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Un tercio de los españoles han creído en algún momento estar infectados, según una encuesta

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Un estudio realizado sobre una muestra de 1.555 personas mayores de edad refleja que el 66% de los españoles encuestados han creído entre 1 y 10 veces que en algún momento han estado infectados por el virus.

La encuesta, realizada por Toluna, compañía especializada en investigación online, muestra cómo el día a día de los españoles está cambiando por el COVID-19 y cómo nos está afectando a nivel social y en nuestros hábitos personales.

El estudio hace evidente que cuando alguien tose a nuestro alrededor tenemos una reacción distinta a la que que tendríamos hace apenas nueve meses atrás. El 74% de los encuestados asegura que deja de respirar y se ajusta la mascarilla. Otros afirman cruzar de acera y algunos deciden girarse hacia esa persona que ha tosido y mirarla de reojo.

Síntomas y PCR

Un cuarto de los encuestados afirma haberse hecho un PCR por el simple hecho de haber creído tener síntomas, con un resultado negativo en más de un 82% de los casos. Un 62% de los encuestados se haría si existiese esa posibilidad la PCR en casa, con la finalidad de estar más tranquilos. El resto de los encuestados no se lo haría, ya que prefiere que la prueba la realice un profesional.

Cambios sociales causados por el COVID 

A cerca de un 80% de las personas que aparecen en la muestra les genera un shock ver escenas con mucha gente junta y sin mascarilla, mientras que un 50% se extraña al ver gente saliendo por la noche de copas y a amigos dándose un beso o un simple abrazo. Incluso escenas tan habituales de gente en un gimnasio hoy les choca a un 26% de los encuestados.

Aunque acabe la pandemia, un 33% afirma que no darán dos besos ni la mano cuando se les presente a alguien en un grupo de amigos o en una reunión de trabajo. Cerca de un 10% dice que seguirá dando el codo, aunque sea una práctica no recomendada por expertos en algunas situaciones.

La comida a domicilio es, sin duda, una de las prácticas que ya teníamos muy activas en nuestro país pero que se ha visto acrecentada por la situación. Cerca del 50% de los encuestados confirma hacer uso del food delivery y de ellos, casi el 30% lo hace porque no va a restaurantes. Y los que van a restaurantes, en un 14%, únicamente lo hace si es en terraza ya que se siente más seguro.

Hábitos individuales para luchar contra el virus

El hidrogel y la desinfección de objetos como el móvil o los pomos de las puertas, que muy pocas veces prestábamos atención a la hora de la limpieza, se convierten en indispensables en nuestra rutina diaria, fuera y dentro de casa. Casi el 100% de los encuestados afirma que tienen más de un bote de hidrogel en uso como en casa, en el bolso y en el coche, aunque un 5% confiesa que no usa.

El móvil, el pomo de la puerta, las llaves y los zapatos son los objetos en los que más nos fijamos a la hora de la desinfección diaria como prevención contra el COVID.

Suspenso en el mantenimiento de las mascarillas

Si el gel y la desinfección son indispensables también lo es la mascarilla, ya sea quirúrgica, de tela o FPP2. Los encuestados llevan mascarilla quirúrgica en un 53%, de tela en un 30% y FPP2 en algo más de un 16%.

Los que usan mascarillas de tela, confiesan en casi un 28% que no llevan un control exhaustivo de los lavados que marca cada una de las mascarillas reutilizables. Un 43% lleva un control pero a ojo, no preciso.

El uso prolongado de la mascarilla produce malestar en la mayoría de los casos, siendo el más habitual los problemas para respirar seguido del dolor detrás de las orejas, la sequedad labial, la piel más sensible, la nariz más seca o la aparición de acné.

Casi todos los españoles afirman que alguna vez se les ha olvidado la mascarilla en casa y han salido sin ella a la calle sin darse cuenta.

Respeto a las normas

Sólo un porcentaje muy bajo, el 3% de los encuestados, ha ido a una fiesta clandestina, y apenas el 15% ha tenido una cita o quedado para tener sexo habiendo estado confinado en casa. Cabe destacar que más de 57% de los encuestados dice no haberse saltado las normas en ningún momento.

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Día de acción de gracias: historia y curiosidades detrás de una de las celebraciones más arraigadas de Estados Unidos

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Cada cuarto jueves de noviembre, Estados Unidos celebra Acción de Gracias (Thanksgiving), una de las festividades más importantes y emocionantes del país. Considerada por muchos más relevante que la propia Navidad, esta cita reúne a millones de personas en torno a un mismo propósito: agradecer, compartir y reencontrarse con la familia. Tanto es así, que es la semana con más desplazamientos del año en todo el territorio estadounidense.

Aunque hoy la imagen de esta jornada se asocia al pavo asado, las largas sobremesas, el fútbol americano y el desfile de Macy’s, Acción de Gracias tiene una historia fascinante que se remonta al siglo XVII, además de múltiples tradiciones modernas que no todo el mundo conoce.

A continuación, repasamos sus orígenes, el porqué del menú y cinco curiosidades sorprendentes sobre esta centenaria celebración.


🌽 Origen y evolución de una tradición de gratitud y unión

El origen más extendido sitúa la primera celebración de Acción de Gracias en 1621, cuando los colonos ingleses de Plymouth (Massachusetts) y los nativos Wampanoag festejaron la primera cosecha exitosa tras un invierno devastador. Aquella reunión, que duró tres días, incluyó pavo, calabaza y frutas secas, aunque también había maíz, venado y marisco.

Sin embargo, existen otros precedentes:

  • El primer servicio de Acción de Gracias europeo documentado en Norteamérica se celebró en 1578 en Terranova.

  • Es muy probable que los españoles realizaran ceremonias de agradecimiento incluso antes en Florida.

  • Mucho antes de la llegada europea, los pueblos indígenas celebraban rituales para asegurar buenas cosechas, como la Danza del Maíz Verde de los cherokee.

A lo largo de los siglos, las celebraciones locales fueron dando paso a una festividad nacional. Tras una propuesta de 1789 para dar gracias por la Constitución, George Washington estableció una primera fecha. Más tarde, la incansable editora Sarah Josepha Hale promovió durante décadas la unificación del festivo, hasta que en 1863 Abraham Lincoln declaró Acción de Gracias como celebración nacional el último jueves de noviembre.
El Congreso fijó definitivamente la fecha en 1941, tal y como se celebra hoy.


Por qué se come pavo en Acción de Gracias

El pavo no se convirtió en protagonista por tradición simbólica, sino por practicidad. Para los primeros colonos, el pavo salvaje:

  • era abundante en la región,

  • tenía un gran tamaño, ideal para alimentar a grupos numerosos,

  • no aportaba otros recursos como huevos o leche, por lo que sacrificarlo no afectaba a la economía doméstica.

Con el tiempo, la preparación del pavo se convirtió en un símbolo de abundancia y unión familiar, hasta convertirse en el plato más icónico del día.

Además, cada año el presidente de Estados Unidos indulta un pavo en una ceremonia televisada. Aunque la tradición se formalizó en 1989, surgió de forma espontánea cuando George H. W. Bush, ante el nerviosismo del ave, bromeó con que no terminaría en la mesa de nadie. Desde entonces, los pavos indultados viven en granjas y parques agrícolas convertidos en auténticas “celebridades”.


5 curiosidades sobre Acción de Gracias que no todo el mundo conoce

1. El primer banquete duró tres días y tenía un menú muy diferente

En 1621, colonos y nativos celebraron durante tres días un banquete de agradecimiento. Aunque se suele relacionar esta fecha con el pavo, el menú incluía venado, pescado, marisco, maíz, calabaza y frutas secas, más cercano a un festín de supervivencia que al típico menú actual.


2. Thanksgiving era originalmente un día de oración y ayuno

Mucho antes del banquete familiar, Acción de Gracias era una jornada de reflexión religiosa entre los colonos ingleses. Se trataba de un día para ayunar, rezar y agradecer cosechas o pedir protección. Con el tiempo, el ayuno se convirtió en abundancia y la fiesta tomó un carácter más comunitario y festivo.


3. Solo dos presidentes cambiaron la fecha oficial

Aunque hoy es inmovible, en 1939 y 1940 Franklin D. Roosevelt adelantó la celebración al tercer jueves de noviembre. ¿El motivo? Dar más días de compras a los comerciantes en plena Gran Depresión. La polémica fue tal que en 1941 se fijó definitivamente la fecha actual.


4. El National Day of Mourning: otra cara de la celebración

Desde 1970, algunas comunidades indígenas celebran, en paralelo, el National Day of Mourning (Día Nacional de Luto). En vez de dar gracias, denuncian que la llegada de los colonos supuso violencia, epidemias, desplazamientos y pérdida de tierras para los pueblos nativos.


5. Macy’s, fútbol americano y “turkey trots”: las tradiciones modernas

Thanksgiving no sería lo mismo sin:

  • El desfile de Macy’s, que desde 1924 llena Nueva York de carrozas, globos gigantes y bandas musicales, marcando el inicio de la Navidad.

  • El fútbol americano, tradición desde 1934, con los Detroit Lions y los Dallas Cowboys como protagonistas.

  • Las “turkey trots”, carreras populares que se celebran por la mañana en cientos de ciudades para “ganarse la cena”. La más antigua data de 1896 en Buffalo.


Una fiesta que combina historia, cultura y tradición

Acción de Gracias es mucho más que una gran comida: es una reunión nacional que mezcla historia, familia, memoria y agradecimiento. Cuatro siglos después de aquel primer banquete, sigue siendo una de las celebraciones más queridas y arraigadas de Estados Unidos.

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