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Cultura

Así será el futuro Centro de Arte Hortensia Herrero

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València, 2 de mayo de 2019. La Fundación Hortensia Herrero y el estudio ERRE arquitectura dieron a conocer en la tarde de ayer los detalles del que será el futuro Centro de Arte Hortensia Herrero, ubicado en el Palacio Valeriola, en la calle del Mar. El acto, que contó con la presencia de los vecinos de la zona y que tuvo lugar en el Casino de Agricultura, sirvió de presentación tanto del calendario de las obras como de los pormenores del proyecto, que verá la luz a finales de 2022 o principios de 2023 si se cumplen los plazos y trámites.

Aunque todavía queda mucho por desvelar, los promotores de este Centro de Arte explicaron que el proyecto constará de 4 niveles, en los que se distribuirán las diferentes salas de exposiciones artísticas. Además, el proyecto contará con un patio ajardinado y un sótano donde podrá visitarse los restos del Circo Romano.

“El conjunto arquitectónico está siendo ya sometido a un proceso de rehabilitación integral con el objetivo de salvar y asegurar su estructura, recuperar su valor patrimonial, y adaptarlo para la realización de las diversas actividades que se están empezando a planificar”, indicó Alejandra Silvestre, representante de la Fundación Hortensia Herrero.

Maqueta Centro de Arte Hortensia Herrero

“El centro acogerá tanto la colección privada de arte de la propia Hortensia Herrero como exposiciones temporales de artistas de reconocido prestigio nacional e internacional. El contenido concreto lo desvelaremos en su momento, pero estamos trabajando para traer a artistas del máximo nivel y queremos que algunas de sus creaciones se integren arquitectónicamente en el conjunto”, explicó Javier Molins, director artístico del Centro de Arte Hortensia Herrero.

Los trabajos de rehabilitación y adaptación correrán a cargo del estudio ERRE arquitectura, liderado por Amparo Roig y José Martí. En representación del estudio valenciano se dirigió a los vecinos Alejandra de Juan. La arquitecta manifestó que “El Palacio Valeriola está suponiendo para todo el equipo un reto profesional apasionante, desde las primeras fases de investigación histórica en colaboración con profesionales de diferentes disciplinas, hasta los trabajos de rehabilitación, adaptación y transformación de un inmueble que nos encontramos en un avanzado estado de deterioro”, y añadió que “estamos trabajando con la firme intención de convertir el futuro Centro de Arte Hortensia Herrero en un nuevo polo de actividad que consiga dinamizar, potenciar y transformar la agenda cultural de la ciudad de Valencia”.

El Palacio Valeriola es un edificio de estilo neoclásico ubicado en la calle del Mar de una enorme importancia histórica y que, sin esta intervención, habría terminado por desaparecer debido al avanzado estado de ruina en el que se encontraba. Su construcción, que comenzó sobre los restos de la antigua judería y de restos de edificaciones de época musulmana, debió de ser un largo proceso de sucesivas ampliaciones y remodelaciones que culminaría a principios del siglo XVIII. La intervención integral en el edificio prevé dotar al espacio de arte de una superficie construida de unos 3.500 metros cuadrados aproximadamente para poder desarrollar sus actividades.

Hortensia Herrero, impulsora de este proyecto, desarrolla desde hace años su labor de mecenazgo a través de la fundación que lleva su nombre. El Centro de Arte Hortensia Herrero responde a dos de los objetivos de la entidad. Por un lado, el de Recuperar la sensibilidad histórica y artística, en este caso concreto en la ciudad de València, llevando a cabo la restauración de un edificio de una importancia histórica innegable. Por otro lado, el de Compartir la sensibilidad con la sociedad, acercando a los valencianos y a los futuros turistas que visiten el Centro de Arte las obras de algunos de los mayores artistas históricos y contemporáneos.

Con esta nueva infraestructura, València contaría con un nuevo espacio dedicado al arte contemporáneo y se sumaría así a la tendencia de otras ciudades europeas, que cuentan tanto con museos públicos como con fundaciones privadas sustentadas por muy diversos mecenas.

Ahora mismo, la Fundación Hortensia Herrero se encuentra inmersa en dos importantes intervenciones. Por un lado, este Centro de Arte y, por otro, la restauración de la Iglesia de los Santos Juanes. Estas iniciativas toman el relevo la Iglesia de San Nicolás, el Colegio del Arte Mayor de la Seda o la imagen de la Virgen de los Desamparados y el Camarín de la Basílica, entre otros.

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Cultura

El tesoro oculto del caballo del Parterre

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El tesoro oculto del caballo del Parterre

Enero de 1891. El Parterre de la ciudad de València, construido décadas antes, colocaba la estatua ecuestre del Rey Jaume I. Ocupaba en el centro el lugar en el que en un principio debía ir también una gran fuente monumental y que finalmente no se llevó a cabo.

Un jardín que ha llegado a nuestros días después que fuera remodelado tras la riada que arrasó València en 1957.

La imponente obra parece dominar desde lo alto la ciudad del Turia gracias al trabajo de los hermanos escultores Agapito y Venancio Vallmitjana y que fue fundida gracias a 5 cañones y un obús enviados desde Peñíscola junto a 15 toneladas de bronce.

Pero cabe destacar como dato curioso que el caballo sobre el que descansa el rey existió en realidad. Muchos podrían pensar que salió de la imaginación de sus autores.

Pero nada más lejos de la realidad. Ese animal, el que sirvió de modelo y que quedaría inmortalizado para la posteridad pertenecía a un transportista vecino del barrio de Marxalenes llamado Rafael Martí, y que era un antiguo soldado.

Una preciada gorra de soldado miñón

Cuentan que estaba orgulloso de que su bello ejemplar llevara para siempre al monarca y por ese motivo solía acercarse a menudo al taller de los escultores para ver cómo avanzaba la obra.

Dicen que Martí era un hombre orgulloso de su pasado ya que había servido a la patria y conservaba como un tesoro todas sus condecoraciones, medallas, uniformes e incluso su preciada gorra de soldado miñón, una especie de milicia urbana que hacía frente a los delincuentes.

Nunca iba sin su gorra, prenda por la que era conocido por los vecinos.

Y tampoco la olvidó el día que fue a ver como por fin introducían el metal en el molde.

En ese momento presa de la emoción y la alegría lanzó la gorra hacia el cielo para celebrar la finalización de la obra.

Lo que había olvidado era que en el interior de esa gorra guardaba la paga correspondiente por un año de trabajo.

El tesoro oculto del caballo del Parterre

La gorra cayó en el vientre del caballo de bronce y quedó fundida junto al resto para dar forma a la figura ecuestre que hoy podemos contemplar en la Plaza de Alfonso el Magnánimo.

El tesoro del caballo del Parterre del que se habla desde hace siglos forma parte de su piel, una piel fundida con cañones, un obús, bronce y unas mil pesetas que pertenecieron a este soldado, toda una fortuna para aquella época.

El paso de los años hace que en ocasiones realidad y leyenda se mezclen formando historias y mitos como el de Martí y el tesoro del caballo del Rey Jaume I. Historias y mitos que forjan el alma de una ciudad.

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