Síguenos

Salud y Bienestar

CONSEJOS| ¿Sabes cómo cuidar los pies durante el embarazo?

Publicado

en

dolor pies en verano
PEXELS

Estás embarazada, te duelen los pies y estás deseando llegar a casa para reposarlos en alto. Después de caminar todo el día sientes un dolor palpitante. El motivo es que puede que sufras algunas transformaciones anatómicas y fisiológicas en tu cuerpo con el fin de atender las necesidades del bebé que está en camino. Variaciones que suponen diferentes molestias como, por ejemplo, los dolores, la inflamación y las rozaduras que se producen en los pies durante el periodo gestacional.

Hablamos con varios expertos del Instituto Valenciano del Pie (IVPie), empresa participada por Angels, quienes nos dan las claves para combatir este problema, pese a que tratarlo es más complicado de lo que parece por las rutinas cotidianas. Frecuentemente, las mujeres experimentan edemas o inflamación en la zona de los pies y tobillos debido a problemas circulatorios asociados al embarazo, así como los derivados del cambio del peso, que provocan variaciones en las presiones que soportan las rodillas y los pies. Lo que se ve reflejado en los dolores que habitualmente atribuimos a estos cambios.

A causa de estas circunstancias, normalmente las mujeres en estado de gestación tienden a balancear el pie de forma inconsciente hacia el interior cuando caminan, una situación que a su vez puede derivar en sobrepresión e hinchazón de los tobillos si no se controla. Aunque habitualmente estas alteraciones suelen desaparecer tras el parto, existen algunas excepciones, en que se hacen permanentes y lo más conveniente es acudir a un podólogo para que lo supervise, tal y como explica Carme Viel , experta en podología de IVPie.

Cuidar los pies durante el embarazo

Tanto es así que diversos estudios sobre la materia han constatado que existen evidencias relevantes sobre el cambio de tamaño y la forma de los pies de las mujeres durante el embarazo, especialmente a partir del tercer trimestre del mismo. En la actualidad hay cierta discrepancia sobre el causante de dicha variación, pero para algunos investigadores, se debe a las hormonas que se liberan durante la gestación, como la famosa relaxina. Una secreción que ayuda a aflojar los ligamentos para el momento del alumbramiento y hace que las conexiones óseas femeninas se vuelvan más flexibles, lo que disminuye la altura del arco del pie y puede aumentar la probabilidad de sufrir una fascitis plantar. Consistente en la inflamación de una banda de tejido elástico que se extiende desde el calcáneo hasta la zona metatarsal, situada delante de los dedos.

En este sentido, la podóloga recomienda acudir a un experto cuando se experimenten las primeras molestias para seguir las recomendaciones necesarias como, por ejemplo, sustituir el calzado por otro más adecuado que permita aliviar el dolor. “Normalmente a las mujeres embarazadas les duele al estirar el pie, al presionar los lados o después de haber hecho ejercicio o actividad física”, señala Carme Viel.

Aunque suele volver a la normalidad tras el parto, existen casos, en que las alteraciones se hacen permanentes, tal y como demuestra una reciente investigación publicada por la revista ‘American Journal of Physical Medicine and Rehabilitation’. Dicho estudio revela que al 70% de las mujeres se les ensanchan los pies y se hacen un poco más largos tras el primer embarazo.

Formas de aliviar las molestias

Hacer reposo. Si notas doloridos los pies, es necesario reducir la actividad física y descansar un intervalo de tiempo, de 10 a 15 minutos. Normalmente poner los pies en alto permite que se reduzca la inflamación y elimina el estrés, lo cual es muy importante para la salud del bebé y de la mujer embarazada.

Realizar estiramientos: Permanecer en una posición tensa a menudo puede suponer un problema para la fascia plantar de la mujer. Aunque existen muchos ejercicios que ayudan a las embarazadas a promover la flexibilidad como, por ejemplo, el yoga, que está constituido por movimientos que fomentan la elasticidad del cuerpo.

Advertisement
Click para comentar

Tienes que estar registrado para comentar Acceder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Salud y Bienestar

Halitosis o mal aliento: Causas, prevención y soluciones efectivas

Publicado

en

¿Qué es la halitosis o mal aliento?

La halitosis, comúnmente conocida como mal aliento, es un trastorno que provoca un olor desagradable en la boca, ya sea de forma ocasional o persistente. Es un problema común que puede generar incomodidad social y afectar la autoestima.

En la mayoría de los casos, la halitosis se origina en la cavidad bucal debido a una mala higiene, acumulación de bacterias, enfermedades dentales o ciertos hábitos alimenticios. Sin embargo, también puede tener causas digestivas o sistémicas.


🚨 Principales causas de la halitosis

  1. Higiene bucal deficiente

    • No cepillarse correctamente permite que se acumulen bacterias, restos de alimentos y placa dental.

  2. Lengua sucia

    • La parte posterior de la lengua suele albergar bacterias responsables del mal olor.

  3. Enfermedades de las encías (gingivitis, periodontitis)

    • Infecciones e inflamaciones en las encías generan compuestos sulfurados volátiles con mal olor.

  4. Boca seca (xerostomía)

    • La saliva ayuda a limpiar la boca; cuando es escasa, se favorece la proliferación bacteriana.

  5. Alimentos con olores fuertes

    • Cebolla, ajo, café y alcohol alteran temporalmente el aliento.

  6. Tabaco

    • Provoca sequedad y deja residuos químicos en la boca.

  7. Problemas gastrointestinales

    • Reflujo gastroesofágico, gastritis o la presencia de Helicobacter pylori pueden causar mal aliento crónico.


✅ ¿Cómo prevenir la halitosis?

La prevención de la halitosis comienza con hábitos diarios sencillos pero fundamentales:

🪥 1. Mantén una buena higiene oral

  • Cepilla tus dientes al menos dos veces al día.

  • Usa hilo dental para eliminar restos entre los dientes.

  • Limpia la lengua con un raspador lingual o el cepillo.

🧼 2. Enjuague bucal adecuado

  • Utiliza enjuagues antibacterianos sin alcohol o con clorhexidina (consultar al odontólogo).

💧 3. Hidratación constante

  • Bebe agua durante el día para estimular la producción de saliva.

🍏 4. Dieta equilibrada

  • Reduce alimentos procesados, café, alcohol y azúcares.

  • Incluye frutas y vegetales crujientes como manzana, zanahoria y apio.

🧑‍⚕️ 5. Revisa tu salud bucodental

  • Visita al dentista cada 6 meses para limpiezas y detección de caries, infecciones o sarro acumulado.


🩺 ¿Y si el mal aliento persiste?

Si a pesar de mantener buenos hábitos el mal aliento continúa, puede haber causas más profundas:

  • Reflujo gástrico crónico

  • Amigdalitis o infecciones respiratorias

  • Diabetes no controlada

  • Enfermedades hepáticas o renales

En estos casos, se recomienda acudir a un odontólogo y, si es necesario, a un gastroenterólogo o médico internista para estudios complementarios.


🧪 Remedios caseros para la halitosis

Aunque no sustituyen una consulta médica, estos remedios naturales pueden ayudarte:

  • Bicarbonato de sodio: Enjuague con agua tibia y una cucharadita.

  • Infusión de perejil o menta: Refrescan el aliento y combaten bacterias.

  • Clavos de olor y canela: Tienen propiedades antimicrobianas.

  • Yogur natural: Ayuda a equilibrar la flora bucal si es sin azúcar añadido.

 

Continuar leyendo