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Salud y Bienestar

Relajarse no embaraza

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Relajarse no embaraza
Foto genérica de una mujer embarazada. EFE/Zayra Mo/Archivo

¿Cuántas veces tu amiga, madre o vecina de cabecera te han dado el consejo de oro para conseguir un embarazo?: “Deja de pensar en ello, no te obsesiones. Si te relajas, lo lograrás”.

“Pero lo cierto es que relajarse no embaraza. Se ha estudiado mucho al respecto, y es cierto que todo suma, y si a nivel vital y emocional estás más receptiva, parece que la probabilidad de conseguir tus metas es mayor. Pero si tuviéramos que destacar los principales factores que se asocian a la fertilidad, el estrés no estaría entre ellos”, explica la doctora Anabel Salazar, directora de IVI Málaga.

Este es origen del cuarto bloque del estudio de fertilidad y maternidad que IVI ha realizado, en colaboración con GFK, centrado en esclarecer algunas de las inquietudes más frecuentes en torno al desgaste emocional que implica la búsqueda de un embarazo o los factores reales de infertilidad.

“Entre los datos que se desprenden de la encuesta, cabe destacar el llamativo porcentaje que señala que el 97% de las mujeres cree que el estrés es el factor que más afecta a la fertilidad femenina, por encima incluso de la edad (92%). Si bien es cierto que conforme vamos hacia edades más avanzadas de las encuestadas incrementa la afirmación de la edad como factor con impacto en la fertilidad. En este caso, el 96% de las mujeres entre 40-45 años señalan la edad como factor que influye negativamente en la fertilidad femenina”, comenta la Dra. Salazar.

Relajarse no embaraza

Al estrés y la edad les siguen el consumo de alcohol (84%), las enfermedades de transmisión sexual (80%) –mencionadas de manera significativa por las menores de 36 años- y la alimentación poco saludable (74%). Respecto al factor que las encuestadas consideran menos perjudicial para la fertilidad, encontramos el no hacer ejercicio, un aspecto que tan solo parece preocupar a la mitad de las mujeres entrevistadas, sobre todo a las más jóvenes (25-29 años).

“A nivel médico, podríamos destacar tres factores principales que influyen de manera significativa en la fertilidad femenina. El primero de ellos apunta hacia la edad. Podríamos decir que la edad materna avanzada tiene un impacto de más del 50% actualmente, teniendo en cuenta que, en España, la edad a la que se está buscando el primer hijo es de 32-33 años, lo cual choca frontalmente con el momento de mayor fertilidad de la mujer, que se sitúa en los 25 años. Ya, de entrada, vamos con 8 años de retraso”, apunta la Dra. Salazar.

Otras patologías que afectan a la fertilidad son la endometriosis o los Ovarios Poliquísticos.

Y es que, no debemos perder de vista que 1 de cada 10 mujeres en edad fértil padece endometriosis, una enfermedad que no tiene cura y que, en ocasiones, está directamente relacionada con los problemas reproductivos.

“El 50% de las mujeres con endometriosis presentan infertilidad. Y estas mujeres con endometriosis, además, cada vez vienen más tarde a consulta. Entonces, cuando sumas edad y, por ejemplo, endometriosis, la situación se complica”, añade la Dra. Salazar.

También han aumentado en los últimos años las enfermedades de transmisión sexual, hecho que puede ocasionar problemas tubáricos importantes, ya que muchas enfermedades de transmisión sexual son asintomáticas.

“Y no debemos olvidar otro problema fundamental como el Ovario Poliquístico, muy ligado al sobrepeso y la obesidad. Estamos en un momento en nuestra sociedad en el que cada año aumentan los índices de sobrepeso y obesidad, sobre todo en gente joven. Por ello es interesante incidir en la importancia de llevar un estilo de vida saludable, realizar ejercicio, mantener una buena alimentación… Si no lo controlamos podemos estar dificultando en mayor medida el éxito reproductivo”, esclarece la Dra. Salazar.

Mens sana in corpore sano

Al margen del bienestar físico, está claro que el equilibrio emocional es importante, sobre todo a la hora de afrontar un tratamiento de reproducción asistida.

“De hecho, el freno principal en muchas ocasiones para las mujeres y parejas con problemas reproductivos está en asumir que necesitan un tratamiento para formar una familia. Hay mujeres que quizá se sienten menos mujeres por necesitar ayuda médica para lograr un embarazo. Se bloquean en intentar conseguirlo de manera natural. Pero al final, si el deseo de ser madre es más fuerte, buscan la forma de hacerlo realidad. De ahí la importancia de la Unidad de Apoyo Psicológico que acompaña y ayuda a los pacientes a modular sus emociones”, concluye la Dra. Salazar.

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Los alimentos infalibles para prevenir resfriados

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Esta es la hortaliza saludable que debes tomar a diario para prevenir los resfriados en invierno
PEXELS

La tradición popular atribuye propiedades curativas a los alimentos con vitamina C, pero ¿sabemos cuáles son los alimentos para prevenir resfriados?

Algunos como el ajo, la sopa de pollo o la miel frente al resfriado, la tos, la congestión o la gripe. Sin embargo, en la actualidad no hay ninguna prueba científica que demuestre que su consumo sea beneficioso para este objetivo.

Según ha explicado la doctora Laura Arranz, profesora del Departamento de Nutrición, Ciencias de la Alimenación y Gastronomía de la Universidad de Barcelona, lo que realmente contribuye a prevenir estas enfermedades, e incluso a aliviar sus síntomas, es seguir hábitos de vida saludables y una alimentación equilibrada.

La doctora ha precisado que «más allá de la vitamina C hay muchos nutrientes imprescindibles para el sistema inmunitario. Todas las vitaminas, minerales como el zinc, antioxidantes como los polifenoles o los betacarotenos, grasas como los Omega-3 y las fibras (sobre todo de tipo soluble) son básicos en un cóctel de salud».

MINERALES Y VITAMINAS
Las vitaminas A, C y E, el magnesio, el cobre, el manganeso o el hierro son algunos de los elementos clave en los procesos celurares que ayudan a neutralizar los radicales libres y el estrés oxidativo.

La doctora Arranz ha aclarado que «el funcionamiento correcto del metabolismo y de las defensas antioxidantes requiere la presencia de estos nutrientes en cantidades suficientes». La pregunta que subyace es qué alimentos propocionan estos nutrientes.

Según la experta, «los alimentos de origen vegetal son ricos en antioxidantes, pero especialmente la fruta, las hortalizas, las verduras de hoja verde, las semillas y los frutos secos». Además, ha aconsejado «consumir una buena parte de estos vegetales en crudo o con tiempos de cocción adecuado para que la ingesta de antioxidantes se amayor».

EL ZINC COMO REGULADOR DEL SISTEMA INMUNE
La doctora Arranz ha explicado que «el zinc es un oligoelemento esencial que juega un papel clave en más de 300 enzimas y está involucrado en la comunicación celular, además de desempeñar un importante papel en la regulación del sistema inmune».

Ha añadido, además, que «el déficit de zinc, que afecta al 20% de la población mundial, se asocia a la disminución del sistema inmunitario». Entre los alimentos que contienen zinc se encuentran las carnes, el pescado, los moluscos, las espinacas o los frutos secos.

OMEGA-3: GUARDIÁN DE LAS DEFENSAS
Las grasas Omega-3 son importantes para el sistema inmunitario, para la salud cardiovascular y para la salud visual y cerebral pero además intervienen como precursores de las moléculas antiinflamatorias.

La experta ha detallado que «si queremos cuidar las defensas, debemos aumentar la ingesta de frutos secos, especialmente nueces y almendras, para conseguir un aporte diario de dos gramos de ácido alfa-linolénico y pescado azul para conseguir 200 gramos de ácido docosahexaenoico (ácido graso poliinsaturado omega-3)».

LA FIBRA, UNA COMPAÑERA ALIADA
La nutricionista ha revelado que «la fibra ayuda a la nutrición y el bienestar de las bacterías beneficiosas que residen en el intestino y que juegan a un rol principal en el sistema inmunitario, por lo es imprescindible en el día a día».

Además, la fibra dietética proviene de los alimenos de origen vegetal tales como las legumbres, las semillas, los frutas secos, las verduras o las frutas.

Sin embargo, la doctora ha advertido que las legumbres «puedencausar problemas de flatulencia debido a la gran cantidad de fibra que aportan». Por ello, para evitar este problema ha aconsejado «tomar raciones pequeñas tres veces pro semana en lugar del tradicional plato de legumbres solo un día a la semana».

Alimentos para prevenir resfriados

La lista de alimentos que ayudan a prevenir gripes, catarros y resfriados es larga… Educo nos la detalla.

1. Pescados, un gran aporte de Omega-3

Los pescados, entre los que destaca el pescado azul, aportan proteínas y Omega-3 al organismo. Estas sustancias ayudan al organismo a proteger los pulmones de las infecciones respiratorias al sintetizar anticuerpos. Ya ves: incluye pescado en el menú semanal. Dos porciones semanales de salmón ayudarán a levantar tus defensas.

2. Cítricos, el consejo de la abuela

¡Y cuánta razón tiene la abuela! Los cítricos son ricos en vitamina C, un nutrientes que puede ayudar a frenar el avance de un resfriado. ¿Lo mejor? Alternar los cítricos consumiendo naranja (muy rica en vitamina C), mandarina (rica en betacarotenes) y limón (gran valor antiséptico que lo convierte en un remedio natural contra el dolor de garganta y la tos).

3. Huevos: proteínas, vitaminas y minerales

Los huevos son un comodín en la cocina, no dudes en prepararlos un par de veces por semana. Un huevo contiene casi 7 gramos de proteína, pero además aporta al organismo vitaminas y minerales, entre los que destacan las vitaminas B6 y B12, el selenio y el zinc, ¡fundamentales para mantener fuerte el sistema inmunológico!

4. Yogur, el poder de los probióticos

Hoy en día se habla mucho de probióticos en la publicidad, pero ¿qué son? Los yogures tienen cultivos vivos que ayudan al sistema inmunológico a evitar que las bacterias malas progresen dentro del cuerpo. ¿Cómo? Muy fácil: si las bacterias buenas son más que las malas, ¡la guerra por la salud está ganada!

5. Verduras de hojas oscuras para reducir el tiempo de la enfermedad

La mayoría de nosotros piensa en un zumo de naranja para ingerir vitamina C. ¿Qué me dirías si te digo que las espinacas, las coles de Bruselas, la lechuga y el brócoli tienen más vitamina C que los cítricos? Incluye estas verduras en la dieta de los peques y si los niños se niegan a comer verduras, ¡disfrázalas! En el enlace te damos ideas al respecto.

6. Calabaza, la reina del beta-caroteno

El betacaroteno es esencial para el organismo ya que cuando éste lo absorbe, se transforma en vitamina A, un nutriente que mejora las defensas y ayuda a prevenir enfermedades. Dale a tus hijos calabaza asada, en crema, mezclada con arroz o en puré, ¡es rica y súper nutritiva! Si a tu hijo no le gusta la calabaza pero sí la zanahoria, ¡a por ella! Las zanahorias también tienen mucho beta-caroteno, motivo por el cual su acción es similar a la de la calabaza.

7.  Kiwi, vitamina C al por mayor

Un kiwi aporta al cuerpo más vitamina C que una naranja. Es cierto que puede ser más difícil para los peques comer un kiwi que beber un zumo pero ¡con intentar no se pierde nada!

8. Cebolla y ajo, antibióticos naturales

Tanto la cebolla como el ajo ayudan a prevenir y curar la gripe y los resfriados. Ambos tienen propiedades mucolíticas que ayudan a expulsar secreciones. ¿Un consejo? A los peques suele molestarles más la textura que el sabor de estos alimentos, por eso te recomendamos trocearlos y cocinarlos hasta que no sean perceptibles en el paladar. No abuses de ellos y verás que los peques los comen sin casi darse cuenta.

9. Miel, efecto antitusivo ¡y preventivo!

Incluir la miel en el desayuno de los niños mayores (recuerda que los niños menores de 3 años no deben consumir miel por el riesgo de botulismo) puede ser una gran idea. La miel tiene un efecto preventivo al aumentar las defensas naturales y antitusivo, aliviando la molesta picazón de garganta. Sírvele a tu hijo una tostada con miel o coloca un poco de miel en la leche, ¡le encantará!

10. Frutos secos y legumbres para mantener el calor corporal

Parece una locura pero no lo es: en invierno, perdemos fácilmente el calor corporal, exponiéndonos a toda clase de enfermedades. Los alimentos híper calóricos como las legumbres y los frutos secos aportan la energía necesaria para mantener la temperatura corporal correcta, manteniendo a raya a las enfermedades. Además, tanto los unos como los otros aportan hierro y antioxidantes, fundamentales para mantener el sistema inmunológico fuerte.

11. Frutos rojos, vitamina C en pequeñas dosis

Los frutos rojos aportan vitamina C aunque para que sean realmente efectivos es necesario consumir gran cantidad. Los mencionamos porque ¡son fáciles de incluir en la dieta y a los peques les encantan! ¿Quién puede resistirse a las fresas, las moras y los arándanos? Incorpóralos al yogur o haz un rico batido de frutos rojos con leche.

12. Setas, propiedades antibacterianas

Las diversas setas, hongos y champiñones tienen propiedades antibacterianas que ayudan a combatir las enfermedades. Utilízalos en tostadas, cremas o como acompañamiento para carnes. Una buena alimentación es tan importante como un buen abrigo. Este invierno no lo dudes y prepara un menú equilibrado que incluya estos alimentos para prevenir gripes, catarros y resfriados.

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