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La gran tristeza de Irene Rosales antes de entrar en ‘GH Dúo’

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MADRID, 8 Ene. (CHANCE) – Irene Rosales ya cuenta las horas para su entrada en Gran Hermano Dúo. La sevillana se enfrenta a uno de los mayores retos de su vida: encerrarse en la casa de Guadalix de la Sierra ante un número indeterminado de concursantes y rodeada de cámaras.

Emocionada y agobiada a partes iguales, la esposa de Kiko Rivera llegaba a Madrid junto a su pareja para preparar las horas previas a su entrada en GH Dúo. Arropada por un gran número de fans y periodistas, Irene salía de la estación de Atocha explicando que no sabe muy bien lo que la gente va a ver de ella en este reality: «No te puedo decir porque nunca he estado en esa situación, no te pudo decir ahora mismo pero voy a darlo todo y a disfrutar mucho».

Y es que una de las cosas más difíciles para Irene y Kiko ha sido separarse de sus hijas. Mientras la familia de Rosales se ocupa de la pequeña Ana y de Carlota, sus padres tratarán de llegar lo más lejos posible en este concurso, algo con lo que cuenta Irene: «Vamos a intentar hacerlo lo mejor posible».

Un adiós que ha sido muy triste para Irene: «Yo estoy muy nerviosa, ya me he pegado si primer llanto al separarme de mis niñas, lo he pasado muy mal pero bueno, ya hemos dado el paso, venimos a disfrutar, a olvidarnos de lo que se queda fuera, en el buen sentido y a darlo todo».

Un deseo de disfrutar que también llega por parte de Isabel Pantoja: «Nos ha dicho que seamos nosotros mismos y que duremos, que estemos unidos y nada, que disfrutemos mucho».

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El esfuerzo de Kate Middleton en su primera aparición pública

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Kate Middleton aparición pública

Tras meses de rumores y alarma sobre su estado, la princesa de Gales, Catalina, realizó este sábado su primera aparición pública desde que anunció que padece cáncer. Mostrándose sonriente y relajada, continúa luchando contra la enfermedad que mantiene en vilo a la nación.

Catalina acaparó todos los focos en la celebración de la ceremonia Trooping the Colour (‘Desfilando el Estandarte’), que conmemora el cumpleaños oficial de los monarcas británicos desde hace más de 260 años.

Su imagen saludando desde el balcón del Palacio de Buckingham, acompañada por su marido Guillermo, sus tres hijos y el rey Carlos y la reina Camila, era la más esperada después de que diese a conocer el 22 de marzo la noticia de su enfermedad, que impactó al Reino Unido.

Carlos III también fue diagnosticado con cáncer

Junto a ella, Carlos III, diagnosticado de cáncer a comienzos de este año, evidenció que la enfermedad no le ha impedido retomar sus actividades. A diferencia de lo habitual, en esta ocasión optó por desplazarse en carruaje y no a lomos de un caballo.

Su presencia no significa la vuelta a su actividad normal

El Palacio de Kensington, residencia oficial de los príncipes de Gales, ha dejado claro que la presencia de Catalina en el evento no implica de ningún modo que vaya a retomar su actividad habitual. Sin embargo, la princesa adelantó su intención de participar en “algunos actos durante el verano” si su salud se lo permite, según el mensaje en el que ayer anunció su participación en el Trooping the Colour.

En carroza con sus hijos

Catalina llegó sobre las 10:00 hora local (09:00 GMT) al Palacio de Buckingham desde su residencia en la finca de Windsor. Media hora después, apareció a bordo de la Carroza de Cristal junto a sus hijos, Jorge, Carlota y Luis, saludando a los devotos que desafiaron la incesante lluvia londinense.

Se la vio sonriente y compartiendo complicidades con Carlota, que no dejó de jugar y reír a lo largo del trayecto por la majestuosa avenida de The Mall, que les llevó hasta el espacio ceremonial Horse Guards Parade, donde tuvo lugar la parada militar.

Allí, desde un balcón de la Oficina del Mayor General, siguieron una ceremonia coreografiada durante meses en la que participaron más de 1.250 militares. Catalina atendía divertida a las travesuras del pequeño Luis, de 6 años.

La princesa llevaba un elegante vestido blanco de la diseñadora Jenny Packham, complementado con un sombrero blanco y negro de Philip Treacy y el broche del regimiento de la Guardia Irlandesa, del cual es coronel.

Entre el público, el primer ministro británico, Rishi Sunak, inmortalizaba el momento con fotos hechas con su móvil junto a su esposa.

Desde el balcón de Buckingham

Una salva de 41 cañonazos en el colindante Green Park sirvió de preludio al plato fuerte de la jornada: el saludo de la familia real desde el balcón de Buckingham, mientras una patrulla de cazabombarderos Red Arrows desplegaba los colores de la bandera británica.

En el lugar desde el que los monarcas británicos han saludado tradicionalmente a los ciudadanos, Catalina no paró de compartir sus impresiones con su suegro, Carlos III, con quien ha desarrollado un vínculo especial tras haber estado ingresados en el mismo hospital a principios de año.

Miles de personas siguieron desde la plaza el acto ceremonioso, en el que alrededor de una treintena de personas pertenecientes al grupo Republic protestaron enarbolando pancartas en las que pedían la abolición de la monarquía.

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