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Cultura

Datan en 1822 el cartel taurino más antiguo de la Biblioteca Valenciana

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cartel toros
EFE

València, 17 ago (EFE).- La Biblioteca Valenciana Nicolau Primitiu ha datado un cartel taurino de una corrida de toros celebrada en València el 11 de agosto de 1822, con lo que se trata del cartel taurino más antiguo que conserva esta institución.

El cartel carece de referencia espacio temporal, de manera que la investigación se ha realizado con los datos que aporta el texto sobre las instituciones benéficas que cita, los toreros que actuaban ese día y sus características tipográficas.

Sus dimensiones son de 35 x 32 cm, en formato horizontal, con un texto orlado sin grabados, con letras negras sobre fondo verde, según ha informado la Generalitat en un comunicado.

Está encabezado con las palabras «Aviso al público», que no será lo habitual en los carteles posteriores del coso valenciano, pero sí en otros contemporáneos de otras plazas en esas fechas.

El cartel anuncia la venta de entradas el «domingo 11 de agosto» sin citar el año, pero se deduce que es de 1822 porque en el «Diario de la Ciudad de Valencia» del 5 de agosto de ese año se encuentra una confirmación de que había corrida de toros programada para los días 11 y 12, a través del anuncio de la subasta de la venta de bebidas en la plaza.

En cuanto al lugar, el texto cita tres centros: el Hospital Nacional y General, la Casa de Beneficiencia y la Casa de Nuestra Señora de la Misericordia, que existen en València en el periodo del Trienio Liberal (1820-1823).

También es de ese periodo político la denominación «Ayuntamiento constitucional» y «Gefe político Superior de esa provincia», como aparece en el cartel.

Las reses que se lidian son «Toros navarros de José Murillo, vecino de Egea de los Caballeros», ganadería activa en la década de los veinte del siglo XIX; se ha identificado a todos los matadores y picadores de vara que participan en el festejo y se ha ratificado que estuvieron activos en el año 1822.

Uno de ellos es José Orillana, un picador de toros nacido en Sevilla en 1770, que es clave para la investigación porque falleció en 1830 como consecuencia de las heridas sufridas al ser empitonado por un toro.

Por tanto, el cartel taurino tiene que ser anterior a 1830 y el 11 de agosto que fue domingo anterior a ese año, es en el año 1822.

El técnico que ha datado el cartel es Germán Perales, responsable del fondo gráfico de la Biblioteca Valenciana.

Además de ser el centro bibliográfico principal de la Comunitat y de custodiar más de millón y medio de documentos, la Biblioteca Valenciana despliega una labor de investigación y contextualización de las imágenes, textos y carteles con el objetivo de profundizar en la cultura valenciana y entender mejor la historia de este territorio.

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Cultura

Muere a los 55 años Esther Uria, actriz de ‘Hospital Central’ y ‘Cuéntame cómo pasó’ 

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Esther Uria
Esther Uria, en una imagen del sindicato vasco de actores. (Euskal Aktoreen Batasuna)

El mundo de la interpretación y la cultura vasca llora la pérdida de Esther Uria, actriz y pedagoga donostiarra conocida por sus papeles en series de televisión tan emblemáticas como Hospital Central, Cuéntame cómo pasó, Doctor Mateo o El comisario.
La intérprete falleció el pasado jueves 23 de octubre a los 55 años, en el Hospital Donostia, tras sufrir una breve enfermedad que sorprendió a familiares, compañeros de profesión y antiguos alumnos.

Su muerte ha provocado un hondo pesar en el sector audiovisual y educativo, donde era muy querida por su doble faceta como actriz y docente.


Una artista con alma de educadora

Nacida en San Sebastián, Esther Uria se formó en Arte Dramático y dedicó buena parte de su vida a unir dos de sus grandes pasiones: el teatro y la educación.
En el escenario, destacó por su talento natural, su versatilidad y su compromiso con los textos clásicos y contemporáneos. Participó en obras como La cacatúa verde y La importancia de llamarse Ernesto, donde demostró una sólida técnica interpretativa.

Su rostro también se hizo familiar en la pequeña pantalla, con participaciones en algunas de las series más populares de la televisión española.
Entre ellas, Cuéntame cómo pasó, El comisario, Doctor Mateo y Hospital Central, donde interpretó a personajes secundarios cargados de humanidad y cercanía.


Una nueva etapa dedicada a la investigación y la enseñanza

En 2008, en el punto álgido de su carrera artística, decidió dar un giro radical y retomar sus estudios universitarios. Su inquietud intelectual la llevó a obtener el Premio Extraordinario en Educación Especial y la Licenciatura en Psicopedagogía con Premio Fin de Carrera.
Posteriormente, cursó un Máster de Formación del Profesorado en Secundaria (2012) y una beca internacional en la Universidad de Victoria (Canadá) para desarrollar una tesis sobre el teatro como herramienta pedagógica para fomentar la convivencia en las aulas.

Esa investigación culminó en 2018 con su doctorado en la Universidad del País Vasco (EHU/UPV), bajo el título:
Diseño, desarrollo y evaluación de un programa basado en las técnicas del sistema teatral para el fomento de la convivencia positiva en el alumnado de secundaria del País Vasco.

Con este trabajo, Esther Uria consolidó una línea de investigación pionera sobre el poder del teatro como motor educativo y emocional.


Teatro, pedagogía y vida: su legado

Pese a su dedicación a la docencia, Esther Uria nunca abandonó del todo los escenarios. En 2013, junto a su pareja y colaborador artístico Edu Errondosoro, estrenó la obra Cada día es solo una vez al día, un montaje íntimo y reflexivo sobre la importancia de la risa, el amor y el presente.

En una entrevista concedida a El Diario Vasco, Uria resumía su filosofía vital con una frase que hoy resuena con fuerza:

“No nos lamentamos del pasado, tenemos el presente y una forma muy positiva de vivirlo es empezar a hacerlo con humor reflexivo. Vivamos el presente con humor y amor.”

Esta obra representaba fielmente su manera de entender la existencia: optimismo, resiliencia y humanidad. A través de su trabajo, defendía que el teatro no solo debía emocionar, sino también educar y sanar.


Una figura querida en Donostia y en el ámbito cultural vasco

En el País Vasco, su figura trascendía el ámbito artístico. Esther Uria fue reconocida por su compromiso con la cultura local, la enseñanza inclusiva y la promoción del arte como herramienta de convivencia.
Sus compañeros de la Universidad del País Vasco la definen como “una mujer brillante, entusiasta y profundamente humana”.

También numerosos intérpretes que coincidieron con ella en platós y escenarios han expresado su tristeza en redes sociales, recordando su sonrisa constante, su humildad y su forma de hacer del teatro un espacio de encuentro.


El adiós a una vida dedicada al arte y la educación

La muerte de Esther Uria deja un vacío en el panorama cultural español, pero también un legado de inspiración para nuevas generaciones de actores, docentes y creadores.
Su vida fue una lección sobre cómo reinventarse sin perder la esencia, y cómo el arte puede convertirse en una herramienta de transformación personal y social.

El funeral se celebrará en Donostia-San Sebastián en la más estricta intimidad familiar, aunque sus allegados no descartan organizar más adelante un acto público de homenaje para celebrar su vida y su obra.

A los 55 años, Esther Uria se despide dejando tras de sí una huella imborrable: la de una mujer que hizo del teatro una forma de entender el mundo y del humor una forma de resistirlo.

Las tragedias de los protagonistas de la serie Hospital Central

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