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ENTREVISTA| Ágatha Ruiz de la Prada se convierte en la nueva imagen de una web de citas

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MADRID, 26 Abr. (CHANCE) – Ágatha Ruíz de la Prada ha demostrado que no hay edad para encontrar al amor de tu vida. La diseñadora de moda es la nueva imagen de ourtime.es, una web de citas en las que personas de todas las edades pueden encontar pareja a través del ordenador.

Ágatha ha hablado sin tapujos sobre las relaciones asegurando que aunque no sabe lo que busca, le gustaría ligar más porque «nunca es suficiente». Respecto a si sus hijos emplean o no este tipo de páginas, ella misma ha asegurado que cree que no, pero que lo desconoce.

CHANCE: Explícanos un poco que es esto de ourtime.es, creo que ya te has hecho tu propio perfil para que puedas conocer a hombres…

Ágatha Ruíz de la Prada: Es muy divertido porque yo he visto que la gente joven buscaba pareja por internet y yo era incapaz y pensé yo esto no sé cómo se hace pero claro cuando me llamaron pensé que divertido (…) es surrealista que yo vaya hacer la campaña de una web de citas

CH: ¿Qué quieres buscar?

Á.R: No tengo ni idea.

CH: Pasan los años pero seguimos sin saber lo que queremos ¿lo que no quieres si lo sabrás no?

Á.R: No porque a lo mejor algo que te parece fatal te encanta o uno que te parece fenomenal no te gusta.

CH: Abriéndote a nuevas experiencias ¿te veías tú que con los años te ibas a abrir a nuevas experiencias?

Á.R: Nunca me imaginé yo que iba a estar metida en este asunto es algo que me ha chocado nunca lo imagine como dije al principio yo tengo edad de tener nietos no de buscar novios.

CH: Yo creo que no hay edad para eso.

Á.R: Pero luego he visto gente que me ha animado.

ÁGATHA RUÍZ DE LA PRADA: «ANTES NO LIGABA»
CH: Digamos que te has acomodado por la situación porque tras tambalearte por la separación que es lo normal ¿te has acomodado a vivir solo a mandar sobre tu vida?

Á.R: Bueno yo siempre he mandado mucho de ir entras y salir y hacer lo que me daba la gana y ahora aun no me he acomodado porque lo veo fatal no te puedes acomodar y me ha ayudado muchísimos las redes sociales.

CH: A mí me da envidia que tienes mucha energía también porque hay que tenerla para llevar esa vida.

Á.R: No es energía es que te tiene que divertir, desfilas en Nueva York y luego no quieres dejar de desfilar.

CH: Todas estas páginas están creadas por eso porque es muy difícil encontrar gente a estas edades además apuntabas que estas abierta a que te lleve un hombre más joven.

Á.R: Bueno yo conozco gente nueva todos los días.

CH: Has dicho que habías ligado más ahora que antes no sé si es una forma de hablar o es real.

Á.R: Yo es que antes no ligaba.

CH: Y ahora ligas mucho.

Á.R: Me gustaría ligar más. Nunca es suficiente.

CH: ¿Tus hijos han utilizado este tipo de paginas te han dado algún consejo?

Á.R: Mis hijos no lo utilizan que yo sepa.

CH: ¿Algún proyecto nuevo?

Á.R: En 10 días hemos hecho 9 desfiles y estrenar un ballet.

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8 años sin Chiquito, el creador del idioma ‘Grijarder’

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VÍDEO | Chiquito de la Calzada, homenajeado con un semáforo que repite sus frases
Chiquito de la Calzada

Como cada año por estas fechas, los medios de comunicación sacaremos las «listas del año»: que si las mejores películas, las canciones más escuchadas en la plataforma de moda. Incluso hay recuento de las palabras más utilizadas en cada país.

Precisamente, por estas fechas, un día como hoy de hace ocho años fallecía un humorista capaz de revolucionar por completo el Diccionario de la Real Academia de la Lengua.

Necesitábamos revolucionar nuestro lenguaje, sin necesidad de que lo hicieran desde fuera con nuevos vocablos. Y de eso se encargó, por la gloria de mi madre, Chiquito de la Calzada.

El humorista, cantaor y actor cómico revolucionó nuestra lengua. Todo el mundo niños, mayores, ancianos; ricos y pobres; perros y gatos. Nadie podía evitar contagiarse de esos vocablos que nos traía ese hombre y su nueva lengua, el grijander. Porque si esta persona fue capaz por aquel entonces de batir con más de cuatro millones de espectadores de audiencia un partido de Champions del todopoderoso Real Madrid, seguro que es capaz de terminar con la lengua de Shakespeare en un abrir y cerrar de ojos.

Así creo que sería justo que Chiquito de la Calzada tuviera una silla en la Real Academia Española (RAE) para darle aires nuevos a nuestra lengua y dejar de tomar palabras de otras.

¿Para qué queremos el spanglish? Ya puestos a inventar e incluir palabras nuevas prefiero que por lo menos sean graciosas.

Aquí van los motivos que refrendan el movimiento #chiquitoalarae

Palabra de Chiquito (de la Calzada)

Te das cuen; Quietorr; por la gloria de mi madre; al ataquerr; cobarde; pecador de la pradera; Bambino; jaaarl; era el año 4; ese caballo que viene de Bonansa; mamarl; no puedorl; asexuar; no te digo trigo por no llamarte Rodrigo; apitican de morenau; no puede sé; torpedor; y un largo, largo etcétera.

Que levante la mano aquel que no haya dicho ninguna palabra salida de esa brillante y lúcida mente.

Mi duda es, si la gente hizo suyo ese lenguaje, ¿por qué ninguno de esos términos está en el diccionario?

El idioma Grijander o chiquitistaní

En un país como España en el que todo el mundo tiene nivel medio de inglés aunque luego no sepa ni preguntar la hora, el grijander sería el segundo idioma que tanto nos exigen. Porque Chiquito tiene un método mucho mejor que Vaughan.

Ya imagino esos diccionarios de Español-Grijander/ Grijander-Español.

¿Podría ser el grijander ese idioma esperanto con el que todo el mundo pudiera entenderse con un simple “¡Jaaarl!”?

Su conjugación y formación de palabras es muy sencilla: simplemente basta con añadir las terminaciones “rr” (¿cómorr?), “rl” (fuegorl),… y otras muchas que el espíritu chiquitistaní nos sugiera.

Con el idioma Grijander no existirían las discusiones de si hay que llevar una canción a eurovisión en español o en inglés. Imaginad una versión del “La, la, la” de Massiel. No sería difícil: “Jarl, jarl, jarl”. ¡Nos votarían hasta los países del este! (Que tomen nota los del BenidormFest)

El doctor Grijander

Si hay un médico famoso en nuestro país, ese es el doctor Grijander.

Pupitas en el fistro de abajo; revisiones del diodeno; amatomas sexuales;… no había especialidad que se le resistiera.

Por muy asustado que estuviera el paciente, el doctor Grijander siempre sabía cómo tranquilizarlo con su “¡reláaajese usted!” o el “¡Ten cuidadín no te hagas pupita en el fistro duodenaaal!”

Insultar con gracia

Chiquito te ofrecía la posibilidad de decirle a tu jefe en toda su cara “Me cago en tus muelars… Eres un fistro-pecador-cobarde” Y no solo no te despedía, sino que te subían el sueldo y te ascendían a director.

Fácil de aprender (no requiere de un nivel alto de estudios)

Por aquel entonces sin internet, wikipedias, ni redes sociales, todos sabíamos de memoria sus consignas ya fueras muy listo o no tan listo. Tal vez no recordáramos ya los afluentes del Tajo pero sí que el sastre de Tarzán trabajaba poco; que había un hombre que había nacido después de los dolores; que había gente que en vez del graduado tenía una etiqueta de anís del mono o que se podía freír un huevo con saliva.

Gromenauer, Peich,… números y letras fáciles de recordar. ¿Para cuándo unos Cuadernos Rubio?

Sensualidad y sexualidad

Las novelas eróticas que están tan de moda en la actualidad no serían los mismo si se escribiera en el idioma de Chiquito (serían mejores):

“El señor Grey la recibirá ahora para borrarle el cerito mientras hacen guarreridas españolas con el fistro sexual. Después irán en helicopteror hasta su habitación roja donde allí le hará la caidita de Roma varias veces hasta que grite: ¡Por la gloriaa de mi madrer!”.

¿Y los anuncios de colonias? También cambiarían ligeramente. La imagen en blanco y negro de ese hombre perfectamente esculpido en busca de su camisa en un interminable vestidor mientras camina dando pequeños saltitos con la mano en sus lumbares. Una vez vestido, mirada a cámara frunciendo el ceño en plan malote y grito: ¡¡¡Al ataaqueeerrr!!!

¿Os imagináis a Kate Moss en un anuncio de “A-canemor”, la fragancia para ella”?

El movimiento chiquito

No me refiero a ningún partido, moda o grupo social.  Me refiero a esos pequeños saltitos que hacía el señor Chiquito para caminar con la mano colocada en las lumbares como si tuviera un terrible dolor. Esa perfecta coreografía no era algo banal ni superfluo, era una forma de ser. Una forma de vida. One lifestyle que dirían otros.

Si el siglo XXI nos ha traído a los metrosexuales y a los hipster, los últimos años del siglo pasado nos dejó el chiquitismo como forma de ver las cosas y afrontar el día a día. ¿Por qué no recuperarlo ahora?

Si el chiquitismo hubiera surgido hoy en día en pleno auge de las redes sociales y sus vídeos virales, estoy seguro que hasta el mismísimo Obama habría aparecido en la portada de la revista Time con el titular: “I can´t, can´t”.

Incluso las crisis económicas se podrían afrontar de una manera bien distinta.

–Periodistas: ¿Cómo esta el asunto?

–Político: La cosa está muy malitaaaar.

–Periodistas: ¿Sabría decirnos cuándo saldremos de la crisis?

–Político: No puedorr, no puedorr… ¡jaaaarl!

Y la sociedad ante eso habría reaccionado de otra manera seguro: “nos hemos quedado sin trabajo pero ¡nos hemos reído!”, comentarían por las calles los ciudadanos entre lágrimas de alegría.

Expresiones llenas de sabiduría popular

Tengo más nervios que un filete de cinco pesetas; Trabajas menos que el sobaco de un churrero; Te mueves más que los precios;…

Son solo unos pocos ejemplos de las cientos y cientos de expresiones que a mediados de los 90 invadieron nuestras conversaciones. Contar la comparación más ocurrente se convirtió en deporte nacional, creciendo de paso el ingenio lingüístico de los españoles.

Por eso, desde aquí pido (exigir me parece demasiado) una silla en la RAE para don Chiquito de la Calzada, con el fin de salvar nuestra lengua de la invasión anglosajona.

Él que tanto hizo revolucionando nuestro lenguaje merece un asiento o incluso un tresillo. El de la letra Peich.

¡Hasta luego… Lucas!                                          

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