Síguenos

Buenas noticias

Familia Quintero Beltrán vuelve a su casa 7 meses después del 29-O gracias a voluntarios

Publicado

en

La familia Quintero Beltrán, residente en Alfafar (Valencia), logró regresar a su hogar siete meses después de la devastadora dana del 29 de octubre de 2024, una de las riadas más letales en la historia de España. Su vivienda quedó completamente anegada, con marcas de agua visibles en el portal, y perdió muebles, electrodomésticos y recuerdos de toda la vida.

Recuperación gracias a la solidaridad

Volver a casa fue un proceso largo y doloroso. La familia tuvo que retirar más de 10 toneladas de fango del subsuelo y reparar los daños estructurales. Amancio Quintero, padre de familia, se infectó de una bacteria al limpiar el barro, perdiendo más de 30 kilos. Fanny Beltrán, madre, reconoce que sin la ayuda de voluntarios y organizaciones como la Fundación Madrina, no habrían logrado recuperar su hogar.

Apoyo de comercios y organizaciones

Varios comercios locales donaron materiales como suelos, azulejos y sofás, mientras que la Fundación Madrina facilitó electrodomésticos esenciales a través de donaciones recogidas en Madrid. La familia invirtió más de 70.000 euros en la reconstrucción, de los cuales solo 3.000 provinieron de ayudas estatales.

Secuelas psicológicas de la dana

El impacto de la dana no se limita a los daños materiales. Fanny ha comenzado terapia psicológica por estrés postraumático, y su hija Mariana muestra signos de apego y ansiedad, ya que vivió sola la riada. La Generalitat Valenciana ha registrado un aumento del 25% en consultas psicológicas en municipios afectados.

Situación general de los damnificados

Cientos de familias en Valencia siguen viviendo en hogares temporales, enfrentando la quiebra económica debido a los costos de reparación y la hipoteca. El Instituto Valenciano de la Edificación ha declarado 1.458 viviendas inhabitables, mientras que la Cámara de Comercio de Valencia estima que un 6% de las empresas afectadas han cerrado definitivamente.

En Alfafar, muchos servicios comunitarios aún no han reabierto, como parques infantiles, colegios o centros de mayores, lo que agrava la sensación de vulnerabilidad y precariedad de los vecinos.

Plan de ayuda de la Fundación Madrina

La Fundación Madrina ha distribuido más de 300 toneladas de ayuda a unas 20.000 familias vulnerables en Valencia, incluyendo alimentos frescos, frutas, verduras y proteínas. El plan de la organización contempla expandir sus puntos de distribución y garantizar alimentación de calidad durante un año completo a los damnificados de municipios como Torrent, La Torre, Catarroja, Benetússer, Alfafar y Montserrat.

Fanny Beltrán resume el sentimiento de la familia: “Si no es por los voluntarios, no habríamos podido recuperarnos. Hoy volvemos a casa definitivamente, aunque nos quedan cosas por pulir, es habitable y podemos empezar de nuevo”.

Puedes seguir toda la actualidad visitando Official Press o en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter o Instagram y también puedes suscribirte a nuestro canal de WhatsApp.

Advertisement
Click para comentar

Tienes que estar registrado para comentar Acceder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Buenas noticias

El corazón solidario de Valencia construye futuro y formación en Costa de Marfil

Publicado

en

La solidaridad y generosidad valenciana han hecho posible la construcción de nuevas aulas de formación en el Seminario Redemptoris Mater de Costa de Marfil, un proyecto misionero que está transformando la vida de jóvenes en uno de los barrios más pobres de Abidjan.

Vuestro corazón valenciano ha construido un puente de amistad que llega hasta Costa de Marfil”, ha afirmado el misionero David Martínez, impulsor de esta iniciativa. “Os pido que esta llama de generosidad valenciana ilumine y levante las paredes del futuro para estos jóvenes”, añadió emocionado.


Un proyecto nacido en Valencia que cambia realidades

La historia de este proyecto comenzó en 2024, cuando el misionero David Martínez presentó en Valencia su propuesta de levantar aulas en el seminario donde desarrolla su misión desde 2010. Desde entonces, las ayudas de fieles, parroquias y entidades valencianas no han cesado.

Actualmente, el nuevo edificio ya cuenta con cimientos, muros, varias plantas y tres aulas terminadas, dos de ellas dedicadas a la formación en informática. Está situado dentro del complejo del seminario y de la parroquia local, en Yopougon, un distrito de Abidjan con graves dificultades de acceso a la educación.

“El objetivo es evitar que los seminaristas deban desplazarse cuatro horas diarias para asistir a clase. Estas aulas servirán también como espacio de catequesis, talleres y formación para jóvenes del barrio”, explicó el misionero.


Un espacio de estudio, encuentro y evangelización

David Martínez destaca que el proyecto va más allá de la infraestructura: “Muchas veces me encuentro a jóvenes estudiando bajo las farolas. Tener un espacio digno donde reunirse, hablar y aprender es un acto de justicia. Será un lugar de evangelización y esperanza”.

Gracias a la ayuda valenciana, el seminario podrá ofrecer una formación de calidad a los futuros sacerdotes y misioneros, que después llevarán su labor a otras regiones de África y del mundo.

“Allí los estudios son muy caros, por eso ir a la escuela o a la universidad se vive con esfuerzo y compromiso. Lo que nosotros consideramos normalidad —tener luz, internet o agua— allí no sucede”, subraya Martínez.


Segunda fase de las obras y llamamiento solidario

Tras el éxito de la primera fase, el proyecto se encuentra a punto de iniciar una segunda etapa de construcción. En ella se realizarán trabajos de fontanería, electricidad, pavimentación y mobiliario, además de la ampliación de una planta adicional para crear una biblioteca y un centro de estudios.

Este nuevo espacio servirá también como punto de encuentro entre la cultura africana y la europea. El misionero ha hecho un nuevo llamamiento a la solidaridad de las parroquias y de los valencianos, a través de la Fundación Ad Gentes del Arzobispado, para continuar levantando esta obra educativa y evangelizadora.


Un “laboratorio de vocaciones” en Abidjan

El Seminario Redemptoris Mater acoge actualmente a 40 seminaristas, muchos de ellos jóvenes que inician su camino vocacional, aunque también hay vocaciones adultas.

“Tenemos un seminarista italiano de 59 años que retomó su vocación tras haber completado su formación religiosa. Convivir con personas adultas y jóvenes eleva el nivel de disciplina, compromiso y alegría”, afirma Martínez.

El sacerdote define el seminario como “un verdadero laboratorio de vocaciones”, donde se forma una nueva generación de misioneros con espíritu de entrega y servicio.


Costa de Marfil: un ejemplo de convivencia interreligiosa

Costa de Marfil es un país con una población musulmana y cristiana al 50%, que destaca por su convivencia pacífica. “No hay divisiones; la colaboración entre comunidades es plena”, asegura el misionero.

Dentro de su labor pastoral, Martínez recorre comercios y empresas locales buscando apoyo para los proyectos. “Vivimos de la caridad. En muchos establecimientos, dirigidos por musulmanes, me reciben con un ‘padre, bienvenido, te estábamos esperando’. La solidaridad aquí no tiene fronteras”, relata.


Testimonio de una vocación que no se rinde

David Martínez nació en el Seminario Redemptoris Mater de Finlandia, donde concluyó sus estudios en 2008. Tras misiones en Estonia y Costa de Marfil, decidió quedarse en este último país justo antes de la guerra civil de 2010.

“Fue la primera vez que escuché disparos de metralleta. Muchos huyeron, pero los misioneros decidimos quedarnos porque había una misión más urgente que salvar la vida: la de acompañar a las personas”, recuerda.

Durante el conflicto, las iglesias católicas se convirtieron en zonas neutrales, verdaderos refugios para la población. “Fue un tiempo duro pero también de gran intimidad con el Señor”, confiesa.


Un puente de amistad entre Valencia y África

Muy unido a la diócesis de Valencia, donde cursó estudios y fue acogido por la parroquia de Santiago Apóstol de los Cooperadores de la Verdad, el misionero subraya el papel esencial de la comunidad valenciana en este proyecto.

Vuestro corazón valenciano ha construido un puente de amistad que llega hasta Costa de Marfil. Os pido que esta llama de generosidad valenciana ilumine y levante las paredes del futuro para estos jóvenes”, concluye el sacerdote.

Puedes seguir toda la actualidad visitando Official Press o en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter o Instagram y también puedes suscribirte a nuestro canal de WhatsApp.

Continuar leyendo