Cultura
El periodista Javier Pérez Campos nos cuenta la verdad sobre los fenómenos poltergeist en casas
Publicado
hace 4 añosen

Hay novelas que te atrapan. Esas que desde que ves la portada se produce una atracción hipnótica que hace imposible despegar los ojos de las páginas. Y eso sucede con «Los Intrusos» la última novela del periodista y escritor Javier Pérez Campos.
Muchos reconoceréis su rostro por ser reportero del programa «Cuarto Milenio».
A sus espaldas, centenares de historias y fenómenos extraños, o por lo menos sin una explicación lógica, que ahora recoge en esta obra con la que repasa hechos nuevos que a todos nos resultan familiares, contados con una pasión que te engancha.
Javier Pérez Campos, autor de ‘Los Intrusos’: «La muerte nos angustia porque es un paso hacia lo desconocido»
Tras «Los Otros» y «Los Guardianes», Javier Pérez Campos recopila en «Los Intrusos» las historias más oscuras y fenómenos poltergeist relacionadas con casas y lugares en los que se perciben presencias, sombras; lugares en los que sus habitantes sienten que no están solos.
Estructurada a modo de dossier, cada capítulo te permite acompañar al autor en sus investigaciones, haciendo partícipe al lector de cada caso.
Un hotel por cuyos pasillos se atisba la figura de un niño. Un viejo cortijo que esconde una trampilla tras la que se intuye un secreto.
Un antiguo castillo donde el sonido de un piano que nadie toca rompe el silencio cada noche.
Todos hemos oído historias de lugares encantados, pero… ¿y si ocurrieran en tu propia casa? ¿O en el hotel en el que te alojas? ¿Conoces la historia de esas paredes? ¿Quién las habitó antes? Como nos dice su autor, los edificios esconden secretos, un pasado sombrío, un crimen atroz o un cadáver bajo los cimientos.
Official Press ha entrevistado a Javier Pérez Campos para adentrarnos de su mano en los misterios que guardan las páginas de «Los Intrusos».
Javier Pérez Campos
-¿Cómo surge la idea de escribir una novela como “Los Intrusos”?
En realidad es un ensayo, aunque a veces pueda parecer ficción. Es una obra que surge de mis viajes, mis aventuras y mis inquietudes. Por eso el libro tiene múltiples caras: es una obra que a veces da miedo, pero siempre busca la luz. Y ofrece más preguntas que respuestas.
-¿Cómo empiezas en el mundo del misterio?
De niño siempre me interesaba lo que se salía de lo común. Y con 13 años descubrí el libro Enigmas sin resolver, de Iker Jiménez, en casa de mi tío Agustín. Eso me cambió la vida, pues me hizo ver que uno podía dedicarse al periodismo del misterio. Y me ofreció una perspectiva formal mucho más interesante de estos sucesos. De alguna manera, mis libros son deudores de esa obra.
-En la obra recorres varios lugares cargados de misterio, ¿Cuál es el lugar que más te ha impresionado/aterrado a lo largo de tu carrera?
Posiblemente Rocas Altas, en Ibiza, un lugar donde, tras un accidente de avión en los años 70, muchos empezaron a hablar de fenómenos extraños. Es una zona aislada de monte que me impresionó mucho al visitarla en soledad. Relato la experiencia en mi libro En busca de lo imposible; es una de esas vivencias que impresiona incluso recordar.
-En “Los Intrusos” hablas de “casas infectadas”, ¿cómo podemos saber si nuestra casa tiene alguna presencia?
Las familias perciben que algo convive con ellos, aunque no pueden verlo. Son sensaciones, pero a veces se trata de hechos evidentes: objetos que se mueven solos, luces que se encienden o se apagan solas, e, incluso, la visión clara de sombras o figuras.
-¿Estamos solos en casa?
Lo habitual es que así sea, pero muchos han tenido la incómoda sensación de que algo rondaba sus dormitorios cuando se iban a acostar, o de que algo hacía vida cuando no estaban en casa.
En el hotel de El Resplandor
-En la novela hablas del mítico hotel de El Resplandor y cómo fue la experiencia inspiradora de Stephen King en ese lugar relatada por el propio escritor y además cuentas con el testimonio de M. Night Shyamalan. Cuéntanos un poco…
En mi libro exploro de forma evidente cómo la realidad ha marcado la ficción. Hablo del caso real que inspiró Poltergeist, El Resplandor o El sexto sentido. Siempre me ha interesado la delgada línea que separa la realidad de la ficción. Y en esta obra cuento cómo los lugares que habitamos tienen la capacidad de condicionarnos e, incluso, de inspirarnos. Cuento las noches que Stephen King pasó en el hotel Stanley, que le sirvió de inspiración para una de sus obras maestras. O entrevisto a M. Night Shyamalan, que me confiesa una experiencia personal que sería fundamental para el guion de El sexto sentido.
-Después de leer tu libro nos surge una duda, ¿estamos seguros en casa?
Hogar deriva del latín, Focus. Fuego. El sitio donde se preparaba la hoguera, donde las familias se calentaban, cocinaban… Donde se sentían a salvo.
El problema viene cuando algunas personas se sienten inseguras en el lugar que debería ser su fortaleza.
-“Los Otros”; “Los Guardianes” y ahora “Los Intrusos”, ¿Qué diferencias hay entre esta obra y las anteriores?
Los casos, pero el espíritu es el mismo. Es una trilogía que puede leerse en el orden que uno prefiera, y que en el fondo es una compilación de mis aventuras, de mis ideas, de mis obsesiones, de mis dudas y de mi universo.

-¿Has vivido alguna vez una experiencia “paranormal”?
Alguna vez he vivido cosas que no podría explicar, y que relato sin ningún pudor en mis libros. Escuchar pasos en sitios vacíos, o llegar a ver algo en un lugar donde no había nadie. Eso te hace empatizar aún más con los testigos.
¿Vida después de la muerte?
-¿Qué hay después de la vida?
Nunca lo sabremos, y es la magia del misterio. Que da lugar a la filosofía, a la duda e, incluso, a la poesía. La muerte nos angustia porque es un paso hacia lo desconocido.
-¿Qué lee Javier Pérez Campos?
Leo de todo. Me encantan autores como Don Winslow, Stephen King, Cormac McCarthy, Murakami, Richard Matheson…
-¿Cómo es trabajar con todo un referente como Iker Jiménez?
Aprendizaje constante y entusiasmo en vena. Un lujo auténtico.
-¿Qué historia te hubiera gustado investigar y resolver?
Los avistamientos del mothman, en Point Pleasant, Estados Unidos, 1966. Durante todo un año, diferentes vecinos de un pueblo manifestaron ver a una figura de gran tamaño y alas enormes, similares a una polilla, que parecía anunciar el derrumbamiento del puente Silver Bridge, que daba acceso al pueblo. Fue un fenómeno sociológico a gran escala que me habría encantado vivir.
-¿Eres de los que antes de irte a dormir miras en el armario o debajo de la cama?
No, aunque de niño era muy miedoso. Me aterraba la soledad, la oscuridad, los ruidos de la noche… Quizá mi labor de hoy en día sea una forma de revelarme contra esos miedos que te paralizan.
-Con tantas vivencias de este tipo, ¿cómo puedes dormir por la noche?
A rienda suelta, especialmente desde que nacieron mis hijos… Cualquier momento de silencio y de calma es perfecto para dormir.
-El próximo proyecto de Javier Pérez Campos.
Seguir haciéndome preguntas y contagiando a quienes quieran escuchar.
Comparte esto:
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para enviar un enlace por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Telegram (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)
Relacionado
Te podría gustar
Alfonso Ussía, uno de los escritores y periodistas más influyentes de la prensa española de las últimas décadas, ha fallecido en Ruiloba, Cantabria, a los 77 años. Su muerte pone fin a una trayectoria marcada por el ingenio, la sátira y una fidelidad absoluta a sus lectores, especialmente en ABC, La Razón y en sus últimos años en El Debate, donde siguió publicando hasta el final de su vida.
Alfonso de Ussía y Muñoz-Seca nació en Madrid el 12 de febrero de 1948 y falleció en Ruiloba, Cantabria, el 5 de diciembre de 2025. Fue escritor, periodista y una de las firmas más reconocidas de la prensa española durante más de cinco décadas. Su estilo satírico, su defensa de la monarquía y su mirada crítica marcaron a generaciones de lectores.
Durante su vida profesional brilló especialmente en ABC y, en los últimos años, en El Debate, donde publicó diariamente hasta sus últimos días. También trabajó en radio, televisión, semanarios y colaboró con diferentes medios. Era autor de la exitosa serie del marqués de Sotoancho, ilustrada por su amigo Barca, con quince volúmenes publicados.
Estaba casado con Pili Hornedo Muguiro, con quien tuvo tres hijos y ocho nietos. Su familia fue decisiva tanto en su vida personal como en su forma de trabajar, especialmente en sus últimos años, cuando ya no podía escribir físicamente y dictaba sus textos.
Su compromiso con la escritura hasta el final
La escritura fue su motor vital. Cuando su salud se debilitó, continuó dictando artículos a su hija Isabel hasta quedarse sin voz. Tras recibir la extremaunción aún siguió escribiendo, convencido de que su columna diaria era su forma de mantenerse en contacto con sus lectores. El último día en que dictó un artículo fue el martes anterior a su fallecimiento.
Su fidelidad a El Debate fue absoluta desde el 1 de octubre de 2021, fecha del relanzamiento del diario. Su audiencia digital demostraba diariamente el enorme seguimiento que conservaba, incluso en los nuevos formatos periodísticos.
Raíces familiares e influencias
Alfonso Ussía nació en una familia con identidad marcada y un legado literario. Su padre era vasco, y de él heredó la lealtad absoluta a la Corona y una profunda admiración por don Juan de Borbón, rey de derecho. Siempre estuvo a su lado, aunque nunca fue cortesano ante don Juan Carlos o don Felipe.
De su madre heredó la brillantez literaria y el espíritu satírico de su abuelo, don Pedro Muñoz Seca, figura clave del teatro español y asesinado en Paracuellos en 1936. Este vínculo marcó profundamente su personalidad, su estilo y su sentido de la responsabilidad cultural.
Formación y primeros pasos
Estudió en los colegios del Pilar y Alameda de Osuna, instituciones que moldearon su carácter. Inició las carreras de Derecho y Periodismo, aunque no llegó a terminarlas porque su vocación real era ser escritor. Esa profesión no tenía titulación oficial, pero sí le permitió vivir holgadamente y convertirse en un referente nacional.
Sus primeros trabajos fueron en los diarios Informaciones, Diario 16 y Ya, hasta que llegó a ABC, donde consolidó la etapa más sólida y reconocida de su carrera.
Poesía satírica y provocación inteligente
Su talento satírico destacaba tanto en prosa como en poesía. Era provocador, versátil y conocedor de los límites según el contexto. Una anécdota habitual recuerda una conferencia en Santander sobre poesía satírica española. Antes de iniciarla, preguntó si podía incluir unos versos polémicos sobre el marqués de Villaverde. Finalmente decidió no hacerlo, atendiendo a la prudencia solicitada.
También vivió una intensa pasión por el deporte, especialmente el Real Madrid, para el que llegó a presentarse como candidato a presidente. Perdió por escaso margen frente a Ramón Mendoza, y más tarde se conocería el escándalo de votos de socios fallecidos. Su ironía resumió aquello con una frase memorable: menos mal, qué follón ser presidente del Madrid.
Estrella indiscutible de ABC
Ussía fue una de las principales estrellas de ABC durante años. Sin embargo, cuando el periódico pasó a ser propiedad del grupo Vocento, su situación profesional se volvió más incómoda. La presión de amenazas terroristas le obligó a pedir seguridad, y él defendía que debía ser el diario quien asumiera esa responsabilidad, en coherencia con el riesgo generado por lo publicado.
Una de sus columnas más polémicas, El cerdo vasco, provocó su salida definitiva del periódico. Tras valorar diferentes propuestas, se incorporó a La Razón, donde volvió a convertirse en figura destacada. En aquella etapa se crearon los Premios Alfonso Ussía, con cinco categorías: Estudiante del año, Héroe del año, Conservación de la naturaleza, Personaje del año y Trayectoria profesional. Tras su marcha, los premios fueron suprimidos.
Su salida estuvo motivada por su negativa a formar parte de un grupo mediático que integraba tanto La Sexta como La Razón bajo la misma propiedad. Esa decisión reafirmó su independencia, pero lo dejó sin grandes apoyos empresariales, limitando sus colaboraciones a pequeños proyectos con los que apenas podía vivir.
El retiro en Ruiloba y una vida nueva
Apoyado siempre por su mujer Pili Hornedo, enfermera jubilada y compañera absoluta, la pareja decidió vender su casa en Madrid y mudarse a su vivienda en Ruiloba, junto a Comillas, en Cantabria. Allí vivían desde hacía años durante los veranos y, con el tiempo, encontraron un refugio definitivo para vivir con serenidad.
Regreso a El Debate en homenaje a su abuelo
El 29 de julio de 2021 fue invitado a almorzar en el Real Club Marítimo de Santander, donde recibió la propuesta de incorporarse al nuevo proyecto de El Debate. Su entusiasmo fue inmediato. La conexión familiar era profunda: don Pedro Muñoz Seca había sido una firma histórica del diario antes de su asesinato.
Aceptó con la única condición de evitar críticas directas al Papa, a lo que accedió sin problema. Su incorporación fue un impulso para el diario y consolidó el relanzamiento de El Debate dentro del panorama digital.
Principios inquebrantables
Alfonso Ussía fue un hombre de principios muy claros: la defensa de la Corona, la identidad nacional, el respeto a las Fuerzas Armadas y una visión cultural conservadora. Su trayectoria fue reconocida con distinciones como la Gran Cruz del Mérito Naval con distintivo blanco y la Cruz de Plata al Mérito de la Guardia Civil.
La última distinción y la despedida
A finales de agosto de 2025, Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, viajó hasta su casa en Ruiloba para entregarle el Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid en Literatura. Era un reconocimiento íntimo, humano y muy emotivo, en un momento en el que ya sufría rotura de cadera y cáncer avanzado.
El encuentro fue breve, pero profundamente significativo. Era evidente que se trataba de su última gran distinción pública.
Semanas después conversó por última vez con amigos. Su voz era débil, pero todavía conservaba humor. La anécdota final que lo alegró especialmente fue la confesión del actor Antonio Resines, quien lo reconoció gracias a su retrato en El Debate y afirmó leerlo cada día. Aquello le emocionó profundamente.
Su muerte deja un vacío inmenso en el periodismo español, en la sátira contemporánea y en la literatura humorística. Para quienes lo siguieron durante décadas, Alfonso Ussía fue una compañía diaria cargada de ingenio, libertad y estilo.
Comparte esto:
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para enviar un enlace por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Telegram (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)


Tienes que estar registrado para comentar Acceder