIF), al evolucionar dentro de las líneas de control según las previsiones y labores de extinción.

El fuego, según las mismas fuentes, ha afectado a unas 20 hectáreas.

Incendio Morella

Un avión realiza una descarga de agua sobre la zona incendiada. EFE/Manuel Bruque/Archivo

Refrescar la zona de un monte quemado en las primeras horas es crucial por varias razones:

  1. Prevención de Rebrotes: Después de un incendio, pueden quedar brasas o puntos calientes que pueden reavivar el fuego. Al refrescar la zona, se apagan completamente estas brasas, reduciendo el riesgo de que el incendio vuelva a iniciarse.
  2. Control de la Propagación: Las primeras horas son críticas para controlar cualquier posible propagación del fuego. Si el fuego no se apaga completamente, puede reactivarse y extenderse rápidamente, especialmente si las condiciones climáticas son favorables para la propagación del fuego, como el viento fuerte y la baja humedad.
  3. Seguridad del Personal: Refrescar la zona reduce el riesgo para los bomberos y el personal de emergencia que trabaja en la zona. Un incendio que se reaviva puede atrapar a las personas y poner sus vidas en peligro.
  4. Conservación del Medio Ambiente: Minimizar los daños ambientales es otra razón importante. Al asegurarse de que el fuego esté completamente apagado, se evitan daños adicionales a la flora y fauna de la zona afectada.
  5. Protección de Infraestructuras: Las áreas cercanas a zonas urbanas o infraestructuras críticas (como líneas eléctricas, carreteras, etc.) necesitan una atención especial para prevenir que el fuego pueda afectar estas estructuras.
  6. Impacto en la Salud Pública: El humo y las partículas en suspensión generadas por un incendio pueden afectar la calidad del aire y la salud de las personas. Al apagar completamente el fuego, se reduce la emisión de estos contaminantes.
  7. Recuperación del Ecosistema: El proceso de recuperación del ecosistema afectado por el fuego comienza inmediatamente después del incendio. Al controlar y apagar completamente el fuego, se facilita que las plantas y animales puedan comenzar el proceso de regeneración sin el estrés adicional de un fuego reavivado.

Refrescar la zona de un monte quemado de manera oportuna y eficaz es esencial para asegurar que el incendio no vuelva a iniciarse, protegiendo tanto a las personas como al medio ambiente.

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Valencia

Sanidad y las autonomías acuerdan que la mascarilla vuelva a ser obligatoria en centros sanitarios

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mascarilla obligatoria centros de salud

Sanidad y las autonomías acuerdan que la mascarilla vuelva a ser obligatoria en centros sanitarios para contener el avance de la gripe

El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas han alcanzado este viernes un acuerdo clave para frenar el repunte de virus respiratorios: la mascarilla volverá a ser obligatoria en hospitales y centros de salud cuando los indicadores alcancen niveles de riesgo moderado o alto. La decisión llega tras la alerta emitida por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades, que advierte de un adelantamiento inusual de la gripe y de la expansión del nuevo linaje A(H3N2) subclado K.

Este consenso, forjado en un pleno extraordinario del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), supone un giro respecto al año pasado, cuando Sanidad y las autonomías no lograron pactar un protocolo común. Esta vez, el documento —que se aprobará definitivamente el 3 de diciembre— introduce directrices homogéneas y escalables, orientadas a evitar un colapso asistencial durante la temporada 2025-2026.


Un plan común frente a los virus respiratorios: mascarillas por escenarios

El nuevo protocolo ordena la respuesta sanitaria en cuatro niveles de riesgo (0 a 3), determinados por la incidencia de virus respiratorios, la ocupación hospitalaria y otros indicadores epidemiológicos.

Escenario 0: vigilancia reforzada

En fase de baja circulación vírica, se mantiene la recomendación general:
– Utilizar mascarilla quirúrgica ante cualquier síntoma respiratorio.
– Reducir interacciones sociales, especialmente con colectivos vulnerables.
– Extremar la higiene de manos y la etiqueta respiratoria.

Escenario 1: incremento controlado de casos

Cuando la incidencia comienza a aumentar:
– Se recomienda llevar mascarilla durante los cinco días posteriores al inicio de síntomas.
– Fomentar el teletrabajo cuando sea posible.

Escenario 2: riesgo moderado

Aquí llegan las primeras obligaciones:
Uso obligatorio de mascarilla en hospitales, centros de salud y salas de espera.
– Los centros sociosanitarios deberán «valorar» imponerla de forma permanente en función de la vulnerabilidad de sus residentes.
– El personal de residencias con síntomas deberá permanecer cinco días de baja.

Escenario 3: riesgo muy alto o situación pandémica

Aunque el documento no impone nuevas reglas específicas, deja vía libre para introducir medidas excepcionales, incluidas restricciones más severas si la situación lo requiere.


Sanidad pone el foco en tres ámbitos clave

El plan concentra esfuerzos en espacios especialmente sensibles:

1. Residencias y centros sociosanitarios

– Bajas obligatorias para trabajadores con síntomas.
– Uso de mascarilla durante toda la jornada tras la reincorporación hasta remitir los síntomas.
– Posibilidad de imponer restricciones adicionales según vulnerabilidad del centro.

2. Hospitales y centros de salud

– En niveles bajos y moderados, mascarilla obligatoria en unidades de especial riesgo (oncología, trasplantes…).
– En nivel medio, uso extensivo en urgencias, salas de espera y zonas comunes.

3. Profesionales con trato directo al público

– Recomendación de usar mascarilla en escenarios de alta circulación vírica, especialmente si interactúan con personas sintomáticas.


Un acuerdo que llega tras un año de desencuentros

El protocolo del año pasado naufragó por falta de consenso entre las autonomías. El resultado fue un documento sin carácter vinculante que dejó a cada región la capacidad de fijar sus propios criterios sobre mascarilla, aforos o restricciones. Este invierno, con un repunte gripal más temprano y agresivo, la presión asistencial ha obligado a cerrar filas.


23,7 millones de euros para reforzar el sistema sanitario

Además de las medidas frente a los virus respiratorios, Sanidad y las comunidades han aprobado la distribución de 23,7 millones de euros destinados a reforzar diversas áreas del Sistema Nacional de Salud.

Entre las partidas destacan:
2 millones para mejorar la autosuficiencia en plasma humano.
2,5 millones para equipamiento de unidades de donación de plasma.
1,5 millones para planes frente al tabaquismo.
7 millones para vigilancia en cáncer, salud mental, resistencias antimicrobianas y enfermedades raras.
1 millón para el Sistema de Información de Vacunaciones e Inmunizaciones.
4 millones adicionales para sistemas de vigilancia epidemiológica.


Un invierno marcado por la prevención y la coordinación

Con este acuerdo, Sanidad pretende adelantarse a la presión asistencial que podría generar la combinación de gripe, covid y otros virus respiratorios en las próximas semanas. La vuelta de la mascarilla obligatoria en centros sanitarios se perfila como una herramienta clave para reducir contagios y proteger a los más vulnerables en un invierno que se prevé especialmente activo en términos epidemiológicos.

¿Cuándo volverán a ser obligatorias?

La mascarilla volverá a ser obligatoria en centros sanitarios tras la aprobación del protocolo el 3 de diciembre de 2025, siempre que se cumplan los umbrales epidemiológicos establecidos (aumento de gripe/virus respiratorios, alta presión hospitalaria, etc.). En ese momento, todos los centros deberán ajustarse a la obligación.

 

 

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