Salud y Bienestar
Crossfit en casa: ¿Por dónde empiezo?
Publicado
hace 12 mesesen
El Crossfit es una modalidad de entrenamiento que combina ejercicios de fuerza, resistencia, movilidad y coordinación, con el objetivo de mejorar la condición física general y la salud. Se trata de un deporte muy completo y variado, que se puede adaptar a cualquier nivel y objetivo.
Sin embargo, muchas personas piensan que para practicar Crossfit se necesita ir a un box o gimnasio especializado, donde hay todo tipo de material y equipamiento específico. Esto no es del todo cierto, ya que también se puede hacer Crossfit en casa, con algunos elementos básicos y un poco de imaginación.
¿Qué equipamiento necesito para hacer Crossfit en casa?
Lo primero que debes tener en cuenta es el espacio disponible que tienes en tu casa para entrenar. Lo ideal es que sea una zona amplia, ventilada y con una superficie firme y plana. También es conveniente que tengas un espejo o una cámara para poder corregir tu técnica y evitar lesiones.
En cuanto al equipamiento, hay algunos elementos que son imprescindibles para hacer Crossfit en casa, y otros que son opcionales pero muy recomendables. Estos son los más importantes:
- Una comba de saltar: es un elemento muy barato y fácil de conseguir, que te permitirá hacer ejercicios de cardio, coordinación y agilidad. Los saltos dobles, por ejemplo, son muy habituales en los WODs de Crossfit.
- Unas mancuernas o kettlebells: son pesos libres que te servirán para hacer ejercicios de fuerza y potencia, como swings, presses, snatches, thrusters, etc. Puedes elegir el peso que mejor se adapte a tu nivel, y si no tienes, puedes usar botellas de agua, mochilas o cualquier otro objeto que puedas sujetar con las manos.
- Una barra de dominadas: es un elemento que te ayudará a trabajar la fuerza de la parte superior del cuerpo, especialmente la espalda, los brazos y los hombros. Puedes comprar una que se ajuste al marco de una puerta, o fabricar una con tubos o cuerdas. Los dominados son un ejercicio básico en el Crossfit, y también puedes hacer variaciones como muscle-ups, kipping o chest-to-bar.
Un rack de musculación y una jaula de sentadillas: son estructuras metálicas que te permitirán hacer ejercicios con una barra olímpica y discos, como sentadillas, pesos muertos, cleans, jerks, etc. Estos ejercicios son muy efectivos para desarrollar la fuerza y la técnica, pero también requieren un mayor espacio, inversión y seguridad. Si no tienes estos elementos, puedes sustituirlos por ejercicios con mancuernas o kettlebells, o con tu propio peso corporal. Un banco, una caja o una silla: son objetos que te servirán para hacer ejercicios como fondos, step-ups, box jumps, etc. Estos ejercicios te ayudarán a mejorar la fuerza y la explosividad de las piernas y el core. Puedes usar cualquier objeto que sea estable y tenga la altura adecuada.
Además de estos elementos, también puedes tener otros accesorios que te faciliten el entrenamiento, como un cronómetro, una esterilla, unas zapatillas adecuadas, unas muñequeras, unas calleras, una toalla, una botella de agua, etc.
¿Qué ejercicios puedo hacer de Crossfit en casa?
Una vez que tienes el equipamiento necesario, el siguiente paso es elegir los ejercicios que vas a hacer. El Crossfit se caracteriza por ser un deporte muy variado, que combina diferentes tipos de ejercicios y modalidades de entrenamiento.
Los ejercicios que puedes hacer de Crossfit en casa se pueden clasificar en tres categorías:
- Ejercicios de peso corporal: son aquellos que solo requieren tu propio cuerpo para realizarlos, como burpees, air squats, push-ups, sit-ups, lunges, handstand push-ups, etc. Estos ejercicios son muy útiles para mejorar la resistencia, la movilidad y la coordinación, y se pueden hacer en cualquier lugar y momento.
- Ejercicios con pesos libres: son aquellos que implican el uso de mancuernas, kettlebells, barras, discos u otros objetos que puedas levantar, como swings, snatches, thrusters, cleans, jerks, etc. Estos ejercicios son muy efectivos para aumentar la fuerza, la potencia y la técnica, y se pueden adaptar al peso y nivel de cada uno. El rack musculación puede ser de gran ayuda para estos ejercicios.
- Ejercicios de cardio: son aquellos que elevan la frecuencia cardíaca y el consumo de oxígeno, como saltar a la comba, correr, remar, nadar, etc. Estos ejercicios son muy beneficiosos para mejorar la capacidad aeróbica, la quema de grasa y la salud cardiovascular, y se pueden hacer dentro o fuera de casa.
La clave para hacer Crossfit en casa es combinar estos ejercicios de forma variada, intensa y divertida. Para ello, puedes seguir diferentes modalidades de entrenamiento, como:
- AMRAP: significa As Many Rounds As Possible, y consiste en hacer tantas rondas como puedas de una serie de ejercicios en un tiempo determinado. Por ejemplo, AMRAP 15 minutos de 10 burpees, 15 air squats y 20 sit-ups.
- EMOM: significa Every Minute On the Minute, y consiste en hacer una cantidad de repeticiones de un ejercicio al comienzo de cada minuto, y descansar el tiempo restante hasta el siguiente minuto. Por ejemplo, EMOM 10 minutos de 5 thrusters y 10 saltos dobles.
- For time: significa Por tiempo, y consiste en hacer una cantidad de repeticiones o rondas de uno o varios ejercicios lo más rápido posible. Por ejemplo, For time 21-15-9 reps de kettlebell swings y push-ups.
- Tabata: es un método de entrenamiento por intervalos de alta intensidad, que consiste en hacer 8 rondas de 20 segundos de trabajo y 10 segundos de descanso de un mismo ejercicio. Por ejemplo, Tabata de air squats.
Estas son solo algunas de las modalidades de entrenamiento que puedes usar para hacer Crossfit en casa, pero hay muchas más. Lo importante es que seas creativo, variado y que te diviertas.
¿Qué precauciones debo tener al hacer Crossfit en casa?
Hacer Crossfit en casa tiene muchas ventajas, como la comodidad, el ahorro y la flexibilidad. Sin embargo, también implica algunos riesgos y desafíos que debes tener en cuenta. Estos son algunos consejos para hacer Crossfit en casa de forma segura y eficaz:
- Calienta bien antes de cada entrenamiento: el calentamiento es fundamental para preparar el cuerpo y la mente para el esfuerzo, prevenir lesiones y mejorar el rendimiento. Dedica al menos 10 minutos a hacer ejercicios de movilidad, activación y elevación de la frecuencia cardíaca, adaptados al entrenamiento que vas a hacer.
- Escoge el nivel adecuado a tu forma física: el Crossfit es un deporte que se puede adaptar a cualquier persona, pero también es muy exigente y puede provocar lesiones si se hace de forma incorrecta o excesiva. Por eso, es importante que elijas el nivel de dificultad, el peso y el volumen de entrenamiento que mejor se adapte a tu condición física actual, y que vayas progresando de forma gradual y controlada.
- Cuida tu técnica y postura: la técnica y la postura son claves para hacer los ejercicios de forma correcta y eficiente, y evitar lesiones o molestias. Para ello, es recomendable que te grabes o te mires en un espejo mientras entrenas, y que corrijas los posibles errores que detectes. También puedes consultar vídeos o tutoriales de expertos que te enseñen cómo hacer los ejercicios correctamente.
- Un banco, una caja o una silla: son objetos que te servirán para hacer ejercicios como fondos, step-ups, box jumps, etc. Estos ejercicios te ayudarán a mejorar la fuerza y la explosividad de las piernas y el core. Puedes usar cualquier objeto que sea estable y tenga la altura adecuada.
Además de estos elementos, también puedes tener otros accesorios que te faciliten el entrenamiento, como un cronómetro, una esterilla, unas zapatillas adecuadas, unas muñequeras, unas calleras, una toalla, una botella de agua, etc.
¿Qué ejercicios puedo hacer de Crossfit en casa?
Una vez que tienes el equipamiento necesario, el siguiente paso es elegir los ejercicios que vas a hacer. El Crossfit se caracteriza por ser un deporte muy variado, que combina diferentes tipos de ejercicios y modalidades de entrenamiento.
Los ejercicios que puedes hacer de Crossfit en casa se pueden clasificar en tres categorías:
- Ejercicios de peso corporal: son aquellos que solo requieren tu propio cuerpo para realizarlos, como burpees, air squats, push-ups, sit-ups, lunges, handstand push-ups, etc. Estos ejercicios son muy útiles para mejorar la resistencia, la movilidad y la coordinación, y se pueden hacer en cualquier lugar y momento.
- Ejercicios con pesos libres: son aquellos que implican el uso de mancuernas, kettlebells, barras, discos u otros objetos que puedas levantar, como swings, snatches, thrusters, cleans, jerks, etc. Estos ejercicios son muy efectivos para aumentar la fuerza, la potencia y la técnica, y se pueden adaptar al peso y nivel de cada uno. El rack musculación puede ser de gran ayuda para estos ejercicios.
- Ejercicios de cardio: son aquellos que elevan la frecuencia cardíaca y el consumo de oxígeno, como saltar a la comba, correr, remar, nadar, etc. Estos ejercicios son muy beneficiosos para mejorar la capacidad aeróbica, la quema de grasa y la salud cardiovascular, y se pueden hacer dentro o fuera de casa.
La clave para hacer Crossfit en casa es combinar estos ejercicios de forma variada, intensa y divertida. Para ello, puedes seguir diferentes modalidades de entrenamiento, como:
- AMRAP: significa As Many Rounds As Possible, y consiste en hacer tantas rondas como puedas de una serie de ejercicios en un tiempo determinado. Por ejemplo, AMRAP 15 minutos de 10 burpees, 15 air squats y 20 sit-ups.
- EMOM: significa Every Minute On the Minute, y consiste en hacer una cantidad de repeticiones de un ejercicio al comienzo de cada minuto, y descansar el tiempo restante hasta el siguiente minuto. Por ejemplo, EMOM 10 minutos de 5 thrusters y 10 saltos dobles.
- For time: significa Por tiempo, y consiste en hacer una cantidad de repeticiones o rondas de uno o varios ejercicios lo más rápido posible. Por ejemplo, For time 21-15-9 reps de kettlebell swings y push-ups.
- Tabata: es un método de entrenamiento por intervalos de alta intensidad, que consiste en hacer 8 rondas de 20 segundos de trabajo y 10 segundos de descanso de un mismo ejercicio. Por ejemplo, Tabata de air squats.
Estas son solo algunas de las modalidades de entrenamiento que puedes usar para hacer Crossfit en casa, pero hay muchas más. Lo importante es que seas creativo, variado y que te diviertas.
¿Qué precauciones debo tener al hacer Crossfit en casa?
Hacer Crossfit en casa tiene muchas ventajas, como la comodidad, el ahorro y la flexibilidad. Sin embargo, también implica algunos riesgos y desafíos que debes tener en cuenta. Estos son algunos consejos para hacer Crossfit en casa de forma segura y eficaz:
- Calienta bien antes de cada entrenamiento: el calentamiento es fundamental para preparar el cuerpo y la mente para el esfuerzo, prevenir lesiones y mejorar el rendimiento. Dedica al menos 10 minutos a hacer ejercicios de movilidad, activación y elevación de la frecuencia cardíaca, adaptados al entrenamiento que vas a hacer.
- Escoge el nivel adecuado a tu forma física: el Crossfit es un deporte que se puede adaptar a cualquier persona, pero también es muy exigente y puede provocar lesiones si se hace de forma incorrecta o excesiva. Por eso, es importante que elijas el nivel de dificultad, el peso y el volumen de entrenamiento que mejor se adapte a tu condición física actual, y que vayas progresando de forma gradual y controlada.
- Cuida tu técnica y postura: la técnica y la postura son claves para hacer los ejercicios de forma correcta y eficiente, y evitar lesiones o molestias. Para ello, es recomendable que te grabes o te mires en un espejo mientras entrenas, y que corrijas los posibles errores que detectes. También puedes consultar vídeos o tutoriales de expertos que te enseñen cómo hacer los ejercicios correctamente.
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Publicado
hace 3 díasen
20 noviembre, 2024La tradición popular atribuye propiedades curativas a los alimentos con vitamina C, pero ¿sabemos cuáles son los alimentos para prevenir resfriados?
Algunos como el ajo, la sopa de pollo o la miel frente al resfriado, la tos, la congestión o la gripe. Sin embargo, en la actualidad no hay ninguna prueba científica que demuestre que su consumo sea beneficioso para este objetivo.
Según ha explicado la doctora Laura Arranz, profesora del Departamento de Nutrición, Ciencias de la Alimenación y Gastronomía de la Universidad de Barcelona, lo que realmente contribuye a prevenir estas enfermedades, e incluso a aliviar sus síntomas, es seguir hábitos de vida saludables y una alimentación equilibrada.
La doctora ha precisado que «más allá de la vitamina C hay muchos nutrientes imprescindibles para el sistema inmunitario. Todas las vitaminas, minerales como el zinc, antioxidantes como los polifenoles o los betacarotenos, grasas como los Omega-3 y las fibras (sobre todo de tipo soluble) son básicos en un cóctel de salud».
MINERALES Y VITAMINAS
Las vitaminas A, C y E, el magnesio, el cobre, el manganeso o el hierro son algunos de los elementos clave en los procesos celurares que ayudan a neutralizar los radicales libres y el estrés oxidativo.
La doctora Arranz ha aclarado que «el funcionamiento correcto del metabolismo y de las defensas antioxidantes requiere la presencia de estos nutrientes en cantidades suficientes». La pregunta que subyace es qué alimentos propocionan estos nutrientes.
Según la experta, «los alimentos de origen vegetal son ricos en antioxidantes, pero especialmente la fruta, las hortalizas, las verduras de hoja verde, las semillas y los frutos secos». Además, ha aconsejado «consumir una buena parte de estos vegetales en crudo o con tiempos de cocción adecuado para que la ingesta de antioxidantes se amayor».
EL ZINC COMO REGULADOR DEL SISTEMA INMUNE
La doctora Arranz ha explicado que «el zinc es un oligoelemento esencial que juega un papel clave en más de 300 enzimas y está involucrado en la comunicación celular, además de desempeñar un importante papel en la regulación del sistema inmune».
Ha añadido, además, que «el déficit de zinc, que afecta al 20% de la población mundial, se asocia a la disminución del sistema inmunitario». Entre los alimentos que contienen zinc se encuentran las carnes, el pescado, los moluscos, las espinacas o los frutos secos.
OMEGA-3: GUARDIÁN DE LAS DEFENSAS
Las grasas Omega-3 son importantes para el sistema inmunitario, para la salud cardiovascular y para la salud visual y cerebral pero además intervienen como precursores de las moléculas antiinflamatorias.
La experta ha detallado que «si queremos cuidar las defensas, debemos aumentar la ingesta de frutos secos, especialmente nueces y almendras, para conseguir un aporte diario de dos gramos de ácido alfa-linolénico y pescado azul para conseguir 200 gramos de ácido docosahexaenoico (ácido graso poliinsaturado omega-3)».
LA FIBRA, UNA COMPAÑERA ALIADA
La nutricionista ha revelado que «la fibra ayuda a la nutrición y el bienestar de las bacterías beneficiosas que residen en el intestino y que juegan a un rol principal en el sistema inmunitario, por lo es imprescindible en el día a día».
Además, la fibra dietética proviene de los alimenos de origen vegetal tales como las legumbres, las semillas, los frutas secos, las verduras o las frutas.
Sin embargo, la doctora ha advertido que las legumbres «puedencausar problemas de flatulencia debido a la gran cantidad de fibra que aportan». Por ello, para evitar este problema ha aconsejado «tomar raciones pequeñas tres veces pro semana en lugar del tradicional plato de legumbres solo un día a la semana».
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La lista de alimentos que ayudan a prevenir gripes, catarros y resfriados es larga… Educo nos la detalla.
1. Pescados, un gran aporte de Omega-3
Los pescados, entre los que destaca el pescado azul, aportan proteínas y Omega-3 al organismo. Estas sustancias ayudan al organismo a proteger los pulmones de las infecciones respiratorias al sintetizar anticuerpos. Ya ves: incluye pescado en el menú semanal. Dos porciones semanales de salmón ayudarán a levantar tus defensas.
2. Cítricos, el consejo de la abuela
¡Y cuánta razón tiene la abuela! Los cítricos son ricos en vitamina C, un nutrientes que puede ayudar a frenar el avance de un resfriado. ¿Lo mejor? Alternar los cítricos consumiendo naranja (muy rica en vitamina C), mandarina (rica en betacarotenes) y limón (gran valor antiséptico que lo convierte en un remedio natural contra el dolor de garganta y la tos).
3. Huevos: proteínas, vitaminas y minerales
Los huevos son un comodín en la cocina, no dudes en prepararlos un par de veces por semana. Un huevo contiene casi 7 gramos de proteína, pero además aporta al organismo vitaminas y minerales, entre los que destacan las vitaminas B6 y B12, el selenio y el zinc, ¡fundamentales para mantener fuerte el sistema inmunológico!
4. Yogur, el poder de los probióticos
Hoy en día se habla mucho de probióticos en la publicidad, pero ¿qué son? Los yogures tienen cultivos vivos que ayudan al sistema inmunológico a evitar que las bacterias malas progresen dentro del cuerpo. ¿Cómo? Muy fácil: si las bacterias buenas son más que las malas, ¡la guerra por la salud está ganada!
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La mayoría de nosotros piensa en un zumo de naranja para ingerir vitamina C. ¿Qué me dirías si te digo que las espinacas, las coles de Bruselas, la lechuga y el brócoli tienen más vitamina C que los cítricos? Incluye estas verduras en la dieta de los peques y si los niños se niegan a comer verduras, ¡disfrázalas! En el enlace te damos ideas al respecto.
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Tanto la cebolla como el ajo ayudan a prevenir y curar la gripe y los resfriados. Ambos tienen propiedades mucolíticas que ayudan a expulsar secreciones. ¿Un consejo? A los peques suele molestarles más la textura que el sabor de estos alimentos, por eso te recomendamos trocearlos y cocinarlos hasta que no sean perceptibles en el paladar. No abuses de ellos y verás que los peques los comen sin casi darse cuenta.
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Incluir la miel en el desayuno de los niños mayores (recuerda que los niños menores de 3 años no deben consumir miel por el riesgo de botulismo) puede ser una gran idea. La miel tiene un efecto preventivo al aumentar las defensas naturales y antitusivo, aliviando la molesta picazón de garganta. Sírvele a tu hijo una tostada con miel o coloca un poco de miel en la leche, ¡le encantará!
10. Frutos secos y legumbres para mantener el calor corporal
Parece una locura pero no lo es: en invierno, perdemos fácilmente el calor corporal, exponiéndonos a toda clase de enfermedades. Los alimentos híper calóricos como las legumbres y los frutos secos aportan la energía necesaria para mantener la temperatura corporal correcta, manteniendo a raya a las enfermedades. Además, tanto los unos como los otros aportan hierro y antioxidantes, fundamentales para mantener el sistema inmunológico fuerte.
11. Frutos rojos, vitamina C en pequeñas dosis
Los frutos rojos aportan vitamina C aunque para que sean realmente efectivos es necesario consumir gran cantidad. Los mencionamos porque ¡son fáciles de incluir en la dieta y a los peques les encantan! ¿Quién puede resistirse a las fresas, las moras y los arándanos? Incorpóralos al yogur o haz un rico batido de frutos rojos con leche.
12. Setas, propiedades antibacterianas
Las diversas setas, hongos y champiñones tienen propiedades antibacterianas que ayudan a combatir las enfermedades. Utilízalos en tostadas, cremas o como acompañamiento para carnes. Una buena alimentación es tan importante como un buen abrigo. Este invierno no lo dudes y prepara un menú equilibrado que incluya estos alimentos para prevenir gripes, catarros y resfriados.
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