Síguenos

Cultura

Muere Michael Collins, el astronauta del Apolo 11 que viajó a la Luna

Publicado

en

Michael Collins

Michael Collins ha muerto a los 90 años por un cáncer, según ha informado su familia en un comunicado oficial. Participó junto a Neil Armstrong y Buzz Aldrin en la primera misión que pisó la Luna en 1969, si bien él no pisó la superficie lunar.

En el comunicado emitido por su familia, explican que Collins “pasó sus últimos días en paz, con su familia a su lado. Mike siempre afrontó los retos de la vida con gracia y humildad, y afrontó este, su último reto, de la misma manera”.

Antes de convertirse en astronauta, Collins se había graduado en la Academia Militar de los Estados Unidos en 1952. Se unió a la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y pilotó cazas de combate F-86 Sabre en la base área de Chambley-Bussières, en Francia. Fue admitido en 1960 en la Escuela de Pilotos de Pruebas de Vuelos Experimentales en la Base de la Fuerza Aérea Edwards (California) y también se graduó en la Escuela de Pilotos de Investigación Aeroespacial.

Fue seleccionado en 1963 como miembro de los catorce astronautas del tercer grupo de la NASA y voló en dos ocasiones al espacio. Su primer vuelo espacial tuvo lugar en 1966 en la misión Gemini 10, en la cual junto al piloto comandante John W. Young realizó un encuentro espacial con dos naves distintas y completó dos actividades extravehiculares (EVA o paseos espaciales). En la histórica misión Apolo 11 en 1969 voló a la Luna y la orbitó treinta veces. Collins fue la cuarta persona en hacer un paseo espacial, la primera en hacer más de uno y la segunda, tras su compañero Young, en orbitar en solitario la Luna.

Después de retirarse de la NASA en 1970, Collins aceptó un trabajo en el Departamento de Estado como Secretario asistente de Estado para Relaciones Públicas y un año después se convirtió en director del Museo Nacional del Aire y el Espacio, cargo que ocupó hasta 1978, cuando lo dejó para ser subsecretario del Instituto Smithsoniano. En 1980 empezó a ejercer como vicepresidente de LTV Aerospace, puesto que abandonó en 1985 para abrir su propia firma de consultoría. Junto a sus dos compañeros de la Apolo 11, Collins fue galardonado con la Medalla Presidencial de la Libertad en 1969 y con la Medalla de Oro del Congreso de los Estados Unidos en 2011.

Advertisement
Click para comentar

Tienes que estar registrado para comentar Acceder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Cultura

Muere Robe Iniesta a los 63 años, alma eterna de Extremoduro

Publicado

en

Robe Iniesta Extremoduro
Robe Iniesta de Extremoduro

El mundo de la música ha perdido a Robe Iniesta, que ha muerto a los 63 años, según han confirmado fuentes cercanas al entorno del artista. Su fallecimiento supone un golpe emocional para la cultura española, ya que el compositor y vocalista cacereño, fundador de Extremoduro, era una de las figuras más influyentes y reconocidas del rock en español. Millones de oyentes lo consideran una voz imprescindible para entender la libertad creativa de los años 90 y 2000.

El legado de un genio que transformó el rock en español

Robe, natural de Plasencia, revolucionó la música desde principios de los años 90 con un estilo visceral, poético y transgresor que convirtió a Extremoduro en un fenómeno generacional. La banda consiguió conectar con jóvenes y adultos de toda España gracias a unas letras descarnadas, cargadas de realidad, amor, rebeldía y un profundo sentido vital.

Álbumes como Somos unos animales, Deltoya, Agila o La ley innata marcaron a varias generaciones y consolidaron a la banda como una referencia imprescindible en la historia cultural del país. Estas obras no solo fueron éxitos musicales, sino que redefinieron la manera de escribir canciones en castellano, fusionando rock urbano, poesía, marginalidad y emociones a flor de piel.

Una carrera en solitario sin perder su esencia

Durante los últimos años, el músico había desarrollado una exitosa carrera en solitario, explorando nuevos sonidos y una escritura más introspectiva, sin perder la autenticidad que siempre lo caracterizó. Robe Iniesta se mantuvo fiel a su espíritu creativo, rechazando modas, preservando el misticismo de su figura y demostrando que su obra no dependía únicamente de la nostalgia. Su música seguía siendo libre, intensa y profundamente humana.

Un impacto emocional que se extiende por toda España

La noticia de su fallecimiento ha generado un profundo impacto en el panorama musical y en miles de seguidores que crecieron con sus canciones y su forma única de entender el arte. Redes sociales, compañeros de profesión, periodistas culturales, artistas emergentes y fans de toda España han comenzado a despedirlo con mensajes de admiración y gratitud por una obra que ya forma parte de la memoria colectiva.

El público recuerda conciertos inolvidables, recitales de poesía improvisada, entrevistas enigmáticas, silencios prolongados y una personalidad que rehuía la fama, pero abrazaba la libertad. Cada canción sigue siendo un territorio emocional donde generaciones enteras han encontrado acompañamiento en sus momentos de euforia, rebeldía, dolor o búsqueda personal.

Un artista irrepetible con una obra eterna

Robe se marcha, pero deja una huella imborrable: versos que desbordaban vida, libertad y crudeza; una manera de hacer música que rompió moldes; y una voz que seguirá acompañando a quienes encontraron en sus canciones un refugio, una herida o un camino. Extremoduro no solo fue un grupo: fue un lenguaje, una actitud, un espejo de la realidad de miles de jóvenes que encontraron en sus letras una forma de entender el mundo.

Muchos expertos musicales coinciden en señalar que Robe Iniesta es uno de los últimos grandes poetas del rock español, comparable con referentes literarios en cuanto a su capacidad de generar una comunidad emocional alrededor de sus palabras. Su influencia continúa viva en nuevas generaciones de músicos y escritores que recogieron su audacia artística y su forma de convertir la vida cotidiana en poesía eléctrica.

Continuar leyendo