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Cultura

Woody Allen cumple 87 años: Sus 20 mejores frases de película

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woody allen

Desde los años 70 lleva rodando una película por año. Woody Allen es uno de los directores más carismáticos de la historia del cine.

El director más neurótico del planeta nos ha regalado escenas y situaciones llenas de ingenio sobre el sexo, la vida, la muerte, fracasos amorosos.

Sus ingeniosos diálogos, su maniático e hipocondriaco alter ego y cientos de cientos de frases, forman parte de nuestras vidas.

10 mejores frases de película

Imposible quedarse con un solo título de su extensa filmografía. Official Press te ofrece sus 10 mejores frases de película, esas que deberían enmarcarse y colgar en las paredes de un museo.

  1. –El sexo sin amor es una experiencia vacía.
    –Pero como experiencia vacía es una de las mejores.
    La última noche de Boris Grushenko, 1975
  2. Es un chico estupendo y un magnífico doctor. Nunca perdió un paciente. Dejó preñadas a dos de ellas, pero nunca perdió ninguno.
    La comedia sexual de una noche de verano, 1982
  3. Lo de mi exmarido y yo fue amor a primera vista. Debí echarle otro vistazo.
    Delitos y faltas, 1989
  4. –Es difícil de creer que no hayas hecho el amor en 200 años.
    –204 si tienes en cuenta mi matrimonio.
    El dormilón, 1973
  5. No te metas con la masturbación. Es tener sexo con alguien a quien amo.
    Annie Hall, 1977
  6. Nunca había visto a una violinista de música clásica tan atractiva. Normalmente son todas refugiadas húngaras.
    Recuerdos, 1980
  7. No puedo escuchar tanto Wagner. Me entran ganas de invadir Polonia.
    Misterioso asesinato en Manhattan, 1993
  8. Le quiero como a un hermano: como Caín a Abel.
    Delitos y faltas, 1989
  9. Tengo un caso interesante. Estoy tratando dos parejas de hermanos siameses con múltiples personalidades. Me pagan ocho personas.
    Zelig, 1983
  10. La última vez que estuve dentro de una mujer fue visitando la Estatua de la libertad.
    Delitos y faltas, 1989
  11. Las dos palabras más bellas de nuestro idioma no son “¡Te quiero!”, sino “¡Es benigno!».
    Desmontando a Harry, 1997
  12. Mi psicoanalista me advirtió de tu bisexualidad, pero eras tan guapa que cambié de psicoanalista.
    Manhattan, 1979
  13. ¿El cerebro? Es mi segundo órgano favorito.
    El dormilón, 1973
  14.  (Sobre sexo) Nunca me divertí tanto sin reírme.
    Annie Hall, 1977
  15. –Podría decirse que soy medio santa, medio puta.
    –Espero poder conseguir la mitad mejor.
    La última noche de Boris Grushenko, 1975
  16. Mis padres no solían pegarme, lo hicieron sólo una vez: empezaron en febrero de 1940 y terminaron en mayo del 43.
    Días de radio, 1987
  17. Está en Nueva York filmando la adaptación de la secuela de un remake.
    Celebrity, 1998
  18. Primero se convierte en un asesino y ahora se hace cristiano. No sé qué es peor. ¿Qué he hecho yo para merecer un hijo así?
    Café Society, 2016
  19. Para ti, soy ateo. Para Dios, la fiel oposición.
    Recuerdos, 1980
  20. Nos enamoramos. Bueno, yo me enamoré, ella simplemente estaba allí.
    Bananas, 1971

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Cultura

Muere Robe Iniesta a los 63 años, alma eterna de Extremoduro

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Robe Iniesta Extremoduro
Robe Iniesta de Extremoduro

El mundo de la música ha perdido a Robe Iniesta, que ha muerto a los 63 años, según han confirmado fuentes cercanas al entorno del artista. Su fallecimiento supone un golpe emocional para la cultura española, ya que el compositor y vocalista cacereño, fundador de Extremoduro, era una de las figuras más influyentes y reconocidas del rock en español. Millones de oyentes lo consideran una voz imprescindible para entender la libertad creativa de los años 90 y 2000.

El legado de un genio que transformó el rock en español

Robe, natural de Plasencia, revolucionó la música desde principios de los años 90 con un estilo visceral, poético y transgresor que convirtió a Extremoduro en un fenómeno generacional. La banda consiguió conectar con jóvenes y adultos de toda España gracias a unas letras descarnadas, cargadas de realidad, amor, rebeldía y un profundo sentido vital.

Álbumes como Somos unos animales, Deltoya, Agila o La ley innata marcaron a varias generaciones y consolidaron a la banda como una referencia imprescindible en la historia cultural del país. Estas obras no solo fueron éxitos musicales, sino que redefinieron la manera de escribir canciones en castellano, fusionando rock urbano, poesía, marginalidad y emociones a flor de piel.

Una carrera en solitario sin perder su esencia

Durante los últimos años, el músico había desarrollado una exitosa carrera en solitario, explorando nuevos sonidos y una escritura más introspectiva, sin perder la autenticidad que siempre lo caracterizó. Robe Iniesta se mantuvo fiel a su espíritu creativo, rechazando modas, preservando el misticismo de su figura y demostrando que su obra no dependía únicamente de la nostalgia. Su música seguía siendo libre, intensa y profundamente humana.

Un impacto emocional que se extiende por toda España

La noticia de su fallecimiento ha generado un profundo impacto en el panorama musical y en miles de seguidores que crecieron con sus canciones y su forma única de entender el arte. Redes sociales, compañeros de profesión, periodistas culturales, artistas emergentes y fans de toda España han comenzado a despedirlo con mensajes de admiración y gratitud por una obra que ya forma parte de la memoria colectiva.

El público recuerda conciertos inolvidables, recitales de poesía improvisada, entrevistas enigmáticas, silencios prolongados y una personalidad que rehuía la fama, pero abrazaba la libertad. Cada canción sigue siendo un territorio emocional donde generaciones enteras han encontrado acompañamiento en sus momentos de euforia, rebeldía, dolor o búsqueda personal.

Un artista irrepetible con una obra eterna

Robe se marcha, pero deja una huella imborrable: versos que desbordaban vida, libertad y crudeza; una manera de hacer música que rompió moldes; y una voz que seguirá acompañando a quienes encontraron en sus canciones un refugio, una herida o un camino. Extremoduro no solo fue un grupo: fue un lenguaje, una actitud, un espejo de la realidad de miles de jóvenes que encontraron en sus letras una forma de entender el mundo.

Muchos expertos musicales coinciden en señalar que Robe Iniesta es uno de los últimos grandes poetas del rock español, comparable con referentes literarios en cuanto a su capacidad de generar una comunidad emocional alrededor de sus palabras. Su influencia continúa viva en nuevas generaciones de músicos y escritores que recogieron su audacia artística y su forma de convertir la vida cotidiana en poesía eléctrica.

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