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Fallas

19 de marzo en una València sin Fallas: un hito que se repite por séptima vez en la historia

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Valencia sin fallas

OFFICIAL PRESS-EFE.- València vivE por séptima vez en la historia un marzo sin Fallas, ya que la pandemia del coronavirus hace imposible otra vez que la ciudad celebre su fiesta grande, que solo dos guerras y una tasa injusta habían dejado sin celebración ni monumentos en las calles antes de la irrupción de la covid.

Lo que era un secreto a voces se hizo realidad cuando, hace dos meses, València se rindió a la evidencia de que se quedaba de nuevo sin los cientos de monumentos que cada año se «plantan» y llenan de ironía y sátira las calles durante cinco días a la espera de su cita con el fuego que, cada 19 de marzo, convierte en ceniza su arte efímero.

LA COVID-19: UNA PESADILLA FALLERA

La covid-19 se ha convertido en la pesadilla del mundo fallero. No solo ha dejado maltrechos multitud de sectores de una fiesta Patrimonio de la Humanidad, sino que ha resentido el turismo y ha golpeado el corazón miles de falleros y falleras ávidos de olor y sonido de mascletaes y de ofrenda de flores a su patrona, la «Geperudeta».

El 10 de marzo del año pasado ya es una fecha para enmarcar en la crónica fallera. A pocos días de su inicio las Fallas se suspendían, con muchos monumentos ya en las calles a medio montar, especialmente en la plaza del Ayuntamiento, en la que el busto de una mujer, a la que colocaron una enorme mascarilla -cuando llevarla aún no era obligatorio-, se convirtió en símbolo de la pandemia.

Entonces el anuncio se acompañó de la noticia de que se había acordado con el sector aplazar las Fallas del 15 al 19 de julio aunque se debía tomar en junio la decisión final. No se llegó: el 13 de mayo de 2020 se anunció que se había tomado la decisión de cancelarlas definitivamente y empezar a trabajar en las de 2021.

Este 2021 la noticia llegó antes, el 14 de enero, cuando el alcalde, Joan Ribó, admitió que no podrían celebrarse este marzo aunque con la esperanza de que una vacunación masiva y la mejoría de los datos permita hacerlo en el segundo semestre de este año.

De nuevo, la imposibilidad de celebrar actos multitudinarios por el riesgo de transmisión de una pandemia, desbordada por momentos y cuya tercera ola ya decae, llevó a confirmar la cancelación de las Fallas aunque muchos mantenían unas esperanzas definitivamente rotas en este mes tradicionalmente fallero.

DOS GUERRAS Y UNA TASA INJUSTA

Antes de la pandemia, València ya había vivido otros momentos históricos sin Fallas, una fiesta cuya primera referencia documentada se remonta a 1774 aunque no es hasta 74 años después cuando se pueden encontrar publicaciones continuadas sobre la fiesta josefina.

En 1896, el gobernador civil de Valencia declaró el estado de guerra por el enfrentamiento bélico de España con los Estados Unidos en la conocida como guerra de Cuba y entonces se decidió no celebrar las Fallas a dos días de su inicio.

También se suspendieron los años 1937, 1938 y 1939 por la Guerra Civil española. Las de 1936 se celebraron sin problema, pues el alzamiento se produjo el 17 de julio, pero acabó el 1 de abril de 1939 por lo que ese año, por quinta vez en la historia -la cuarta por una suspensión propiamente dicha- y por tercera vez consecutiva, tampoco se plantaron monumentos falleros por las calles de València.

Sin embargo, la primera vez que se tiene referencia de que los monumentos falleros no se plantaron fue en 1886, aunque en aquella ocasión fueron los falleros a nivel individual los que no pagaron la tasa de 60 pesetas que se cobraba como canon desde 1851 por plantar los catafalcos en las calles.

Al principio se pagaban 5 pesetas pero a los gobernantes burgueses no les gustó que en estas fiestas populares se burlaran de ellos y quisieron ponerles fin obligando a los ciudadanos a pagar cada vez más hasta que desaparecieran. De hecho, fueron a menos hasta que en 1886 ninguna comisión plantó su falla.

No obstante, ese año se tiene noticia de que se plantaron dos fallas de manera privada en dos patios interiores que nadie visitó, pero ninguna por las calles.

Tras estos cinco momentos históricos, solo la pandemia ha dejado a València sin fallas en más de ocho décadas, aunque en ese periodo sí que se han suspendido actos concretos, especialmente por la meteorología adversa (lluvia o viento) o sucesos como los atentados del 11M de 2004 en Madrid, en los que se cancelaron todos los actos oficiales durante los tres días de luto.

Mónica Colllado

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Fallas

Los trajes, al detalle: así lucieron Carmen Prades y Marta Mercader en su proclamación como Falleras Mayores de València 2026

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La emoción, la historia y la seda valenciana se han entrelazado este martes en el Salón de Cristal del Ayuntamiento de València, durante la proclamación oficial de las Falleras Mayores de València 2026, Carmen Prades Gil y Marta Mercader Roig.
Dos mujeres que, a través de su indumentaria tradicional, han rendido homenaje al arte textil y a la identidad de un pueblo que vive con orgullo sus raíces.


Carmen Prades Gil deslumbra con el espolín “Libertad” en verde esmeralda

El instante más esperado del acto llegó cuando Carmen Prades Gil fue proclamada Fallera Mayor de València 2026, luciendo una auténtica joya del arte sedero valenciano: el espolín “Libertad”, confeccionado en un tono emerald green que simboliza elegancia, esperanza y renovación.

Este diseño exclusivo, nacido en 2023, es fruto de horas de trabajo artesanal que unen el arte de los telares tradicionales con la sensibilidad del diseño histórico.
El dibujo, inspirado en una antigua casulla, forma parte de la colección privada de Eduardo Cervera, experto en indumentaria y custodio de un valioso legado textil.

Cada hilo del espolín ha sido tejido con mimo por manos artesanas valencianas, en una seda que refleja firmeza, serenidad y luminosidad —atributos que definen a Carmen y a la esencia fallera.


Elegancia y artesanía en cada detalle

El conjunto de Carmen Prades se completó con unas manteletas de Hijas de Carmen Esteve, finamente bordadas con el gusto y la precisión que caracterizan a esta prestigiosa casa valenciana.
El aderezo, obra del orfebre Daniel Bada, aportó destellos de luz que realzaron el rostro de la Fallera Mayor, mientras que las peinetas de Roda coronaron el peinado tradicional con majestuosa delicadeza.

 


Un homenaje a sus raíces falleras

Fiel a su espíritu y a su historia, Carmen Prades quiso dedicar un emotivo guiño a su comisión Convento Jerusalén–Matemático Marzal, luciendo el mismo traje que llevó en su etapa como Fallera Mayor de la falla.
Un gesto que representa el viaje emocional de una niña que creció entre ninots, pólvora y flores, hasta convertirse en la voz y el rostro del mundo fallero en 2026.

El espolín “Libertad” se convierte así en símbolo de ese camino: un relato tejido con seda, emoción y orgullo valenciano.


 

 

 

Marta Mercader Roig, elegancia infantil con el color “Duna”

Por su parte, Marta Mercader Roig, Fallera Mayor Infantil de València 2026, deslumbró con un traje confeccionado en tono “Duna”, modelo “París” de Compañía Valenciana de la Seda, elaborado por Flor de Cotó y rematado con una exquisita peineta de Flor d’Aigua.

La pieza, realizada para la ocasión especial la misma noche de la proclamación.

El llamativo aderezo de Paco Artola diseñado en exclusiva para ella y con una preciosa historia detrás.


Su traje simboliza la dulzura, la pureza y la continuidad de la tradición fallera, representando a las niñas que sueñan con formar parte de la historia de València.


La indumentaria valenciana, patrimonio vivo de una ciudad

La proclamación de las Falleras Mayores de València 2026 ha vuelto a poner de relieve la relevancia cultural y artística de la indumentaria tradicional valenciana, donde cada puntada, tejido y aderezo cuenta una historia que une pasado y presente.

En un año que se perfila como uno de los más esperados por el mundo fallero, los trajes de Carmen Prades Gil y Marta Mercader Roig se consagran como auténticos símbolos de identidad, arte y orgullo valenciano.

Así es Carmen Prades Gil, Fallera Mayor de València 2026

La emocionante historia del aderezo que Paco Artola rescató del barro para la Fallera Mayor Infantil de València 2026

La emocionante historia del aderezo que Paco Artola rescató del barro para la Fallera Mayor Infantil de València 2026

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