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Salud y Bienestar

Avisan de los riesgos de la hiperconectividad y aconsejan la desconexión digital

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Caída red internet España
Imagen facilitada por Vithas Aguas Vivas.

Valencia, 16 ago (EFE).- Profesionales de la Unidad de Desintoxicación del Hospital Vithas Aguas Vivas advierten de los riesgos de la hiperconectividad y apuntan la necesidad de hacer una «desconexión digital» tras destacar que, de promedio, una persona mira su móvil más de 150 veces al día.

Los doctores Augusto Zafra, Miguel Ángel Harto, Charo Genovés y Víctor Avellón, psiquiatras de Vithas Aguas Vivas en Carcaixent (Valencia), señalan que el objetivo de la desconexión digital es conectarse con el mundo no virtual e interactuar con el entorno físico.

Según señalan en un comunicado, la hiperconectividad es un concepto que «sintetiza la situación actual del ser humano en la cual convive permanentemente conectado a la información a través de diferentes dispositivos como la radio, la televisión, internet, los ordenadores, las tablets, el smartphone y el teléfono móvil».

A esto hay que sumar que se ha generado «una necesidad de conectividad permanente, principalmente en niños y jóvenes por motivos educativos y por búsqueda de diversión.

«Los niños actuales han interiorizado desde su nacimiento la era de la tecnología instaurada en su entorno más cercano y en diferentes entornos familiares, sociales y académicos», señalan.

Afirman que los comportamientos adictivos, repetitivos y obsesivos pueden «pasar desapercibidos, pero la adicciones a las tecnologías son reales e interfieren con la vida diaria».

Una gran parte de los usuarios de teléfonos móviles (28 %) admite que no conducen con la seguridad que deberían mientras utilizan sus smartphones, y el 83 % de los adolescentes estadounidenses afirman jugar videojuegos mientras otras personas están en la misma habitación.

En lo que respecta a Internet, el 92 % de los adolescentes informa de que se conecta a Internet a diario, y el 24 % de esos usuarios accede a Internet a través de computadoras portátiles, tablets y dispositivos móviles.

Por ello, advierten de que «tomarnos un descanso nos enseña que podemos vivir sin esta estimulación constante y, además, reduce esa dependencia de la tecnología y la digitalización».

Según explican, en promedio «una persona revisa su smartphone 150 veces al día y no es sencillo fijar un límite entre el uso inadecuado de las TICs y lo que puede asemejarse a una verdadera adicción comportamental».

Entre los principales riesgos que comporta el uso excesivo o inadecuado de la tecnología los expertos destacan padecer ansiedad o FOMO -fear of missing out- (miedo a estar perdiéndose algo, o quedar excluido de las redes sociales).

Otros riesgos son «anular la creatividad, pues ya no genera ideas propias, todo lo que necesita lo encuentra en la red; perder el análisis crítico de la realidad y la falta de reconocimiento de noticias verdaderas, así como dejarse influenciar por las noticias o tendencias de las redes sociales».

Además, fomentan el aislamiento y los problemas de socialización; pueden generarse pensamientos obsesivos y comportamientos compulsivos y aumentar el riesgo de sufrir depresión, irritabilidad o ansiedad, además de generar problemas de sueño o insomnio.

Además, algunas personas pueden renunciar a ciertas actividades y responsabilidades por estar conectado, y preferir «quedarse en casa que salir a una caminata o jugar un partido virtual que uno real de fútbol».

En este sentido, puede provocar aislamiento, en particular en personas que viven solas, y perder el contacto con el entorno social y los compañeros de trabajo.

Desde el punto de vista de la salud física también puede generar problemas como el síndrome visual informático o lesiones en la columna como secuela de la posición repetida que se adopta al usar teléfono inteligente. También fomentar el sedentarismo y el sobrepeso, entre otros.

La «desintoxicación digital» o «détox digital» es un proceso «al que muchas personas recurren -o deberían recurrir- para abstenerse de usar sus dispositivos electrónicos» y se debe empezar gradualmente y cumplir progresivamente los pequeños limites que cada uno se proponga.

«No se trata de eliminar por completo la tecnología de tu vida, sino de instaurar períodos regulares de desconexión digital para cultivar la interacción física y cara a cara», señalan.

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Salud y Bienestar

Prueban orforglipron, el nuevo fármaco oral contra la obesidad: reduce el peso y elimina la grasa corporal

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orforglipron fármaco obesidad
Vall D’Hebron

Un nuevo fármaco para reducir peso en casos de obesidad ha demostrado su eficacia en un ensayo internacional. Además, se administra por vía oral, lo que facilita el tratamiento, según los resultados del ensayo clínico en el que ha participado el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona.

Se trata del fármaco orforglipron, que actúa sobre el receptor GLP-1 (que regula el apetito) y que los investigadores han comprobado que reduce, de media, un 11 % el peso corporal, al tiempo que mejora factores de riesgo cardiovascular, ha informado el Hospital Vall d’Hebron.

Un avance en la investigación de la obesidad

En los próximos meses está previsto que el orforglipron inicie los procesos regulatorios necesarios para su aprobación, lo que podría abrir una nueva etapa en el tratamiento de la obesidad.

Los resultados de este ensayo clínico internacional de fase 3, en el que ha participado el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, se han publicado en la revista The New England Journal of Medicine y se han presentado en el Congreso Anual de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD), celebrado en Viena.

«En este estudio se ha visto que tres cuartas partes de lo que se pierde en el tratamiento es grasa, mientras que el resto es masa libre de grasa (músculo y otros tejidos)», ha explicado Andreea Ciudin, coordinadora de la Unidad de Tratamiento Integral de la Obesidad de Vall d’Hebron e investigadora principal del grupo de Diabetes y Metabolismo.

La especialista ha subrayado que lo importante en el abordaje de la obesidad es calcular bien no tanto el peso total perdido, sino la reducción de grasa corporal.

Los detalles del ensayo clínico con orforglipron

El estudio siguió durante 72 semanas a 3.100 personas con obesidad, pero sin diabetes, en nueve países diferentes. Todos los participantes tenían un índice de masa corporal superior a 30 kg/m2 y alguna complicación asociada, como hipertensión, enfermedades cardiovasculares o apnea del sueño.

Los voluntarios fueron asignados aleatoriamente a diferentes dosis de orforglipron (6 mg, 12 mg o 36 mg) o a placebo, en forma de cápsula diaria, siempre acompañado de recomendaciones de dieta saludable y actividad física.

Los resultados muestran que la dosis más alta consiguió una disminución media del 11,2 % del peso corporal. Más de la mitad de los pacientes perdió al menos un 10 % de su peso y aproximadamente un 18 % logró una reducción superior al 20 %.

Además, se registraron mejoras significativas en la presión arterial, el perímetro de cintura, los niveles de triglicéridos y de colesterol, todos ellos factores de riesgo cardiovascular.

Cómo funciona el orforglipron frente a otros medicamentos

Al igual que otros fármacos para la obesidad ya aprobados, el orforglipron actúa sobre el receptor GLP-1, presente en células implicadas en la regulación del apetito y del metabolismo en el cerebro y el tubo digestivo. La gran ventaja es que se administra por vía oral sin requisitos especiales.

La mayoría de los medicamentos GLP-1 disponibles son inyectables, como:

  • Ozempic (semaglutida inyectable): muy usado para diabetes tipo 2 y pérdida de peso, aunque algunos estudios advierten que puede reducir la masa muscular.

  • Wegovy (semaglutida inyectable en dosis más altas): aprobado específicamente para obesidad.

  • Saxenda (liraglutida): otro inyectable GLP-1 con resultados eficaces en pérdida de peso, pero con necesidad de administración diaria.

  • Mounjaro (tirzepatida): actúa sobre GLP-1 y GIP, con resultados muy prometedores y superiores en algunos ensayos clínicos.

  • Rybelsus (semaglutida oral): es el primer análogo del GLP-1 en pastilla, aunque requiere tomarse en ayunas y con estrictas pautas de administración.

En cambio, el orforglipron tiene una estructura química diferente. No es una proteína ni una molécula peptídica, por lo que no se degrada en el estómago y mantiene su eficacia, facilitando su uso frente a Rybelsus y otros tratamientos.

El papel del GLP-1 en la obesidad

La hormona GLP-1 se libera cuando la comida entra en contacto con la mucosa intestinal. Entre sus funciones, induce la saciedad y regula diversos órganos digestivos para optimizar el metabolismo.

Los análogos del GLP-1 han revolucionado el tratamiento de la obesidad y la diabetes tipo 2, ya que permiten controlar el apetito y mejorar la sensibilidad a la insulina. No obstante, los expertos insisten en que deben combinarse con cambios de estilo de vida, dieta equilibrada y actividad física regular.

La obesidad, una enfermedad crónica que requiere tratamiento integral

Ciudin ha recordado que la obesidad no es un problema estético, sino una enfermedad crónica que requiere abordaje médico, nutricional y, en algunos casos, psicológico.

«Las tandas cortas de tratamiento solo para la operación bikini o para que entre el vestido para la boda de la prima es mala praxis», ha advertido la investigadora, quien subraya la importancia de un tratamiento supervisado y continuado.

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