La portavoz del Grupo Popular, María José Catalá, ha anunciado este viernes que espera contar con el apoyo de todos los grupos municipales a la moción que se ha registrado para paralizar la instalación de los arcos chinos de Pelayo, en pleno barrio de Roqueta. Ayer mismo se sumaron al rechazo de los arcos chinos las Comisiones Falleras del barrio como el Convento Jerusalén-Matemático Marzal.
El PP ha presentado esta moción que será debatida en el pleno del próximo día 29 de abril, para que se paralice la instalación de arcos chinos en la entrada de la calle Pelayo en pleno barrio de la Roqueta por la falta de consenso con vecinos, comerciantes y comisiones falleras de la zona.
La moción insta a “suspender de inmediato la ejecución de la propuesta de inversión “Arcos de entrada al barrio chino” de los presupuestos participativos Decidi VLC 2020/2021, con código 4296, por la falta notoria de consenso con los vecinos, comerciantes y otros hitos sociales emblemáticos del barrio de La Roqueta como la Pilota Valenciana, el Mercado de Jerusalén o las Fallas centenarias, al objeto de, por parte del gobierno municipal, escucharles y encontrar una solución dialogada, en la que se aúnen las posturas de todas las partes afectadas”.
También se pide en la moción “destinar como mínimo el importe consignado para la citada propuesta de inversión a mejoras consensuadas en el barrio de la Roqueta y reconocer, proteger y potenciar, realizando las actuaciones municipales oportunas para ello, los elementos esenciales que identifican al popular e histórico barrio de La Roqueta, como el Mercado de Jerusalén, los comercios locales de proximidad, las Fallas centenarias y, en especial, la Pilota Valenciana”.
Los populares también plantean en la moción un cambio en las bases de los presupuestos participativos para evitar situaciones como la que se vive en el barrio de la Roqueta. Por ello piden “acordar que, cuando en algún proyecto participativo se constate un rechazo relevante y fundado de los vecinos o agentes sociales afectados por el mismo, se establezcan con carácter excepcional mecanismos para revisarlo. Configurar las bases reguladoras de próximas ediciones de los presupuestos participativos “Decidim VLC” de modo que los vecinos tengan de ahora en adelante la opción de manifestar tanto su adhesión como su disconformidad con las propuestas de inversión que se plantean para el barrio”.
Todo un barrio en contra de los arcos chinos de Pelayo
Los vecinos ya han recogido más de 1.000 firmas contra del proyecto que ha liderado el Gobierno de Ribó y PSOE, más del doble que avalaron los arcos en los presupuestos participativos. Además, entidades como la Academia de San Carlos, Lo Rat Penat, la RACV y la Federación de Vecinos de Valencia también han mostrado su rechazo.
Catalá ha señalado que en este barrio lo que debe ya hacer el Gobierno municipal es impulsarlo como el centro de la pilota valenciana ya que en el corazón del barrio se encuentra el trinquete de Pelayo, “el mayor referente y corazón de nuestro deporte autóctono”.
“Con esta oposición es necesario paralizar el proyecto y no imponer una actuación en un barrio porque la falta de consenso con las personas que residen en el mismo es más que evidente, a lo que hay que añadir la opinión de entidades de reconocido prestigio que también han rechazado esta actuación que quiere llevar adelante el Gobierno de Ribó y PSOE”, explicó Catalá.
La portavoz ha pedido escuchar a los vecinos que están indignados ante la iniciativa de querer desvirtuar la esencia del barrio y convertirlo en el Chinatown de la ciudad.
Por su parte, la portavoz adjunta, María José Ferrer San Segundo, ha explicado que “para invocar la participación como justificación, o pretexto, de una actuación municipal, es necesario averiguar cuál es la auténtica, o al menos muy mayoritaria, voluntad de los vecinos afectados, como también, del alma representativa de la ciudad.”
“Y para determinar cuál es la real voluntad mayoritaria -ha proseguido- no basta con atajos superficiales, que no profundizan, respaldados por 60, 150 ó 300 personas, sino que, cuando se aprecia divergencia o conflicto con otros vecinos mayoritarios, hay también que escucharlos, indagar a fondo para saber qué piensan de verdad mayoritariamente los afectados y, si constata que no coincide con el proyecto, revisar las propuestas.”
“Los procesos como el “DecidimVLC”, si se organizan adecuadamente, pueden ser un instrumento de participación. Pero no deben dar nunca la espalda a la auténtica voluntad ciudadana, ni renunciar a determinar cuál es esta. Para ello es preciso que los ciudadanos puedan manifestar su disconformidad con el proyecto que se plantea para su barrio, porque pueden tener razones muy justificadas, como en los referéndums se puede votar un sí, un no ó una abstención, siendo igual de democráticas todas las posturas. Así lo hemos propuesto varias veces en Mociones del Grupo Popular Municipal, pero el gobierno de Ribó-Compromís y PSPV, aunque tanto hablan de la transparencia y la participación, lo vienen rechazando sistemáticamente. Pero lo seguiremos proponiendo, porque eso es realmente escuchar a todos”.
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