El Levante UD no sólo anda rutilante en su año en el infierno de Segunda, sino que allá donde hay algo que suena bien, hay representación granota, prueba de que la temporada pasada la plantilla no era mala, sino que la dirección (club, cuerpo técnico y plantilla) fue horrorosa. A los que se quedaron aquí (Morales, Rubén, Pedro López, etc…), y a los que se fueron, como el caso del futbolista que hoy llevo a esta ‘Granotera’, que no es otro que Víctor Camarasa, el futbolista de Meliana. Junto a Deyverson, los dos levantinistas cedidos al Alavés, flamante finalista de Copa del Rey y actor notable en la liga. Feddal es el otro ex (este sin cesión) que anda por esas tierras a las órdenes de Mauricio Pellegrino.
Pero os quiero hablar de Camarasa, un futbolista que no pasa desapercibido en Orriols, para lo bueno y para lo malo (sé que más bien esto segundo) Es jugador del Levante y volverá a la disciplina del club el próximo verano. ¿Debe contar para el próximo proyecto?¿Hay que venderlo y extraer un provecho económico? ¿Se ha marcado demasiado y la afición no le va a perdonar? ¿Qué hacemos con Camarasa, ahora que la mitad del club ya piensa que el equipo jugará la próxima temporada en la máxima categoría? No le voy a dedicar mucho tiempo. Hay que hablar del partido, por supuesto. La Granotera es la sección que, a modo de previa, inauguramos la semana pasada en Official Press. (Y no va a ser la única) Pero sí una reflexión. En valencià diríem: ¿Què fem amb Camarasa, xe?
Lo primero que os digo es que, así, de primeras… me quedaría con él, sin dudar.
Yo siempre defendí al Camarasa futbolista, y el tiempo me da la razón. A mi y a todos los que vemos en él un futbolista diferente. Hace meses escribí Camarasa, mejor lo de casa en esta misma tribuna de OP. Justo en el momento en que, bajo la batuta de Lucas Alcaraz, estaba proscrito y casi apartado. Defendí que se trata de «uno de los activos más importantes del club», y tampoco en este apartado he estado equivocado. Lo sigue siendo y, además, aumenta su cotización. Internacional sub’21, con un fútbol fácil y ágil, ojito de todo club que se precie de servirse de un buen pelotero. Su descubridor (para el primer equipo), otro de esos llamados incomprendidos del fútbol, el vasco José Luis Mendilíbar, ahora también rutilante en primera con el Eibar. Seguramente, el vasco llegó en mal momento al Levante. Su valía, incuestionable. Y su apuesta por Víctor, un acierto y en aquel momento, frescura.
Interés del Valencia y… Ahora que se habla de que el Valencia se ha podido fijar en él para reforzar al conjunto de Mestalla (previo paso por taquilla, por supuesto porque tiene contrato), me he preguntado qué debe hacer el Levante UD. Y en esas estoy. Me explico. Mirad, el que dicen se ha fijado en Camarasa es Vicente Rodríguez. ¿Os acordáis? Para nosotros, siempre Vicentín, con el que he de decir tengo una relación cordial (no cotidiana; saludo respetuoso si coincidimos) de los tiempos en los que hacía a diario información del Levante. Sé que del Vicente granota no queda ni los recuerdos, entre otras cosas porque lo ha querido así. Y con Camarasa, de dar el salto y salir este verano, sería muy similar. Lo traigo a colación, porque me parece que el destino ha unido a ambos en sendas actitudes erróneas y, sobre todo, poco elegantes. Ni se puede ni se debe renunciar a tu pasado, por mucho que tus colores vayan por otra parte. Orriols siempre es cariñoso con quien le muestra cariño —que se lo pregunten a Héctor Rodas, aplaudido cuando marcó con el Córdoba— Y Víctor Camarasa no ha sabido conquistar Orriols.
Futbolísticamente, me lo quedaría sin dudar. Para qué buscar fuera lo que tienes, mejor en casa. Y es muy bueno. Pero sé que buena parte de vosotros está en contra, que no le perdonáis que se bajara del carro con el descenso, que no hiciera un Morales, la otra cara de la moneda. Un reverso a una decisión que yo entiendo en la corta vida de un futbolista, pero que hay que saber tomarla y ejecutarla. Camarasa ha andado con torpezas desde que es futbolista (al menos, la parte que yo sé). He conocido de forma circunstancial a alguien de su entorno, y me confirman que su modus operandi es, cuanto menos, ‘torpe’. El ruido de la popularidad, el entorno que dirige su carrera profesional, ahí no entro. Sí en el resultado. Por ejemplo, su presencia en redes socialeses notable, y ahí no hay peros porque se muestra cercano. Pero la toma de decisiones, sí. Saber vivir en un vestuario y en un entorno profesional, también es labor de un futbolista.
El de Meliana debió sentarse cara a cara con el club en verano, mostrar su disposición a seguir pero también dejando claro que si llegaba una opción era bueno para él, su carrera y el club, una buena salida, como así ha sido. Pero lo hizo mal, se negó a entrenar, no quiso para nada entrar en la dinámica del equipo de Muñiz, perdió posiciones en el corazón de una afición que siempre lo quiso, y perdió la oportunidad de no cerrarse la puerta. Ahora, torpemente, no. La puerta está cerrada, desde el punto de vista anímico. Al menos, no si no hay un cambio diametral de él y de su actitud para con el club. Se quiso ir ‘sí o sí’. Primero Espanyol y, finalmente, Alavés. No dio opción.
Vicente Iborra se fue antes del inicio de la temporada de Caparrós en el banquillo, a la vuelta de la esquina del debut en el Camp Nou, goleada incluida. Ya no jugó en Barcelona. Y nadie se quejó. Iborra siempre tendrá a Orriols a sus pies —aunque en su época de jugador granota también fuera silbado desde la grada— Ha sido, es y será ‘embajador’ granota allá donde vaya. Camarasa, si no cambia de actitud, lo dudo. Y espero equivocarme, que conste. Eso es lo que debe procurar el bueno de Víctor de una vez por todas. No es un ‘problema de Orriols’ la vuelta del hijo pródigo. Es un ‘problema de Camarasa’ su vuelta. Y de él dependerá que pueda ser o que simplemente sea escala para poner el final a su estancia en la nave que preside Quico Catalán. @Vicama8 es un diez, como personaje público y como futbolista. Calidad, visión, ganas, llegada, gol, y también esfuerzo y … Lo tiene todo y llegará lejos. A @Vicama8 le digo que le diga a Víctor Camarasa que el Levante UD puede seguir siendo su casa. Todo es una cuestión de detalles.
El primero sin Roger…Hablemos de fútbol, del partido. Siempre tengo en la retina partidos Levante-Elche muy tensos (de fútbol), buen juego, buenos jugadores. Si no me equivoco, será el primer partido del Levante sin Roger, su goleador, el killer granota. Hoy nos daremos cuenta de la importancia de su presencia en el campo, del carácter ganador del de Torrent. Confío en que Juan Muñoz recogerá el testigo y querrá aprovechar su oportunidad. Si sale bien, veremos que el fichaje suma. Si sale mal, siempre tendremos el consuelo de que ‘tenemos a Roger’. Porque en el fútbol, el éxito es la oportunidad. Carrera corta y mucha presión. La frontera entre el fracaso y el éxito es fina, casi invisible, y para el delantero andaluz ha llegado el ‘día D’ en la ‘hora H’. Así de duro, pero así de cierto. Porque Roger ha marcado goles importantes, que dan puntos, que consiguen empates o te llevan a la victoria. El Levante se ha movido en registros bajos, no ha apabullado, no ha goleado —excepto al Zaragoza—, ha sido diesel, poco a poco, sin estridencias. Hoy tenemos equipo nuevo en el césped. Tampoco estará Pedrolo, que cumple sanción. Tiempo para la segunda linea. Esperemos que se cumpla uno de los titulares más habituales esta temporada en todos los medios: «La vida continúa igual por Orriols»… La vida granota se cuenta por victorias. Y recordemos, vuelve Nino.
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