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Salud y Bienestar

La Fe estrena laboratorio de impresión en 3D y planificación quirúrgica virtual

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La unidad de impresión 3D y planificación avanzada con realidad mixta del Hospital Universitari i Politècnic La Fe de Valencia estrena laboratorio. Este recurso, según ha constatado el jefe del servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología, Francisco Baixauli, permite acortar plazos, mejorar el pronóstico del paciente y recortar gastos.

Los profesionales especializados en planificación e impresión 3D de La Fe funcionan bajo un modelo de trabajo íntegramente intrahospitalario, como ha explicado el cirujano ortopédico y traumatológico Joan Ferràs: “asumimos desde la programación de aplicaciones informáticas ‘ad hoc’ hasta la fabricación de los prototipos anatómicos y guías que permiten planificar las intervenciones”.

El laboratorio permite la creación de modelos 3D de deformidades, tumoraciones o defectos complejos que posibilitan la simulación de la cirugía antes de desarrollarla, de modo que se puede evaluar la opción quirúrgica más adecuada antes de realizarla en el paciente y conseguir resultados óptimos.

Además de los biomodelos, en el laboratorio se diseñan y programan soluciones informáticas de planificación quirúrgica mediante realidad mixta, es decir, combinando el mundo físico con imágenes holográficas.

El laboratorio también cuenta con los medios necesarios para la replicación intraoperatoria sobre el paciente definitivo, es decir, para conectar dentro del quirófano los mundos virtual y físico. Los anclajes que conectan las dos realidades son códigos de imagen de alto contraste que también se fabrican dentro del laboratorio.

Esta metodología de navegación quirúrgica es pionera en el mundo por su aplicabilidad diaria, puesto que se trata de procesos desarrollados de forma intrahospitalaria por los propios facultativos del servicio.

Todos estos avances, según ha destacado el doctor Baixauli, permiten realizar “ensayos personalizados antes de las intervenciones que redundan en una mayor precisión y anticipación de posibles dificultades y, por ende, acortan la estancia en el quirófano y la hospitalización postoperatoria. Realizar todo el proceso dentro del hospital, sin tener que externalizar y con recursos propios, también es costo-eficiente”.

Subsidiariamente, como ha señalado el gerente de La Fe, José Luis Poveda, esta tecnología de vanguardia permite “explicar con anticipación el procedimiento quirúrgico tanto a los pacientes como a sus familias, lo que les aporta seguridad. El laboratorio es un claro ejemplo de inversión tecnológica centrada en la atención al paciente”.

El laboratorio presta apoyo asistencial, investigador y docente a especialidades médicas como la Cirugía Ortopédica y Traumatología, pero también a Cirugía Maxilofacial, Cirugía Plástica general y oncológica u Oncología, entre otras.

Más de 300 biomodelos clínicos

Los orígenes del servicio se remontan a 2014 y, desde entonces, ha estudiado centenares de casos clínicos gracias a la realidad mixta o a los más de 300 biomodelos tridimensionales fabricados en ella.

Hasta ahora, el equipamiento de la unidad estaba disperso en diferentes localizaciones del hospital. Ahora, se ha concentrado en un mismo espacio en el Instituto de Investigación Sanitaria La Fe.

 

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¿Por qué nos ponemos malos en vacaciones?

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¿Por qué nos ponemos malos en vacaciones?
¿Por qué nos ponemos malos en vacaciones?

Cuando llegan las vacaciones todos soñamos con descansar, desconectar del trabajo y disfrutar del tiempo libre. Sin embargo, muchas personas experimentan justo lo contrario: resfriados, problemas digestivos, dolores de cabeza, alergias o incluso bajones anímicos. Este fenómeno, tan habitual como molesto, tiene una explicación médica y psicológica. Te contamos por qué nos ponemos malos en vacaciones y qué hacer para evitarlo.


El síndrome del ocio o del descanso: la base del problema

Los especialistas lo llaman “síndrome del ocio” o “síndrome del descanso”, un fenómeno que aparece cuando, tras un periodo de alta exigencia física o mental, el cuerpo se relaja bruscamente y aparecen síntomas de enfermedad.

Durante los meses de trabajo o estudio, el organismo mantiene un nivel elevado de cortisol y adrenalina, hormonas relacionadas con el estrés. Estas sustancias ayudan a mantenernos activos, aunque también reducen la eficacia del sistema inmunológico. Cuando llega el descanso, los niveles de estrés caen en picado y el cuerpo aprovecha para mostrar todo aquello que llevaba tiempo acumulando.


Factores que explican por qué enfermamos en vacaciones

1. Bajada de defensas tras el estrés

El estrés crónico provoca que las defensas trabajen a menor rendimiento. Durante semanas o meses aguantamos gracias a la tensión diaria, pero cuando el cuerpo se relaja es más vulnerable a virus y bacterias. De ahí que sea común pillar un resfriado o una infección leve justo al inicio de las vacaciones.

2. Cambios bruscos de rutina

En vacaciones solemos alterar horarios de sueño, alimentación y ejercicio. Dormir menos o demasiado, saltarse comidas, consumir más alcohol o comidas copiosas, y la falta de actividad física repercuten directamente en el bienestar. El cuerpo, acostumbrado a un ritmo regular, reacciona con malestares digestivos, cansancio o dolor de cabeza.

3. Viajes y exposición a nuevos entornos

El hecho de viajar implica cambios de clima, altitud, huso horario y contacto con bacterias y virus diferentes. Todo ello supone un desafío para el organismo, que debe adaptarse rápidamente. Por eso, diarreas, alergias y problemas respiratorios son más frecuentes en vacaciones.

4. El “efecto rebote” del estrés acumulado

Muchos trabajadores llegan al periodo vacacional en estado de agotamiento físico y mental. Al desconectar, el cuerpo interpreta que ya puede bajar la guardia, lo que se traduce en un “reajuste” que en algunos casos se manifiesta como malestar general, dolores musculares o incluso ansiedad.

5. Problemas psicosomáticos

La salud mental también influye. La llegada de las vacaciones, con más tiempo libre y menos obligaciones, puede hacer que afloren preocupaciones que antes se mantenían en segundo plano. Esto se traduce en síntomas físicos como insomnio, dolores de estómago, migrañas o tensión muscular.


Enfermedades más frecuentes en vacaciones

  • Resfriados y gripes leves: fruto de la bajada de defensas.

  • Problemas digestivos: gastroenteritis, diarrea del viajero, indigestiones o acidez.

  • Dolores musculares y de espalda: consecuencia del estrés acumulado y cambios en la rutina de ejercicio.

  • Alergias: al polvo de hoteles, al polen en nuevas zonas geográficas o a ciertos alimentos.

  • Problemas dermatológicos: como quemaduras solares, reacciones alérgicas o eccemas.

  • Trastornos del sueño: derivados de los cambios de horario, viajes largos o exceso de actividad nocturna.


Cómo prevenir ponernos malos en vacaciones

Mantener hábitos saludables antes y durante el descanso

Lo ideal es no esperar a las vacaciones para cuidar el cuerpo. Mantener una alimentación equilibrada, dormir lo suficiente y practicar ejercicio con regularidad ayuda a que el sistema inmunológico no sufra tanto el cambio de ritmo.

Evitar los excesos

Aunque es normal disfrutar de comidas especiales, alcohol o trasnochar, conviene hacerlo con moderación. Los excesos son una de las principales causas de problemas digestivos y fatiga durante el verano.

Preparar los viajes con antelación

Si el destino implica cambios de clima, altitud o alimentación, es recomendable llevar un botiquín básico, hidratarse con frecuencia y dar tiempo al cuerpo para adaptarse. En destinos internacionales, conviene revisar las vacunas necesarias.

Escuchar al cuerpo

Muchas veces el organismo avisa antes de caer enfermo. Síntomas como cansancio extremo, insomnio, irritabilidad o dolores de cabeza recurrentes son señales de que necesitamos parar antes de que aparezca una enfermedad.

Proteger la piel y el sistema respiratorio

El uso de crema solar, ropa adecuada y medidas de higiene básicas (lavado de manos, evitar agua contaminada) reducen el riesgo de problemas en vacaciones.


Vacaciones como oportunidad de resetear el cuerpo

Aunque resulte paradójico, ponerse malo en vacaciones puede ser la forma que tiene el cuerpo de “resetearse”. El descanso permite que afloren desequilibrios que estaban escondidos bajo la rutina del estrés. Lo importante es entender este fenómeno, cuidarse y no verlo como una mala suerte, sino como una llamada de atención a la necesidad de equilibrar trabajo y salud durante todo el año.


Conclusión: disfrutar de las vacaciones sin enfermar es posible

Ponerse enfermo en vacaciones es más habitual de lo que pensamos, y no se debe únicamente a la casualidad. El estrés acumulado, los cambios de rutina y la bajada de defensas son factores clave que explican este fenómeno. La buena noticia es que, con una preparación adecuada y hábitos saludables, se puede reducir considerablemente el riesgo y disfrutar de un descanso reparador.

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