Síguenos

Salud y Bienestar

Sanitat recomienda que los acompañantes en hospitales tengan la pauta de vacunación completa

Publicado

en

La Conselleria de Sanitat ha actualizado los protocolos de acompañamiento a las mujeres embarazadas y a las personas ingresadas en los hospitales de la Comunitat Valenciana para adecuarla a la actual situación epidemiológica, garantizar la atención sanitaria y optimizar la seguridad y protección de la salud tanto de ciudadanía como de profesionales. También se han adecuado los protocolos que regulan la visita médica y el voluntariado en centros sanitarios.

Así, la mujer embarazada podrá estar en todo momento acompañada por una persona de su elección y confianza, siempre y cuando puedan garantizarse las condiciones de seguridad, pero no podrá realizar esta función nadie que presente síntomas compatibles con COVID-19, esté en aislamiento domiciliario debido a un diagnóstico por COVID-19, o haya sido identificada como contacto estrecho de alguna persona con síntomas o diagnosticada de COVID-19. Además, se aconseja que la persona acompañante esté vacunada con pauta completa.

Por otra parte, aunque la recomendación general es potenciar la actividad telemática, se permiten las actividades grupales respetando siempre las medidas de seguridad generales y el aforo, pero no podrán participar en ellas las mujeres (vacunadas o no) identificadas como contacto estrecho en los últimos 10 días.

Personas hospitalizadas sin coronavirus

El acompañamiento de pacientes no COVID que estén en planta podrán hacerlo dos personas de forma alterna y se aconseja que estén vacunadas con la pauta completa.

Si la persona no COVID está en la UCI, el acompañamiento se limitará a una única persona y a un tiempo máximo de 30 minutos por turno de mañana y tarde, y también se recomienda que tenga la pauta óptima de inmunización.

No podrá acceder al centro sanitario como acompañante cualquier persona que presente síntomas compatibles con COVID-19, esté en aislamiento domiciliario, o haya sido identificado como contacto estrecho en los últimos 10 días de alguna persona con síntomas o diagnosticada de COVID-19.

Personas hospitalizadas con coronavirus

La persona hospitalizada con COVID podrá tener un único acompañante, deberá ser siempre el mismo, preferiblemente con el proceso de vacunación completo y provisto del material de protección adecuado. Si la persona acompañante no tiene la pauta óptima de inmunización, se quedará en la habitación hasta el alta.

En el caso de personas hospitalizadas con COVID en situación terminal, el acompañamiento se realizará por una única persona, preferiblemente con vacunación completa.

Se permitirá la presencia excepcional de hasta tres personas a la vez cuando formen parte de la misma unidad de convivencia del paciente, tengan la pauta de vacunación completa y se disponga del material de protección adecuado, pudiendo permanecer en la habitación una sola persona acompañante durante la noche.

Personal delegado de laboratorios

La adecuación a la actual situación epidemiológica del protocolo de visita médica a centros sanitarios contempla que esta actividad se realizará preferentemente a través de plataformas informáticas y, si ha de llevarse a cabo de forma presencial, será recomendable que la asuma un/a delegado/a correctamente vacunado/a. Además, se respetará una distancia social de más de dos metros y la limitación del aforo de la estancia, garantizando el cumplimiento de protocolos de seguridad.

Voluntariado en los centros sanitarios

La actividad de voluntariado será realizada por personas correctamente vacunadas y deberá ser formalmente autorizada por la Gerencia y por la Jefatura de Servicio que vaya a recibir la acción de voluntariado.

En cualquier caso, no podrá acceder al hospital ninguna persona que presente sintomatología respiratoria aguda susceptible de COVID o haya sido identificada como contacto estrecho en los últimos 10 días (vacunada o no).

Advertisement
Click para comentar

Tienes que estar registrado para comentar Acceder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Salud y Bienestar

¿Por qué nos ponemos malos en vacaciones?

Publicado

en

¿Por qué nos ponemos malos en vacaciones?
¿Por qué nos ponemos malos en vacaciones?

Cuando llegan las vacaciones todos soñamos con descansar, desconectar del trabajo y disfrutar del tiempo libre. Sin embargo, muchas personas experimentan justo lo contrario: resfriados, problemas digestivos, dolores de cabeza, alergias o incluso bajones anímicos. Este fenómeno, tan habitual como molesto, tiene una explicación médica y psicológica. Te contamos por qué nos ponemos malos en vacaciones y qué hacer para evitarlo.


El síndrome del ocio o del descanso: la base del problema

Los especialistas lo llaman “síndrome del ocio” o “síndrome del descanso”, un fenómeno que aparece cuando, tras un periodo de alta exigencia física o mental, el cuerpo se relaja bruscamente y aparecen síntomas de enfermedad.

Durante los meses de trabajo o estudio, el organismo mantiene un nivel elevado de cortisol y adrenalina, hormonas relacionadas con el estrés. Estas sustancias ayudan a mantenernos activos, aunque también reducen la eficacia del sistema inmunológico. Cuando llega el descanso, los niveles de estrés caen en picado y el cuerpo aprovecha para mostrar todo aquello que llevaba tiempo acumulando.


Factores que explican por qué enfermamos en vacaciones

1. Bajada de defensas tras el estrés

El estrés crónico provoca que las defensas trabajen a menor rendimiento. Durante semanas o meses aguantamos gracias a la tensión diaria, pero cuando el cuerpo se relaja es más vulnerable a virus y bacterias. De ahí que sea común pillar un resfriado o una infección leve justo al inicio de las vacaciones.

2. Cambios bruscos de rutina

En vacaciones solemos alterar horarios de sueño, alimentación y ejercicio. Dormir menos o demasiado, saltarse comidas, consumir más alcohol o comidas copiosas, y la falta de actividad física repercuten directamente en el bienestar. El cuerpo, acostumbrado a un ritmo regular, reacciona con malestares digestivos, cansancio o dolor de cabeza.

3. Viajes y exposición a nuevos entornos

El hecho de viajar implica cambios de clima, altitud, huso horario y contacto con bacterias y virus diferentes. Todo ello supone un desafío para el organismo, que debe adaptarse rápidamente. Por eso, diarreas, alergias y problemas respiratorios son más frecuentes en vacaciones.

4. El “efecto rebote” del estrés acumulado

Muchos trabajadores llegan al periodo vacacional en estado de agotamiento físico y mental. Al desconectar, el cuerpo interpreta que ya puede bajar la guardia, lo que se traduce en un “reajuste” que en algunos casos se manifiesta como malestar general, dolores musculares o incluso ansiedad.

5. Problemas psicosomáticos

La salud mental también influye. La llegada de las vacaciones, con más tiempo libre y menos obligaciones, puede hacer que afloren preocupaciones que antes se mantenían en segundo plano. Esto se traduce en síntomas físicos como insomnio, dolores de estómago, migrañas o tensión muscular.


Enfermedades más frecuentes en vacaciones

  • Resfriados y gripes leves: fruto de la bajada de defensas.

  • Problemas digestivos: gastroenteritis, diarrea del viajero, indigestiones o acidez.

  • Dolores musculares y de espalda: consecuencia del estrés acumulado y cambios en la rutina de ejercicio.

  • Alergias: al polvo de hoteles, al polen en nuevas zonas geográficas o a ciertos alimentos.

  • Problemas dermatológicos: como quemaduras solares, reacciones alérgicas o eccemas.

  • Trastornos del sueño: derivados de los cambios de horario, viajes largos o exceso de actividad nocturna.


Cómo prevenir ponernos malos en vacaciones

Mantener hábitos saludables antes y durante el descanso

Lo ideal es no esperar a las vacaciones para cuidar el cuerpo. Mantener una alimentación equilibrada, dormir lo suficiente y practicar ejercicio con regularidad ayuda a que el sistema inmunológico no sufra tanto el cambio de ritmo.

Evitar los excesos

Aunque es normal disfrutar de comidas especiales, alcohol o trasnochar, conviene hacerlo con moderación. Los excesos son una de las principales causas de problemas digestivos y fatiga durante el verano.

Preparar los viajes con antelación

Si el destino implica cambios de clima, altitud o alimentación, es recomendable llevar un botiquín básico, hidratarse con frecuencia y dar tiempo al cuerpo para adaptarse. En destinos internacionales, conviene revisar las vacunas necesarias.

Escuchar al cuerpo

Muchas veces el organismo avisa antes de caer enfermo. Síntomas como cansancio extremo, insomnio, irritabilidad o dolores de cabeza recurrentes son señales de que necesitamos parar antes de que aparezca una enfermedad.

Proteger la piel y el sistema respiratorio

El uso de crema solar, ropa adecuada y medidas de higiene básicas (lavado de manos, evitar agua contaminada) reducen el riesgo de problemas en vacaciones.


Vacaciones como oportunidad de resetear el cuerpo

Aunque resulte paradójico, ponerse malo en vacaciones puede ser la forma que tiene el cuerpo de “resetearse”. El descanso permite que afloren desequilibrios que estaban escondidos bajo la rutina del estrés. Lo importante es entender este fenómeno, cuidarse y no verlo como una mala suerte, sino como una llamada de atención a la necesidad de equilibrar trabajo y salud durante todo el año.


Conclusión: disfrutar de las vacaciones sin enfermar es posible

Ponerse enfermo en vacaciones es más habitual de lo que pensamos, y no se debe únicamente a la casualidad. El estrés acumulado, los cambios de rutina y la bajada de defensas son factores clave que explican este fenómeno. La buena noticia es que, con una preparación adecuada y hábitos saludables, se puede reducir considerablemente el riesgo y disfrutar de un descanso reparador.

Continuar leyendo