El despota comportamiento del monarca con su gesto para que le retirasen el tintero de un escritorio durante su proclamación y sus frases de desesperación cuando se manchó con la tinta de una pluma le han puesto en el disparadero.

Además, hay que sumar el despido de cien trabajadores de Clarence House en mitad del duelo nacional por su madre. Unos hechos y unas formas que han descolocado a más de uno.

Si el mundo ha sido testigo de estos indeseables comportamientos, faltaba que salieran a la luz sus manías impropias del siglo en el que estamos.

Las insoportables manías de Carlos III

Una de las más estrafalarias es la de exigir que los cordones de los zapatos estén perfectamente planchados.

El exmayordomo de la princesa Diana, relataba que el nuevo rey de Inglaterra «también solicita que le planchen el pijama todas las mañanas» y que «el tapón de su bañera esté en una posición determinada, el agua tibia y solo hasta la mitad».

Así como reclamar que sus empleados le dejen puesta la pasta de dientes en su cepillo al levantarse.

En cuanto a la alimentación tiene prohibido el foie en palacio.

Para desayunar siempre frutas y cereales y tiene que haber huevos cocidos que previamente han necesitado una cocción de 7 minutos más dos ciruelas, aunque solo se comería una. «La instrucción era colocar dos ciruelas y un poco de jugo en el tazón y enviárselo para el desayuno. Le mandaba dos ciruelas y él dejaba una para que volviera a mis manos y yo la regresara al frasco. Una mañana pensé en ponerle solo una. La envié al comedor, me mandó a llamar y me preguntó: ‘¿Tienes dos, por favor?’. Así que tuve que seguir enviándole dos cada mañana y me devolvía una», explicaba el chef de la Casa Real Británica.

Según su personal, lleva su caja de desayuno de lujo allá a donde vaya. Diferentes tipos de miel, cereales especiales y frutos secos.

Sus ridículas exigencias al viajar

«Es muy exigente con todo«, comentó también una persona del entorno de la realeza a ‘Mylondon‘. Antes de cada viaje, el personal debe preparar en el punto de destino su «cama, muebles e incluso cuadros«, afirmó en este sentido la periodista británica Tina Brown en el libro ‘The Palace Papers‘.

Los empleados también tendrían que llevar el inodoro y el papel higiénico de terciopelo del monarca allá donde vaya.