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Tamara Gorro: «Todos tenemos bajones, la parte bonita existe y la mala también»

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MADRID, 8 Feb. – En un buen momento de su vida a nivel profesional y personal, Tamara Gorro se ha reunido con sus fans en la firma de su nuevo libro ‘Rendirse, nunca’. A pesar de la ‘vida perfecta’ que muestra en su cuenta de Instagram, Tamara reconoció que no todo es color de rosa y es que en estos momentos la enfermedad de uno de sus familiares está siendo un bache muy duro para ella.

CHANCE: ¿Qué tal?

Tamara Gorro: Muy bien, como un flan, cómo quieres que esté,

CH: Rendirse nunca ¿qué vamos a leer?

T.G: Nos vamos a encontrar a uno mismo porque yo cuento experiencias, siempre digo lo mismo y me repito, pero nunca me atrevería a dar un consejo si yo no le vivido. Ni soy coach ni psicóloga. No tengo esa formación. Siempre hay algo con lo que puedes sentirte identificado. Soy una mujer muy normal, con experiencias cotidianas y en ocasiones que lo he pasado mal, cuento por qué lo he pasado mal y qué he hecho para salir de eso. Otras que son buenas, se me han torcido y he tenido que ponerlas rectas.

CH: Vamos a leer tu segundo embarazo.

T.G: Lo del tema del embarazo ya se supo en el primero, evidentemente es otra etapa, en la otra etapa está mi rey, digamos que continuo en referencia a la maternidad, que no se centra en eso, cómo vivo ese sueño yo. Es un sueño que en el primer libro no lo pude escribir, cómo lo he vivido, de qué manera, cómo lo he conseguido, qué he pensado, cómo lo hice… Hay capítulos que digo ni me importa ni me afecta lo que diga la gente. Tenemos que mirar la vida desde la parte positiva.

TAMARA GORRO: «TODOS TENEMOS BAJONES, LA PARTE BONITA EXISTE Y LA MALA TAMBIÉN»

CH: En tu caso se ve todo muy bonito, con un futbolista, con tu familia… pero hay cosas detrás, lo has pasado mal.

T.G: Sí, yo no estoy con un futbolista, yo estoy con Ezequiel, que se dedica al fútbol. Eso es lo que yo siempre digo. Mi vida se ve bonita pero creo que todos tenemos una vida bonita lo que pasa es que la mía está expuesta y yo muestro la parte bonita. Cuando tengo la parte mala también lo digo o bueno, no. Todos tenemos bajones, la parte bonita existe y la mala también. Pones todos los días informativos y estás viendo muertes, asesinatos, guerras, violencia… vamos también a mover lo bueno.

CH: Pero también pones cosas malas.

T.G: Claro, yo tengo momento muy malos, ahora estamos viviendo en la familia un cáncer de la niña y eso es horroroso. Hay que seguir.

CH: Que tengas tantos seguidores será porque se ven reflejados en ti.

T.G: Me siento identificada con toda la gente que hay aquí, son gente normal que lucha por sus sueños, que no para, que tienen días horrorosos, que tienen problemas en el trabajo, con su novio, con su madre… Yo lo comparto con ellos y me siento identificada con ellos. Me hace feliz que por ejemplo este libro, no que lo compren, Tamara Gorro no se hace millonaria con este libro, ganas dos pesetas, es que no ganas nada, pero a mí lo que me hace feliz es cuando me dicen, mira he sonreído por este capítulo. Esta gente realmente es la que te da el ejemplo de todo.

CH: ¿Qué consejo le darías a la gente que lo está pasando mal?

T.G: No te puedes rendir, no te queda otra. Todos nos vamos al cajón y no sabemos cuándo. Hay partes jodidas que son las enfermedades y ahí no te queda otra que seguir, no te puedes rendir nunca.

TAMARA GORRO: «LA VIDA NO HAY QUE VERLA DESDE NINGUNA MANERA, HAY QUE VERLA VENIR»

CH: Con tantos palos que te ha dado la vida, ahora lo ves desde otra manera.

T.G: La vida no hay que verla desde ninguna manera, hay que verla venir. No sabes de qué va la vida, te das cuenta de qué va pero no sabes cómo te va a venir. Ahora digo qué bonito tan bonito, un libro, mis proyectos, mis niños, mi familia y de repente el castillo de arena se cae.

CH: Como pasó con tu ángel de la guarda con Antonio.

T.G: Claro y con su nieta que es la que está enferma. Hay que seguir, yo antes de ayer estaba llorando por este tema, lloro y tengo derecho a llorar, es una enfermedad, es algo muy duro, pero hay que sonreír y hay que seguir. Sus papás son los primeros que lo hacen.

TAMARA GORRO: «EL TEMA DE LA ADOPCIÓN ME PARECE VERGONZOSO, BOCHORNOSO, ENTIENDO A TODAS LAS FAMILIAS»

CH: Cuando eres madre…

T.G: Cuando eres madre o padre creo que te entra el miedo, cómo entiendo a las madres, a las abuelas, a los padres… Vives con miedo, bueno más que con miedo, que el miedo paraliza, con una cosita aquí que dices ‘cuidado’.

CH: Te gustaría tener un tercer bebé.

T.G: Eso es un tema muy extenso que ya diré yo lo que tenga que decir, pero me parece vergonzoso, bochornoso, entiendo a todas las familias, yo tengo a mis hijos, estoy en proceso de adopción, pero es una vergüenza que familias que no tienen hijos estén en este proceso. Todo son problemas, temas burocráticos, es una auténtica vergüenza. Yo quiero adoptar y sigo en ello, cuando, pues a lo mejor dentro de 10 años, cuando me lo permitan.

 

Fuente: Europa Press

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Iñaki Urdangarin rompe su silencio en su entrevista más dura: “Perdí prácticamente todo y uno de los amores de mi vida, que es Cristina”

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Iñaki Urdangarin
IÑAKI URDANGARIN/ EUROPAPRESS

Iñaki Urdangarin ha concedido la que ya es su entrevista más impactante desde que fue condenado por el caso Nóos. Durante 55 minutos de conversación en el programa Pla seqüència, de La 2 Cat, el exduque de Palma se ha abierto como nunca y ha repasado, sin filtros, los episodios más dolorosos de su vida reciente: la cárcel, la soledad, la caída personal y profesional y, sobre todo, el final de su matrimonio con la infanta Cristina.

En una charla íntima, en catalán y con un periodista al que le une una amistad de más de 30 años, Urdangarin ha mostrado una faceta desconocida para el gran público, marcada por la autocrítica, la emoción y el reconocimiento de las pérdidas que arrastra desde hace más de una década.

“Lo peor de mi condena fue perder a mi mujer”

La pregunta fue directa y la respuesta, demoledora. Al ser interrogado por el momento más duro de su etapa en prisión, Iñaki Urdangarin no dudó:
“Lo que perdí en prisión fue mucho tiempo. Materialmente perdí prácticamente todo. Y después hay una pérdida muy grande, uno de los amores de mi vida, que es Cristina”.

El exmarido de la infanta Cristina reconoció que el proceso judicial y la posterior condena no solo le arrebataron su libertad, sino también su estabilidad emocional y familiar. “Fue un periodo muy duro. Lo pasamos muy mal durante toda esa época y hubo consecuencias. Me da pena porque es una mujer a la que quiero mucho”, confesó, visiblemente emocionado.

Cataluña, el lugar desde el que decide hablar

Urdangarin explicó que eligió este formato y este idioma por una razón muy personal. Cataluña es el territorio donde creció, donde fue feliz y donde nacieron sus cuatro hijos. “La vinculación con esta tierra es muy importante. Mis hijos son catalanes y ahora estoy a medio caballo entre Vitoria y Barcelona”, señaló al inicio de la entrevista.

Esa cercanía emocional marcó el tono de toda la conversación, en la que se mostró tranquilo, aunque con nervios inevitables al enfrentarse por primera vez a una entrevista televisada tras años de silencio.

El día que supo que entraría en prisión

Uno de los momentos más reveladores llegó al recordar el instante exacto en el que supo que su ingreso en prisión era inevitable. “Estaba comiendo con mi mujer, Cristina, en Ginebra. Yo había trabajado 16 años para darle la vuelta a las acusaciones. Hasta el último momento pensamos que podíamos lograrlo”, relató.

Tras conocer la sentencia, reunió a sus hijos en Suiza para explicarles la situación y decidir juntos cómo afrontar lo que estaba por venir. Un episodio que, según él, marcó un antes y un después en su vida familiar.

“El primer día en la cárcel fue el peor”

Iñaki Urdangarin describió su llegada a prisión como un golpe devastador. “Cuando entras te das cuenta de que se ha acabado una etapa y empieza otra larga y dura. Todo cae. No tienes teléfono, no tienes nada. Los tres primeros meses lo pasé muy mal”, aseguró.

Por motivos de seguridad, eligió cumplir su condena en la prisión de mujeres de Brieva, donde vivió prácticamente aislado. “Era estar en un módulo vacío. Fueron mil noches dentro, con sus mil días”, recordó, reconociendo que no gestionó bien emocionalmente aquel periodo.

“Lloré muchísimo y entré en un bucle negativo”

El exdeportista olímpico no escondió su vulnerabilidad al hablar de su estado psicológico. “No estoy orgulloso de cómo gestioné emocionalmente mi situación. Lloré muchísimo y preocupé a la gente que estaba fuera”, confesó.

Con el paso del tiempo, encontró en la escritura una vía de escape. Durante meses llenó cuadernos con pensamientos, miedos y reflexiones que le ayudaron a recomponerse. No descarta que algún día esos escritos puedan convertirse en unas memorias, siguiendo la estela de otros miembros de la familia real.

El apoyo clave: su madre y sus hijos

Si hubo una figura esencial durante su caída, esa fue su madre, Claire Liebaert. “Ha sido mi primer apoyo siempre. Ella me conoce, igual que mis hijos”, afirmó. Urdangarin insistió en que su entorno más cercano nunca dudó de él: “Mi madre y mis hijos saben que es imposible que yo tuviera voluntad de delinquir”.

Una afirmación con la que vuelve a defender su versión de los hechos y su papel en el caso Nóos, aunque asegura que hoy vive sin rencor.

“El rencor no te ayuda, solo te resta energía”

El cierre de la entrevista estuvo marcado por un mensaje de aprendizaje personal. Urdangarin explicó que el rencor fue uno de los sentimientos que más trabajó en prisión. “Tienes que repasar honestamente lo que has hecho bien y lo que has hecho mal, aceptar dónde estás y darte cuenta de que el rencor no te ayuda. Eso se quedó allí, cuando se cerró la puerta de la prisión”, concluyó.

Con esta entrevista, Iñaki Urdangarin rompe definitivamente su silencio y ofrece su testimonio más crudo hasta la fecha, poniendo palabras al coste personal, familiar y emocional de uno de los mayores escándalos de la historia reciente de la familia real española.

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