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Salud y Bienestar

Paracetamol o ibuprofeno para tratar síntomas catarrales asociados a la covid

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en

EFE

València, 29 ene (EFE).- Los síntomas leves catarrales asociados al coronavirus como mucosidad, dolor de garganta, cefalea, malestar general, febrícula o sensación distérmica, mialgias, pérdida de olfato y gusto pueden ser tratados con paracetamol o ibuprofeno para la fiebre, antitusígenos para la tos, rehidratación oral y descongestivos.

Así lo asegura el doctor José Luis Lasaga, jefe del servicio de urgencias de Quirónsalud Alicante, quien insta a no dejarse llevar por la falsa sensación de levedad en pacientes asintomáticos para evitar contagios, según un comunicado del grupo hospitalario.

Lasaga aconseja acudir urgencias o ponerse en contacto de manera telemática con el centro hospitalario cuando la fiebre se sitúe por encima de 37.7 grados, se sienta obnubilación o mareo, sensación de falta de aire o debilidad extrema, así como el dolor torácico que incrementa con la respiración profunda.

«Debemos acudir solos a los servicios de urgencias en la medida de lo posible, pues el control de aforos y el control de transmisibilidad son muy importantes en estos momentos de la pandemia», recomienda.

La doctora Mayte Resta, jefa del servicio de urgencias de Quironsalud Valencia, advierte de que «aunque los pacientes asintomáticos o con síntomas leves puedan tener una carga viral menor, que no siempre es así, no dejan de ser contagiosos para su entorno» e insta a extremar las precauciones y no dejarse llevar por la falsa sensación levedad.

Según afirma, «la sintomatología que presenta un paciente puede variar según el tiempo de evolución y condicionantes intrínsecos al virus y al paciente».

Advierte de que los síntomas que aparecen «no se relacionan directamente con la carga viral y la capacidad de transmisibilidad del virus, mucho más alta en fases iniciales del contagio independientemente de los síntomas desarrollados».

Según los especialistas de Quirónsalud se puede realizar una prueba PCR a los 10 días de aislamiento, teniendo en cuenta que, durante estos 10 días, no se presenten síntomas en los últimos tres.

Aun siendo positiva la prueba de control a los 10 días, en función de los resultados obtenidos, puede descartarse transmisibilidad, es decir, puede no ser contagioso.

«Es importante que este resultado sea interpretado siempre por un médico en el contexto clínico del paciente antes de excluir la posibilidad del contagio a las personas del entorno», incide la doctora.

Un paciente confirmado con prueba diagnóstica -PCR o antígeno positivo- debe aislarse hasta completar el estudio de su caso.

El doctor Lasaga aconseja lavarse las manos frecuentemente, usar de pañuelos desechables, disponer de habitación individual y evitar salir de la habitación todo lo posible y en caso de salir de la habitación usar de mascarilla, preferiblemente FPP2.

Así mismo, sugiere hacer actividades entretenidas durante el aislamiento y disponer de teléfono y cargador, para comunicarse con el resto de los convivientes.

En cuanto a la higiene general de la casa, la doctora Resta advierte de la importancia de utilizar un baño sólo para el paciente, el lavado frecuente de la ropa, la ropa de cama y las toallas que utiliza, así como el lavar la ropa o la vajilla a 60 grados o la desinfección previa con lejía.

En el caso de que todo el núcleo familiar se encuentre contagiado no hará falta el aislamiento de sus miembros y podrán compartir las zonas comunes de la casa.

Los pacientes con enfermedades crónicas deben tener más cuidado con la covid-19, al igual que con otras enfermedades infecciosas, señalan los expertos.

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ESTUDIO| El envejecimiento del cerebro comienza a los 57 años

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envejecimiento cerebro
Los investigadores observaron que los cambios no eran lineales con el aumento de la edad, sino que se observaban tres picos con cambios abruptos, relacionados con cambios metabólicos a los 57 años; pérdidas cognitivas y de movimiento a los 70, y fragilidad neuronal en torno a los 78. / Adobe Stock

El avance en la longevidad humana ha hecho cada vez más común superar los 90 años y alcanzar el siglo de vida. Sin embargo, más allá de vivir más tiempo, el desafío está en preservar la lucidez y la calidad de vida. Un reciente estudio publicado en Nature Aging ha identificado que el envejecimiento del cerebro comienza a los 57 años, con picos adicionales a los 70 y 78 años. Estas edades podrían ser claves para implementar intervenciones que mitiguen el deterioro neurológico.

El deterioro cerebral, vinculado frecuentemente con enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer, representa un obstáculo significativo. Según el Ministerio de Sanidad, el riesgo de padecer alzhéimer se duplica cada cinco años a partir de los 65, pasando de un 1 % de afectados al 40 % a los 90 años.

Los puntos de inflexión del envejecimiento cerebral

El estudio, liderado por Wei Cheng, de la Facultad de Medicina de Shanghái, se basó en muestras humanas de plasma sanguíneo obtenidas del Biobanco del Reino Unido. Los investigadores seleccionaron 13 proteínas relacionadas con el envejecimiento cerebral. Ocho de estas proteínas, vinculadas a la matriz extracelular y los factores de crecimiento celular, aumentan con la edad. Las otras cinco, relacionadas con la degradación de proteínas, disminuyen durante el proceso de envejecimiento.

Dos de estas proteínas, Brevican (BCAN) y el factor de diferenciación del crecimiento 15 (GDF15), han sido asociadas no solo con el envejecimiento, sino también con condiciones como la demencia, el ictus y la función motora deteriorada. Esto evidencia que las concentraciones de proteínas cambian a lo largo del tiempo, reflejando la salud cerebral en edades clave.

¿Por qué comienza el envejecimiento cerebral a los 57 años?

El análisis incluyó datos de imágenes cerebrales de 10.949 adultos sanos para estimar la brecha de edad cerebral (BAG, por sus siglas en inglés), un indicador del declive cognitivo. Según Cheng, a los 57 años se observan cambios relacionados con la inmunidad adaptativa y el metabolismo, dos factores esenciales en el inicio del envejecimiento cerebral.

Cambios no lineales en el deterioro cerebral

Jesús Ávila, neurocientífico del CSIC, señala que el declive cerebral no es lineal, sino que presenta picos abruptos:

  • A los 57 años, cambios metabólicos.
  • A los 70 años, pérdidas cognitivas y de movimiento.
  • A los 78 años, fragilidad neuronal.

A los 70 años, las proteínas asociadas están directamente vinculadas con la demencia y el ictus, según Cheng. Por ello, esta etapa es crucial para adoptar un estilo de vida saludable y prevenir posibles trastornos cerebrales.

La importancia de la prevención

Los expertos destacan que ciertos trastornos neurodegenerativos pueden prevenirse mediante hábitos saludables, como el ejercicio regular, una dieta equilibrada y el contacto social. No obstante, serán necesarios más estudios para validar estos biomarcadores y explorar su viabilidad en la prevención del deterioro cerebral.


Referencias:

  • Liu et al. Plasma proteomics identify biomarkers and undulating changes of brain aging. Nature Aging (2024).
  • Fuente: SINC. Derechos: Creative Commons.

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