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Valencia

El portavoz de Compromís en la Diputación deja el pleno durante el minuto de silencio por Miguel Ángel Blanco

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El portavoz de Compromís en la Diputación de Valencia, Xavier Rius.

València, 19 jul (OFFICIAL PRESS- EFE).- El portavoz de Compromís en la Diputación de Valencia, Xavier Rius, ha abandonado este martes el pleno de la Corporación mientras se guardaba, a petición del PP, un minuto de silencio por Miguel Ángel Blanco con motivo del 25 aniversario de su asesinato por la banda terrorista ETA.

Rius ha explicado posteriormente en el pleno que el reglamento de la Diputación establece que, cuando se quiere introducir algún cambio en el funcionamiento habitual de la sesión plenaria, hay que plantearlo en la junta de portavoces, y el PP no dijo nada al respecto en la reunión de la junta del viernes pasado, por lo que se ha incumplido el reglamento.

El portavoz del PP en la Diputación, Vicente Mompó, ha calificado de «incomprensible» que, después de que el presidente de la Corporación, el socialista Toni Gaspar, haya aceptado que se guardara el minuto de silencio, Rius se haya ido del pleno alegando que no se había solicitado en la junta de portavoces.

Mompó ha criticado que a las formaciones políticas que gobiernan la Comunitat Valenciana «les esté costando tanto mostrar respeto a Miguel Ángel Blanco y, por ende, a todas aquellas personas y familias víctimas del terrorismo de ETA».

El portavoz de Compromís en la Diputación de Valencia

Rius ha replicado que la familia y los amigos del edil de Ermua tienen todo su respeto, igual que Josu Muguruza, Manuel Broseta y Ernest Lluch, diputados asesinados por los terroristas, y ha respondido a quienes le han instado a pedir disculpas que tendría que pedírselas a los 862 asesinados por el terrorismo a los que no se ha dedicado un minuto de silencio ni se ha hecho referencia a ellos.

«Usted ha homenajeado a uno y ha faltado al respeto a 862, según su criterio», ha reprochado Rius al PP, partido al que ha acusado de estar «muy a gusto, como un cerdito en el barro», con el terrorismo, y de utilizar «los muertos y la sangre para intentar sacar votos».

El portavoz de Compromís ha expresado su «máximo respeto y consideración» a todos los muertos por el terrorismo, y ha asegurado que nunca utilizará ninguna muerte para intentar «sacar ningún voto», porque a su juicio eso es «miserable, execrable y deleznable».

Críticas de otros partidos

El PP la ha replicado que han pedido el minuto de silencio por Miguel Ángel Blanco y por todos los asesinatos terroristas, y ha lamentado que Rius «haya querido ser el protagonista del homenaje».

Mompó ha considerado que Compromís y el PSPV-PSOE han tenido «un comportamiento inaceptable», tanto en Les Corts, como en el Ayuntamiento de València, en este 25 aniversario de Miguel Ángel Blanco, y ha agradecido la «coherencia» del presidente de la Diputación al acceder a celebrar un minuto de silencio antes del pleno.

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Valencia

El duelo de un pueblo no se gobierna con mentiras: es hora de que Carlos Mazón dimita

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El duelo de un pueblo no se gobierna con mentiras: es hora de que Carlos Mazón dimita
El president de la Generalitat, Carlos Mazón. EFE/ Biel Alino/Archivo

La catástrofe desencadenada por la DANA del 29 de octubre de 2024 en la Comunitat Valenciana, que dejó un lacerante saldo de más de 229 víctimas, no puede quedar impune. Más allá del dolor humano y de la reconstrucción material, está la responsabilidad política. Y en ese terreno, Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, acumula mentiras, contradicciones y el profundo desgarro de quienes lo perdieron todo. Por dignidad, por ética y por justicia, Mazón debe dimitir.

Una gestión inexcusable

Cuando la alerta roja estaba activada, Mazón estaba ausente del lugar que le correspondía. Según los informes oficiales, llegó al comité de crisis (CECOPI) a las 20:28 horas, cuando ya se había emitido la alerta a la población minutos antes. No fue un “error de agenda”, sino un fallo estructural que costó vidas.

Mientras Valencia vivía una riada devastadora, el presidente se encontraba en una comida privada en lugar de supervisar la emergencia. Su entorno lo justificó como una reunión de trabajo, pero el contexto lo desmiente: fue ausencia, negligencia y falta de liderazgo.

La falta de movilización de efectivos tampoco puede justificarse. Los informes cruzados detectan irregularidades en el número de bomberos y medios activados. Cuando una emergencia reclama transparencia, los datos confusos o manipulados son una afrenta.

Mentiras, contradicciones y silencio

Mazón ha intentado derivar responsabilidades hacia la Agencia Estatal de Meteorología o la Confederación Hidrográfica del Júcar, en lugar de asumir el liderazgo que su cargo exige. Cuando el caos se instala, quien gobierna debe estar al frente, no buscando culpables.

Peor aún, ha ofrecido versiones cambiantes sobre su paradero, sus llamadas y las decisiones adoptadas aquel día. La investigación judicial avanza con pruebas que desmontan la versión oficial. Cuando un líder debe explicar dónde estaba durante una tragedia, el problema ya no es circunstancial: es estructural.

Las víctimas, traicionadas

No basta con lamentar lo sucedido cuando la dignidad exige acción. Las asociaciones de víctimas han expresado su malestar y exigido respeto ante la falta de explicaciones claras. “Estar con las víctimas también implica asumir responsabilidades”, repiten familiares que aún esperan una disculpa sincera.

No es solo la ausencia inicial. Es el desfile de versiones, el silencio, la falta de empatía y la reconstrucción lenta. Mientras las familias siguen llorando, el presidente intenta sostener su imagen pública como si nada hubiera ocurrido.

La única salida digna: la dimisión

Integridad política. Quien incumple los principios básicos de responsabilidad pierde la legitimidad para seguir al frente.

Justicia para las víctimas. Pedir perdón no basta cuando no se explica con claridad, cuando no se asumen errores ni se ofrecen soluciones. Las víctimas merecen que se depuren responsabilidades reales.

Confianza institucional. La credibilidad de la Generalitat se resquebraja cuando su presidente ofrece explicaciones tardías, contradictorias y evasivas. Eso no solo afecta a Mazón, afecta a toda la Comunitat Valenciana.

Renovación del liderazgo. El desastre del 29-O no puede cerrarse con un “sigo al mando”. Hace falta un relevo que reconstruya no solo los territorios inundados, sino también la confianza de los ciudadanos.

La responsabilidad compartida

Los silencios cómplices también pesan. Los partidos que sostienen a Mazón deben preguntarse si su apoyo es ético o meramente político. Cada día que pasa sin rendir cuentas es una herida más para las víctimas y una mancha más para las instituciones.

La dimisión no sería una derrota política, sino un acto de respeto hacia los que sufrieron, hacia los que murieron y hacia toda una sociedad que exige transparencia y verdad.

La tragedia del 29 de octubre no son solo cifras. Son vidas, familias, municipios arrasados y una sociedad herida. Carlos Mazón mantuvo su comida en El Ventorro cuando la provincia se inundaba, cambió versiones cuando se investigaba y continúa en el cargo pese al clamor ciudadano.

Por integridad, por dignidad, por justicia: Carlos Mazón debe dimitir.
Y quienes lo sostienen, deberían preguntarse si su silencio también los convierte en responsables.

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