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Estos son los nombres más repetidos en España

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Material intervenido al detenido. Foto: Policía Nacional.

Los nombres evolucionan con el tiempo y muchos españoles ya no ponen a sus hijos los nombres tradicionales, como los que llevan los políticos que superan los 50 o 60 años. Hoy en día, nombres menos comunes como Neo o Zohan para los niños, y Mía o Ayzal para las niñas, están en auge.  Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), los nombres más repetidos en España siguen siendo Antonio y Mari Carmen, con 614.853 y 630.253 personas respectivamente, pero sus portadores tienen edades medias de casi 58 y más de 60 años.

Los nombres más repetidos en España

Los siguientes nombres masculinos más frecuentes son Manuel (edad media de 56 años), José (62,6) y Francisco (59,4), mientras que los nombres femeninos son María (48,2 años de media), Carmen (60,4) y Ana María (55,2).

En contraste, algunos nombres muy poco comunes como Acindino y Acracia tienen una edad media mucho mayor: 82,9 años y 85,6 años respectivamente.

Entre los más jóvenes, los nombres más populares para niños de hasta 10 años son Mia, Lya, Juno, Roma y Vega entre las chicas, y Neo, Teo, Amir, Cesc y Kike entre los chicos. Esto refleja una tendencia hacia nombres más cortos.

Sin embargo, también hay nombres de niños con menor edad media como Uhammad Zohan (1,4 años), Gurbaaz (1,7), Zohan (2,2), Nyan (2,3) y Sanad (2,6), y de niñas como Ayzal (1,1 años), Irha (1,5), Mirha (1,7), Chloe Antonella (2,3) y Zimal (2,4).

Estadística indica que muchos de estos nombres se inspiran en apelativos indios, marroquíes, turcos, de cantantes o personajes de anime, como Eren, y otros de telenovelas, series o películas, como Aurah, Yaren, Vaiana, Lexa, Cataleya, Arya, Khaleesi o Daenerys.

La evolución de los nombres

Pedro: Alcanzó su apogeo en los años 1930, cuando dos de cada 100 niños recibían este nombre. Ha disminuido hasta 3,3 de cada 1.000 en 2020. Actualmente hay más de 210.000 Pedros, con mayores tasas en Murcia (27,4 por mil), Jaén (24,9 por mil) y Albacete (21,3 por mil).

Alberto: Hay casi 179.000 Albertos. En los años 80, 13,4 de cada mil niños nacidos recibían este nombre, pero hoy solo 2,8 por mil. Las mayores concentraciones están en Madrid (15 por mil), Valladolid (14,5) y Burgos y Zaragoza (13 por mil).

Yolanda: Muy popular en los años 70 con una tasa de 11,9 por mil, hoy casi en desuso, con solo 52 niñas bautizadas así en la última década. Hay 91.530 Yolandas, con tasas más altas en Barcelona (7 por mil), Bizkaia (6,4) y Madrid (6,2 por mil).

Santiago: Aunque menos común que Pedro y Alberto, hay casi 109.000 Santiagos. Fue más utilizado en las décadas de 1930 a 1950, con tasas por encima de 6,2 por mil, y cayó a 2,8 en 2010. Sin embargo, ha vuelto a subir a 3,3 por mil en la actualidad, similar a Pedro y superior a Alberto.

Estos datos reflejan no solo las tendencias actuales en los nombres de recién nacidos en España, sino también cómo la evolución cultural y mediática influye en la elección de nombres para las nuevas generaciones.

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Quién es Antonio Hernández y por qué Sánchez lo ha cesado tras el escándalo del caso Salazar

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Antonio Hernández-Portal de Transparencia del Gobierno/ PSOE

Cese inminente en el Gobierno

El Consejo de Ministros aprobará este martes el cese de Antonio Hernández, hasta ahora director del Departamento de Coordinación Política en el Gabinete de la Presidencia del Gobierno, después de la gestión interna del caso Salazar, donde dos militantes socialistas denunciaron presunto acoso sexual por parte del exasesor Paco Salazar, colaborador estrecho del Gobierno en análisis electoral.

Moncloa asegura que el cese se toma “con contundencia” tras conocer los hechos denunciados y que la decisión ha sido compartida con Hernández, quien habría admitido que su continuidad en el cargo “no era sostenible” desde el momento en el que estalló el escándalo.

La vicepresidenta primera, María Jesús Montero, ha decidido también apartarlo de la Ejecutiva del PSOE de Andalucía, donde ejercía como responsable de la Secretaría de Datos.

Quién es Antonio Hernández

Hernández desempeñaba uno de los cargos más estratégicos dentro del núcleo presidencial: el director de Coordinación Política del Gabinete de Moncloa, encargado de asesoramiento, apoyo y refuerzo del programa político del Gobierno, según el Portal de Transparencia.

Formado como técnico especialista en Publicidad, ha trabajado en Presidencia del Gobierno, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla, y era una figura de confianza dentro de los equipos de análisis electoral.

Su vinculación con Paco Salazar —exmilitante socialista y asesor político— ha sido determinante en la decisión política. Varias trabajadoras que denunciaron internamente el comportamiento de Salazar mencionaron a Hernández como presunto “cómplice” o “encubridor”, extremos que él niega, aunque asegura que se aparta por responsabilidad y para proteger al Gobierno.

Malestar creciente en el PSOE

El cese no llega en un clima político sencillo. La militancia y cargos intermedios del PSOE critican la tardanza en la gestión de las denuncias internas, algo que ya ha reconocido públicamente el partido. El comunicado enviado el viernes a las federaciones admitía que “no se estuvo a la altura” con las denunciantes.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se refirió por primera vez al caso durante los actos del Día de la Constitución, asumiendo personalmente la responsabilidad por el retraso y reconociendo que no había hablado con las denunciantes en meses.

El malestar interno crece ahora en torno a la pregunta clave: ¿debe el PSOE llevar el caso a la Fiscalía o deben hacerlo exclusivamente las denunciantes?

Debate interno: Fiscalía, responsabilidades y gestión

Sánchez defiende que la decisión pertenece únicamente a las víctimas. Si presentan denuncia formal ante la Fiscalía, asegura que recibirán todo el apoyo jurídico, institucional y personal del partido.

Sin embargo, otras voces dentro del Gobierno y del partido consideran que el PSOE debería llevar el caso por iniciativa propia, sin esperar a las mujeres denunciantes. El mensaje no es uniforme: mientras la dirección se alinea con Sánchez, algunos altos cargos reclaman una posición más proactiva.

Desde el Ejecutivo admiten errores:

“El caso se ha gestionado muy mal. No hemos acompañado correctamente y no se puede tardar tanto tiempo. Ha faltado diligencia”.

Una alta fuente de Moncloa es aún más explícita:

“No hemos estado encima y no lo entiendo. La reunión telemática con las responsables de Igualdad no ha servido. Persisten división y ruido interno”.

Las palabras de Carmen Calvo

La exvicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo, ahora presidenta del Consejo de Estado, apuntó este fin de semana en una entrevista a la existencia de “liderazgos testosterónicos e hiper-masculinizados” dentro de la política cuando se le preguntó por los escándalos que afectan al PSOE.

Calvo recuerda que ella misma trasladó al partido anteriormente denuncias sobre comportamientos machistas, lo que aumenta el debate interno sobre los protocolos y la cultura política en torno a igualdad, denunciantes y gestión de casos sensibles.

Último pleno del año y nuevas tensiones

El miércoles se celebrará la última sesión de control del año, con polémica añadida: el Gobierno ha informado que siete ministros no estarán disponibles para ser preguntados, entre ellos:

  • María Jesús Montero, señalada por haber blindado o protegido a Salazar en Ferraz y Moncloa

  • Pilar Alegría, que fue fotografiada en noviembre comiendo con Salazar cuando este ya había sido denunciado

Para el Partido Popular, las ausencias no están justificadas y su portavoz en el Congreso, Esther Muñoz, reclama un cambio reglamentario para evitar que los ministros puedan esquivar preguntas clave en una situación de crisis política.

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