València, 18 dic (EFE).- «Siento que soy otra persona», ha asegurado este viernes Alí Amnad Rifi, un paciente marroquí de 30 años al que el cirujano Pedro Cavadase ha extirpado una neurofibromatosis gigante de 13 kilos que hacía que la cara llegara por debajo de la cintura.
El paciente, que está totalmente recuperado, ha sido intervenido en el Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre tres veces, la dos primeras en octubre y noviembre de 2019 y la tercera estaba programada para abril de 2020 pero debido al confinamiento por la pandemia tuvo que realizarse el pasado mes de octubre.
En rueda de prensa, Cavadas ha calificado el caso de Ali como «el caso. De cero a diez, era once» y ha destacado que en sus casi veinte años operando en África, «donde hay de todo», se trata «con diferencia» de la neurofibromatosis tipo 1 «más grande que hemos visto en mi vida».
Según ha explicado el cirujano, cuando Alí, que solo habla árabe, llegó a la consulta «insistía en algo del cinturón. Resultó que se abrochaba la cara con el cinturón para poder manejarla».
Ha destacado que la intervención, de gran complejidad, ha sido posible por un equipo quirúgico anestésico «excelente», ya que el problema «no era solo quirúrgico», pues por la enfermedad tiene una deformidad esquelética, los pulmones mucho más pequeños y el manejo anestésico y de reanimación es más complicado y hay que dosificar las cirugías».
«No lo hemos dejado perfecto porque no se puede quitar más sin dejar una parálisis facial, y es lo máximo que se puede conseguir», ha dicho Cavadas, que ha resaltado que se ha pasado de «un paciente que prácticamente no podía hacer vida normal a uno que no solo la hace sino que además posa tipo estrella del rock y creo que se ha echado ya dos novias».
Preguntado sobre si hay peligro que de vuelva a crecer, ha explicado que las neurofibromatosis crecen durante un tiempo y luego paran, pero en su caso era tan masiva la deformidad «que podría crecer un poco porque es joven. Pero si fuera así, volveremos a operarlo».
«Se trata de una enfermedad genética que no tiene cura en este momento y el tratamiento es quirúrgico, quitar partes sin provocar lesiones significativas y dejar un aspecto lo mas simétrico posible. En este caso con muchas complicaciones porque es un neurofibroma del nervio facial y podemos quitar hasta un límite», ha explicado.
Según Cavadas, la neurofibromatosis que tiene Ali «no tiene alguna de las complicaciones de las que acorta la vida pero vivir con un aspecto no humano y no vivir, viene a ser parecido. Su esperanza de vida va a ser normal pero su vida va a ser de calidad».
«Lo importante es que entre todos hemos hecho el regalo más grande que se le puede hacer a un ser humano, una vida nueva, un pedazo de regalo», ha dicho Cavadas, quien ha subrayado que se trata de un trabajo de «gente bienintencionada, que ha trabajado mucho para regalar un vida nueva a un hombre al que ni conocíamos».
Alí Amnad Rifi ha explicado que tiene el tumor «casi toda» su vida, un «trozo de carne de 13 kilos» que le «molestaba un montón. No podía dormir normal o acostarme de forma cómodo, tampoco podía ver bien».
«Siento que soy otra persona, que tengo una vida como todos los demás, que puedo hacer una vida normal. Estoy en una situación muchísimo mejor, donde no hay comparación con mi pasado», ha subrayado.
El paciente ha mostrado su agradecimiento a Cavadas, a su equipo y a todas las asociaciones y personas que le han ayudado tanto psicológica como económicamente y en todos los trámites, tanto en Marruecos como en España.
Preguntado por sus planes futuros, ha indicado que tiene estudios de electrónica y su objetivo es «montar un pequeño negocio para arreglar teléfonos», y ha pedido ayuda «para hacer realidad este negocio y volver a Marruecos con mi familia».
La intervención ha sido posible gracias a una acción solidaria conjunta de la Fundación Cavadas, la Fundación Vithas y el Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre.
El rey Felipe VI ha pronunciado su Mensaje de Navidad 2025 de pie, un gesto inédito que ha reforzado la solemnidad y la firmeza institucional de una intervención marcada por el simbolismo histórico. El escenario elegido ha sido el Salón de Columnas del Palacio Real de Madrid, uno de los espacios con mayor carga política e histórica de la residencia oficial.
Un espacio con fuerte carga simbólica y europea
La elección del Salón de Columnas no ha sido casual. En este mismo lugar se firmó el Acta de Adhesión de España a las Comunidades Europeas en 1985, un acontecimiento del que se cumplen ahora 40 años y que refuerza el mensaje europeísta del discurso navideño del monarca. El entorno elegido subraya así la dimensión institucional y el papel de España dentro del proyecto europeo.
Duración del mensaje y puesta en escena solemne
El discurso ha contado con 1.126 palabras y una duración de 9 minutos y 2 segundos, que se ha ampliado hasta los 10 minutos y 29 segundos con los himnos de entrada y salida. Es la primera vez que Felipe VI pronuncia el mensaje de Navidad de pie, una decisión que ha sido interpretada como una apuesta por una imagen más directa, firme y solemne.
No es la primera ocasión en la que el Rey utiliza el Palacio Real como escenario. En 2015 habló desde el Salón del Trono y en 2024 ya eligió el Salón de Columnas, consolidándolo como uno de los espacios clave para sus discursos más relevantes.
Imagen cuidada y mensaje visual
El monarca ha optado por una imagen sobria y elegante, con traje azul marino, camisa blanca y corbata en tono terracota con estampado geométrico, acorde con el tono institucional del mensaje. A su derecha se han situado las banderas de España y de la Unión Europea, reforzando visualmente el mensaje de unidad y pertenencia europea.
A la izquierda, los elementos navideños han tenido un papel destacado con un Misterio del primer cuarto del siglo XVIII, tallado y policromado en madera, junto a un árbol de Navidad que ha aportado el toque festivo al conjunto.
Un fondo artístico cargado de historia
El Salón de Columnas ha servido también como escaparate del patrimonio artístico que alberga el Palacio Real. Tapices del siglo XVII, bustos romanos y esculturas históricas han conformado un fondo cuidadosamente seleccionado para acompañar el discurso, reforzando el mensaje de continuidad histórica y estabilidad institucional.
Un cierre con balance institucional y mensaje de principios
Durante el himno final, las imágenes han repasado la actividad institucional de los Reyes, la Princesa de Asturias y la infanta Sofía a lo largo de 2025, mostrando visitas oficiales y actos relevantes en distintos puntos de España.
El mensaje se ha cerrado con el lema “Servicio, compromiso y deber”, una declaración de principios que resume el papel que la Corona quiere proyectar: cercanía, responsabilidad institucional y vocación de servicio público.
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