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La Inspección de Trabajo multa con 79 millones de euros a Glovo por falsos autónomos

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La Inspección de Trabajo multa con 79 millones de euros a Glovo por falsos autónomos
Archivo/EFE/ Juan Carlos Cárdenas
Imagen de archivo de una repartidora de la empresa Glovo. EFE/Ana Escobar

Madrid, 21 sep (EFE).- La Inspección de Trabajo comenzó el pasado lunes a notificar actas de infracción y liquidación a la empresa Glovo en Barcelona y Valencia, que suponen la imposición de casi 79 millones de euros en multas por tener a 10.614 trabajadores como falsos autónomos.

Tal y como adelantaba este miércoles la Ser y ha podido confirmar Efe, con dichas actuaciones la Inspección de Trabajo habría sancionado a Glovo con 63,2 millones de euros en Barcelona y con 15,7 millones en Valencia.

En las actuaciones inspectoras llevadas a cabo sobre Glovo en Barcelona se ha constado la relación que une a la empresa con, al menos, 8.331 empleados, hasta ahora trabajando como autónomos.

En concreto, se ha levantando un acta de infracción por ocultar la relación laboral de estos trabajadores y, por consiguiente, por no haberlos dado de alta en el régimen general de la Seguridad Social, lo que ha conllevado una multa por importe de 39,06 millones de euros.

Asimismo, la Inspección ha levantado un acta de liquidación por la falta de cotización a la Seguridad Social de la empresa por estos trabajadores, con una sanción por importe 24,16 millones.

En Valencia, la Inspección ha confirmado la relación laboral con 2.283 trabajadores y ha procedido a levantar un acta de infracción por 10,7 millones de euros y una de liquidación por 5,05 millones de euros, al tiempo que ha impuesto una sanción por obstrucción a la labor inspectora que asciende a 2.500 euros.

En las actuaciones realizadas en esta ocasión la Inspección ha llevado a cabo entrevistas con la empresa y con los trabajadores, y ha examinado todo tipo de documentación con trascendencia para la verificación del cumplimiento de la normativa laboral y de seguridad social.

Asimismo, ha acreditado que la empresa no es una mera intermediaria en la contratación de servicios entre comercios y repartidores sino una empresa que presta servicios de reparto y mensajería fijando las condiciones esenciales de prestación de dicho servicio.

La Inspección ha constatado que en la relación entre la empresa y los repartidores concurren las notas de dependencia y ajenidad propias de la relación laboral.

En lo que va de año Glovo suma ya 42,2 millones de euros en liquidación de cuotas a la Seguridad Social y otros 84,4 millones por infracciones, a lo que se suman sanciones por 14.000 euros en dos actas de obstrucción a la labor inspectora.

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Claves para garantizar la seguridad y la calidad en los vehículos 

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Detrás de cada vehículo que circula por las carreteras europeas hay un complejo proceso de validación técnica que asegura que cumple con todas las normativas aplicables. No basta con diseñar un modelo atractivo o eficiente; para poder comercializarlo o matricularlo, debe superar un conjunto de ensayos y verificaciones que garanticen su seguridad, su fiabilidad y su impacto ambiental dentro de los límites establecidos por la legislación. Ese proceso es lo que se conoce como homologación de vehículos, y constituye uno de los pilares técnicos más importantes de la industria automotriz. 

La homologación no solo afecta a los grandes fabricantes, sino también a carroceros, transformadores, importadores y pequeñas empresas que adaptan vehículos para usos específicos: ambulancias, vehículos industriales, autocaravanas, furgones isotermos o vehículos eléctricos convertidos, entre otros. En todos los casos, los requisitos son claros: el producto final debe cumplir las mismas condiciones de seguridad, emisiones y conformidad que un vehículo nuevo salido de fábrica. 

Qué implica el proceso de homologación 

Homologar un vehículo o un componente significa demostrar, mediante ensayos acreditados, que cumple las normativas europeas o nacionales que le son aplicables. En la Unión Europea, la regulación base se encuentra en el Reglamento (UE) 2018/858, que establece el marco general para la homologación y la vigilancia del mercado de los vehículos de motor y sus sistemas, componentes y unidades técnicas independientes. 

El proceso suele comenzar con la identificación del tipo de vehículo, sistema o componente. A partir de ahí, se determinan los reglamentos concretos que debe cumplir: emisiones contaminantes, ruido, compatibilidad electromagnética, resistencia estructural, seguridad en caso de impacto o requisitos específicos de iluminación, entre otros. 

Una vez realizados los ensayos y verificaciones, la autoridad competente (en España, el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo) emite el certificado de homologación. A partir de ese momento, el fabricante o transformador puede comercializar el producto o inscribirlo en el registro correspondiente. 

Sin embargo, obtener la homologación no es el final del proceso. A partir de ahí, la empresa debe garantizar que todos los vehículos producidos son idénticos al modelo homologado. Y ahí entra en juego la conformidad de la producción, más conocida como CoP. 

Conformidad de la producción una obligación permanente 

La Conformidad de la Producción (CoP) es el conjunto de procedimientos y controles que aseguran que todos los vehículos fabricados o transformados mantienen las mismas características que el prototipo que obtuvo la homologación. No se trata de una formalidad burocrática, sino de un requisito esencial para mantener la validez del certificado. 

Cada fabricante debe disponer de un sistema de control interno documentado, capaz de verificar que las piezas, materiales, procesos de montaje y pruebas finales se realizan de manera coherente y conforme a los estándares aprobados. 

En la práctica, esto implica auditorías internas, verificaciones periódicas por parte de organismos designados y, en algunos casos, inspecciones aleatorias de las autoridades. Si se detectan desviaciones, el certificado de homologación puede suspenderse o retirarse. 

Por tanto, la CoP no es solo un trámite técnico, sino una garantía de calidad continua. Mantiene la coherencia de la producción y protege tanto al fabricante como al consumidor final, asegurando que el producto cumple las expectativas de seguridad y fiabilidad establecidas por ley. 

El papel de la ingeniería técnica especializada 

Para muchas empresas, especialmente las pymes del sector automotriz o de transformación de vehículos, los procesos de homologación y conformidad de la producción pueden resultar complejos. La normativa es extensa, cambia con frecuencia y requiere conocimientos técnicos muy específicos. 

En este contexto, contar con el asesoramiento de una ingeniería especializada se ha convertido en una necesidad más que en una opción. Firmas como IMD-Ingeniería ofrecen soporte integral en todas las fases del proceso: desde el diseño del producto y la preparación de la documentación técnica hasta la realización de ensayos y la gestión de la homologación ante el Ministerio de Industria. 

Su experiencia permite optimizar los tiempos, reducir costes y evitar errores que pueden derivar en retrasos o incluso en la denegación del certificado. Además, IMD-Ingeniería asesora en la implantación de sistemas de conformidad de la producción adaptados al tamaño y estructura de cada empresa, asegurando que los controles sean efectivos pero asumibles. 

En la práctica, esto significa que un fabricante de vehículos y remolques puede concentrarse en su actividad principal mientras los técnicos especializados gestionan los aspectos normativos, garantizando que cada unidad fabricada cumple con la legislación vigente. 

Homologar es innovar 

Aunque a menudo se percibe como una barrera administrativa, la homologación cumple una función esencial en la innovación. Obliga a los fabricantes a mejorar sus procesos, a incorporar nuevas tecnologías y a desarrollar productos más seguros y sostenibles. 

En los últimos años, el auge de la electrificación, los vehículos adaptados y las soluciones de movilidad urbana ha hecho que el marco regulatorio se amplíe y actualice constantemente. Desde la homologación de baterías de alto voltaje hasta los requisitos para sistemas de asistencia al conductor, cada nueva tecnología requiere un análisis técnico y una validación específica. 

Las ingenierías especializadas actúan como puente entre la innovación y la regulación, ayudando a que las empresas puedan introducir novedades en el mercado sin comprometer la legalidad ni la seguridad. 

Si quieres conocer más sobre los procesos de homologación y CoP, te invitamos a consultar con los expertos de IMD-Ingeniería que estarán encantados de ampliar la información que necesites. Puedes encontrarles en: 

https://g.co/kgs/xKFBHES 

https://maps.app.goo.gl/wcXA7UwZ3uGzsPNn7 

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