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Los penaltis mandan a España para casa en octavos

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España Rusia penaltis

La selección rusa se clasifica para los cuartos de final de ‘su’ Mundial tras ganar a España por la única vía que podía hacerlo, llegando a los penaltis. En la decisiva tanda, De Gea no paró ni uno y el portero ruso Akinfeev, dos.  La selección española se va para casa sin haber convencido con su juego y con el amargo sabor de la destitución de Lopetegui dos días antes del debut.

Fernando Hierro solo le concedió 17 minutos de la prórroga al valencianista Rodrigo Moreno, que destacó por encima de sus compañeros con su fútbol vertical y combinativo. La gestión del grupo que ha hecho el seleccionador interino ha sido desastrosa.

Con las novedades de Nacho, Koke y Asensio en el once inicial, el juego de España ganó en equilibrio. La posesión en la primera parte fue para los nuestros de manera abrumadora, aunque sin traducirse en peligro ni ocasiones para marcar.

Con todo y con eso, los españoles fueron los primeros en golpear. Falta lateral que saca Asensio e Ignashevich, que se preocupaba más en agarrar a Ramos que en mirar el balón, acabó introduciendo el esférico en su portería. 1-0 en el minuto 12. El defensa madridista celebró como suyo un gol que no marcó.

Todo de cara para la selección española, que dominaba absolutamente el juego, con posesiones tan largas como lentas y estériles. Los jugadores de Hierro, con Isco liderando, tocaban y tocaban, pero siempre en horizontal y sin acercarse a las inmediaciones de Akinfeev. Al menos, la sangría de los contragolpes sufridos durante la fase de grupos se había cortado.

Ante tanta parsimonia, los rusos, acomplejados hasta el momento, despertaron, y sobre el minuto 35 Golovin puso el ‘Uy’ en la grada con un chut que se marchó fuera.

Tras ese primer aviso llegó el empate. Pique cometió un penalti tan absurdo como claro al interceptar con su brazo un cabezazo de Dzyuba. Aunque el central del Barça estaba de espaldas a la jugada, levantó el brazo para tapar el remate. El propio Dzyuba lanzó desde los once metros para batir a De Gea, que se tiró hacia el otro lado. 1-1, partido nuevo.

Al filo del descanso, Diego Costa, en su primera aparición, remató sin ángulo y a punto estuvo de adelantar nuevamente a los suyos. Pero ya para entonces, la selección rusa y sus aficionados, que abarrotaban el Estadio Olímpico Luzhnikí de Moscú (78.000 espectadores), ya se habían metido de lleno en el encuentro.

La segunda parte arrancó con la misma dinámica anterior. Control español y los rusos, que se sabían inferiores, dejándose dominar para tratar de sorprender en alguna contra o a balón parado. En el tramo inicial, ninguna ocasión que anotar.

Sobre el minuto 65 Cherchésov ya había realizado los tres cambios, con la inclusión, paulatinamente de Granat, Cheryshev y Smolov. Hierro también se hizo el ánimo poco después y sacó al campo a Iniesta y Carvajal por Silva y Carvajal.

Se intensificó el dominio de España, pero con un juego anodino y carente de profundidad, ante una Rusia que cada vez tenía más miedo pero también más fe en sus posibilidades ante la falta de mordiente rival. Los locales montaron dos líneas frente a su área desde el minuto 1  con la única intención de defenderse y mandar pelotazos hacia arriba sin cortarse ni un pelo.

La verdad es que el partido era un tostón, nada que ver con los dos que ya se habían disputado de octavos de final. En el 78 entró Aspas por un Costa al que casi ni se le vio. Todas las sustituciones de Fernando Hierro, jugador por jugador, sin arriesgar ni variar nada.

La Roja dio varios pasos hacia adelante, los mismos que Rusia daba hacia atrás. Pero de las oportunidades de gol, sin noticias, hasta que Iniesta se sacó de la chistera un derechazo desde la frontal que Akinfeev rechazó como pudo. Los minutos finales fueron de agobio total. España sacaba un córner tras otro sin obtener premio a su insistencia.

Tras un despiste español, Smolov remató con efecto pero desviado ya en tiempo añadido. Era el preludio a la primera prórroga del Mundial 2018 a la que los rusos llegaban más cansados y los españoles más frescos pero con muchas dudas por el pobre fútbol desarrollado.

Lo más interesante del tramo inicial del tiempo extra fue la de comprobar como Cherchésov hizo uso de la gran novedad del Campeonato, el 4º cambio. También lo aprovechó España, con la entrada, por fin, de Rodrigo. Precisamente una jugada eléctrica del delantero del Valencia, con autopase incluido, la finalizó él mismo con un remate con la derecha que sacó como pudo Akinfeev.

Esta acción activó a la selección, que conducida por Rodrigo, Aspas e Iniesta se lanzó descaradamente a por la victoria. Piqué y Ramos reclamaron penalti en una jugada en la que recibieron sendos agarrones, pero no se indicó nada. La última la tuvo Rodrigo con un chut desde fuera del área que atrapó el guardameta. No se movió el marcador. A los penaltis.

En la tanda, De Gea no paró ni uno, y Koke y Aspas fallaron sus lanzamientos. España queda eliminada del Mundial tras realizar un fútbol decepcionante y sin suerte en los octavos de final. La etapa efímera de Hierro como seleccionador llega a su fin con un fracaso rotundo.

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(1)[3] ESPAÑA:  De Gea; Nacho, Piqué, Ramos, Jordi Alba; Koke, Busquets; Silva, Isco, Marco Asensio (Rodrigo) y Diego Costa (Aspas).

(1)[4] RUSIA:  Akinfeev; Mario Fernandes, Kutepov, Ignashevich, Kudriashov, Zhirkov (Granat); Samedov (Cheryshev), Zobnin, Kuziaev (Erokhin); Dzyuba (Smolov) y Golovin.

GOLES: 1-0, Ignashevich, pp (12′); 1-1 Dzyuba, p (41′)

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Búscate en la San Silvestre de València 2025

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San Silvestre València 2025
San Silvestre València 2025-TONI CORTÉS

València volvió a demostrar este martes por qué es considerada la ciudad del running. Miles de corredores tomaron el centro urbano para participar en la 40ª edición de la San Silvestre, una prueba ya imprescindible del calendario deportivo y festivo con la que la capital del Turia despide cada año diciembre a golpe de zapatilla, música y disfraces. En esta edición, que cierra 2025, cerca de 20.000 personas disfrutaron de una auténtica fiesta popular.

Disfraces, ambiente festivo y cinco kilómetros por el corazón de la ciudad

Horas antes del inicio, el centro de València ya registraba un ambiente extraordinario. Calles abarrotadas, grupos de amigos buscando su punto de salida y familias enteras caracterizadas con disfraces de todo tipo convirtieron la previa en un espectáculo en sí mismo. Superhéroes, personajes de animación y atuendos improvisados volvieron a ser protagonistas en una carrera donde la diversión prima sobre la competición.

La salida se dio a las 20.00 horas desde la calle Xàtiva, con un recorrido de cinco kilómetros que atraviesa algunos de los enclaves más emblemáticos de la ciudad. Aunque muchos participantes acudieron con el único objetivo de disfrutar y “quemar los excesos navideños”, otros afrontaron la prueba con un enfoque más deportivo, utilizándola como entrenamiento o como oportunidad para cerrar el año mejorando marca.

Una carrera para todos: élite y populares

La San Silvestre de València mantiene ese equilibrio tan característico entre atletismo popular y rendimiento deportivo. Mientras los corredores más rápidos buscaban un buen crono desde el primer cajón de salida, el resto aguardaba con impaciencia su turno, preparados para vivir la experiencia con amigos o familiares.

En categoría masculina, el vencedor fue Pablo Alba, que cruzó la meta situada en la Plaza del Ayuntamiento de València con un tiempo de 14:29. Completaron el podio Enrique Herreros (14:32) y Abdelmonaim El Khayami (14:50).

En la prueba femenina, la victoria fue para Sukaina El Khayami, que firmó un registro de 16:51. Tras ella llegaron María Valero (17:11) y Lucía Valero (17:14), que cruzaron la línea de meta prácticamente juntas.

Una cita solidaria para cerrar el año

Más allá del deporte y del ambiente festivo, la San Silvestre de València volvió a mostrar su vertiente solidaria. La inscripción, con un coste simbólico de dos euros, destinará la recaudación íntegra a Asleuval, asociación valenciana dedicada a la lucha contra la leucemia y al apoyo a pacientes y familiares.

Este componente solidario refuerza el carácter especial de una carrera que se ha consolidado como mucho más que una prueba deportiva: es un evento social, familiar y comprometido, que cada año reúne a miles de personas con un mismo objetivo, despedir el año corriendo y celebrando juntos.

València despide 2025 corriendo

Con esta multitudinaria edición, la San Silvestre vuelve a confirmar su papel como una de las carreras populares más importantes de España. València cierra así 2025 con deporte, solidaridad y una imagen inmejorable de sus calles llenas de vida, demostrando que el running forma parte inseparable de la identidad de la ciudad.

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