La lavadora es uno de los electrodomésticos más importantes que se pueden encontrar en un hogar. De alguna manera, dado el estilo de vida actual, se suele naturalizar la funcionalidad de estos aparatos y el ahorro de tiempo y dinero que ofrecen.
Si bien los inicios de las primeras lavadoras datan desde antes del 1600, poco a poco fue perfeccionándose y logrando mayor autonomía respecto de su funcionamiento. La intervención de las personas para que funcionen era un punto clave; pero, en la actualidad solo con la selección de algunos modos de lavado, se puede realizar todo lo necesario, mientras las personas siguen con su vida.
Actualmente, las lavadoras presentan características impensadas como poder interrumpir el lavado para poder agregar más prendas, ahorrar el consumo energético, la reducción de los tiempos, la organización del lavado, ya que dependiendo el peso de la ropa introducida en el lavadora se calcula automáticamente el jabón y agua necesaria. También cuenta con sistemas de autodiagnóstico, en donde al presentarse un problema o desperfecto, el artefacto da aviso para poder llamar al servicio de reparación lavadoras a tiempo.
En la actualidad la sociedad le da más valor al tiempo que antes. Lo que ofrecen las lavadoras, en cuanto a sus innovaciones aplicadas para la vida diaria y la comodidad que otorgan al ser artefactos de hogares tan eficientes y autónomos. Hoy, no se puede pensar en un hogar completo sin una lavadora.
Asimismo, las lavadoras son electrodomésticos que mantienen la vanguardia tecnológica: su continuo desarrollo de nuevas funciones lo ubican en un lugar en el mercado, en donde los valores de estos artefactos son elevados.
Por ello, el correcto uso de las lavadoras garantizará la vida útil de nuestro electrodoméstico. Esto incluye: que reciban el mantenimiento adecuado ante la presencia de un ruido nuevo, la limpieza de los filtros, controlar las posibles pérdidas de agua, no sobrecargar la lavadora, utilizar el detergente indicado por el fabricante, entre otros.
También utilizar correctamente las lavadoras, cuidando al máximo cada componente, teniendo en cuenta la preservación del artefacto en las mejores condiciones posibles. No solo ayudar a que funcione por más tiempo, sino que también se colabora en la preservación de la ecología.
La utilización de agua y energía para los lavados de manera consciente es una alternativa de cuidar no solo la economía del hogar sino el planeta.
El tratamiento previo de las prendas con productos como los quitamanchas, o dejar en remojo suciedades difíciles de combatir, contribuyen a que los lavados puedan ser más cortos, por ende, menos energía es la que se utilizara en un lavado corto que en uno determinado para ropa muy sucia.
Existen fabricantes de lavadoras que han logrado desarrollar un diseño basado en investigaciones llevadas a cabo por expertos de la Universidad de Leeds. Las lavadoras llegan a consumir un 90 % menos de agua que una convencional y ahorrando simultáneamente 40% menos de energía. Si bien el valor de estos electrodomésticos varían en un 10 o 15% por sobre el valor de las restantes lavadoras, las personas lo pueden visualizar como un beneficio a largo plazo, por el ahorro del agua.
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