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Salud y Bienestar

Uno de cada cinco cánceres queda sin diagnosticar por la pandemia de COVID

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Barcelona, 21 dic (EFE).- La presión que está generando la pandemia de la COVID-19 en el sistema sanitario ha provocado que uno de cada cinco cánceres haya quedado sin diagnosticar o se detecte tarde, según los cálculos de un estudio liderado por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).

El estudio «Impacto sanitario del coronavirus en la atención hospitalaria a pacientes oncohematológicos», impulsado por la AECC y diversas sociedades médicas del ámbito de cáncer, concluye que se han detectado un 21 % menos de casos nuevos en los servicios sanitarios españoles en el periodo analizado, de marzo a junio de este año, en comparación con los mismos meses del año anterior.

Como, según los expertos, nada hace pensar que este 2020 tuviera que haber menos cáncer hematológico (como leucemias o linfomas) de lo que es habitual, la conclusión es que ese 21 % correspondería a enfermedades no detectadas.

Así, «durante la primera ola de la pandemia uno de cada cinco pacientes con este cáncer se ha diagnosticado tarde o no se ha diagnosticado», ha alertado la directora médica de la AECC y coordinadora del estudio, Mariluz Amador.

En este contexto, esta doctora ha remarcado que no hay que tener miedo de ir al doctor pese a la pandemia de la COVID y que nunca se debe «demorar la consulta» si se tienen sospechas de enfermedad.

Habida cuenta de que son los doctores de cabecera los que habitualmente detectan los indicios de cáncer, el presidente de la AECC, Ramón Reyes, ha instado a las autoridades sanitarias a «desbloquear la atención primaria», actualmente bajo presión por la pandemia de la COVID.

El estudio, con datos recogidos entre el 30 julio y 12 de octubre en hospitales españoles -no segmentados por comunidades autónomas-, observó una disminución del 30 % en las citologías y un 23 % en las biopsias con diagnóstico de cáncer.

La atención de pacientes en hospital de día decayó un 14 %, se hicieron un 9,5 % menos de tratamientos de quimioterapia y un 5 % menos de radioterapia, y los participantes en ensayos clínicos bajaron un 30 %.

Si bien hubo menos actividad diagnóstica y pacientes nuevos, casi se triplicaron las consultas telefónicas.

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Salud y Bienestar

La muerte de la niña de Alzira reabre el debate sobre los riesgos de la anestesia: ¿cuáles son los peligros reales?

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riesgos anestesia
PEXELS

La Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor (SEDAR) ha trasladado sus condolencias a la familia de la niña de 6 años fallecida tras haber sido atendida previamente esa misma mañana en una clínica dental privada en Alzira. Además, ha insistido en la importancia de que las sedaciones sean “realizadas exclusivamente por médicos especialistas en Anestesiología y Reanimación”. Estos son los riesgos reales de la anestesia.

Llamamiento a la prudencia y advertencia sobre la falta de información clínica

La SEDAR, en un comunicado, ha hecho un llamamiento a la “prudencia, respeto y responsabilidad institucional”, subrayando que actualmente “se desconocen los datos clínicos y las circunstancias exactas” del suceso. Por ello, remarcan que no pueden valorar causas ni responsabilidades hasta que avance la investigación.

La sedación con fármacos anestésicos generales: un procedimiento de alto riesgo

El organismo científico ha insistido en que las sedaciones que emplean fármacos anestésicos generales son “procedimientos con riesgos potencialmente graves, incluso vitales”. Por ello, recalcan que deben realizarse únicamente por especialistas en Anestesiología y Reanimación, los únicos con formación avanzada en farmacología, fisiología, manejo de la vía aérea, ventilación mecánica y reanimación avanzada.

La SEDAR recuerda que, en los últimos años, ha advertido reiteradamente de un “problema muy serio”: la autorización de sedaciones profundas para ser administradas por profesionales que no son anestesistas. Esto incluye médicos de otras especialidades como neumología, cardiología, digestivo o urgencias, e incluso enfermería, mediante cursos que no equivalen a una especialidad médica completa.

Normativas que permiten sedaciones sin anestesistas: un riesgo para el paciente

Según la SEDAR, estas normativas autonómicas generan un riesgo añadido porque los anestésicos generales pueden provocar “apnea, depresión respiratoria y colapso cardiovascular en cuestión de segundos”. Para la entidad, la administración de estos fármacos “exige la formación avanzada específica” de los anestesiólogos.

“El anestesista es el único profesional con la capacitación completa para realizar sedaciones de forma segura y responder de manera inmediata ante cualquier complicación”, remarcan.

Recomendaciones a los pacientes y mensaje del presidente de SEDAR

La SEDAR recomienda a la ciudadanía que, antes de someterse a una sedación, “pregunten siempre quién la va a realizar y verifiquen que se trata de un médico especialista en Anestesiología y Reanimación”.

El presidente de la sociedad, el doctor Javier García Fernández, ha destacado que “la seguridad del paciente es el compromiso central e irrenunciable de la SEDAR”. Ha subrayado también que “la sedación profunda no es un procedimiento menor” y que toda la comunidad sanitaria debe reflexionar tras un suceso tan grave.

La anestesia siempre conlleva riesgo, incluso en manos expertas

SEDAR recuerda que la anestesiología es una disciplina compleja que requiere vigilancia constante y experiencia. “Incluso realizada por profesionales plenamente cualificados, nunca está completamente exenta de riesgo”, advierten.

Por ello, insisten en que estos procedimientos deben realizarse “bajo los estándares máximos de seguridad” y con equipamiento adecuado.

Compromiso de la SEDAR con la seguridad y la evidencia científica

La entidad afirma que seguirá defendiendo que la seguridad del paciente esté “por encima de cualquier otro factor” y trabajará con evidencia científica para evitar que normativas o decisiones organizativas permitan prácticas que puedan comprometer la salud de los ciudadanos.

 

 

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