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Siete líneas de la EMT volverán a conectar con el centro de Valencia

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líneas EMT centro de Valencia

Siete líneas de EMT Valencia vuelven al centro de Valencia. Se trata de las líneas 4, 11, 16, 26, 31, 32 y 70 que unirán de nuevo los barrios con la plaza del Ayuntamiento o su entorno más inmediato.

Las líneas 4, 11, 31, 32 y 70 se suman a la C1 y discurrirán por las calles La Paz y San Vicente hasta la plaza del Ayuntamiento.

Y tanto la 16 como la 26 llegarán por la calle la Paz hasta Poeta Querol.

Siete líneas de la EMT volverán al centro de Valencia

Así lo ha anunciado la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, este miércoles, anuncio que “da cumplimiento a una de las promesas electorales ya que era una demanda unánime de los vecinos que volvieran las conexiones con el centro”, ha subrayado.

Ello permitirá, al mismo tiempo, que uno de los carriles bus de la calle Colón pase a ser para uso del vehículo particular, “y así descongestionar esta arteria principal de la ciudad donde sólo hay un carril para el transporte particular”.

Conectar con la ciudad

“La reordenación de las líneas de la EMT por el centro de la ciudad, aparte de cubrir las necesidades de comunicación con el corazón de Valencia, ampliamente constatadas en los tres últimos años, tiene como objetivos fundamentales la conexión directa con la plaza del Ayuntamiento, la ampliación del servicio hacia el Mercado Central y la recuperación de antiguas relaciones directas con todo el centro histórico”, ha subrayado la alcaldesa. Además de ampliar el área de influencia de la EMT, se reducen los transbordos y los tiempos de viaje, y se reequilibran los recorridos que se diferencian y se complementan con los que ofrece Metrovalencia.

La EMT vuelve al corazón de la ciudad

En la misma línea que siguen estos cambios, se crea además un nuevo servicio directo entre la Estación Joaquín Sorolla y el litoral valenciano, con el objetivo de beneficiar el turismo valenciano y las necesidades de conexiones fluidas con las playas.

Para ello, la línea 31, tras circular por la plaza del Ayuntamiento continuará hasta dicha estación, desde donde reiniciará el regreso hacia el frente marítimo.

“Con esta reordenación de las líneas que vuelven al centro de la ciudad, el nuevo gobierno municipal de María José Catalá satisface las demandas unánimes de comunicaciones directas con el centro desde los barrios de la ciudad, principalmente los del norte y el este”, ha afirmado el concejal de Seguridad y Movilidad, Jesús Carbonell.

Demanda ciudadana

“Tras la remodelación llevada a cabo en el año 2020 por el anterior gobierno, había una necesidad de llegar al centro; mucha gente había quedado desasistida, e importantes comunicaciones, rotas. Eso quedaba constatado en pleno centro donde las críticas de comerciantes y vecinos se habían multiplicado”, ha explicado hoy la alcaldesa María José Catalá.

Estamos corrigiendo errores graves”, ha asegurado, y ha añadido que “no podíamos dejar a nuestros vecinos sin alternativas útiles y eficaces para llegar a destinos tan deseados como el centro”.

La poca conexión con el corazón de Valencia

El gerente de la EMT, Manuel Martínez, ha explicado que los recientes estudios realizados por la Empresa Municipal de Transportes “abundan en esta dirección. Desde la remodelación emprendida en mayo de 2020, y la eliminación de líneas por el centro, se había constado una deficiente calidad de las comunicaciones con el corazón de la ciudad”.

“Los estudios afirman que las líneas habían perdido atractivo y usuarios en el resto de Valencia. Las líneas que dejaron de acercar ciudadanos al centro no han crecido en sintonía con el resto de la red, de hecho, se han estancado, con un crecimiento del 1,3% frente al 8,91% del resto de líneas de la red si se comparan con la demanda previa a la pandemia”.

Martínez ha explicado que en los últimos tres años, tras la remodelación de 2020, “múltiples asociaciones y colectivos se han quejado de las grandes distancias que tenían que recorrer a pie para llegar al centro o del exceso de transbordos para conectar los diferentes barrios de la ciudad”. “Algo que ahora quedará solucionado porqué, tras discurrir de nuevo por el centro, las líneas continuarán su camino para unir unos barrios con otros, sin necesidad de transbordos”, ha indicado.

Los cambios para el mes de diciembre

La alcaldesa ha explicado que todos estos cambios se realizarán cuando finalicen las obras que el servicio municipal del Ciclo Integral del Agua lleva a cabo en estos momentos en la calle San Vicente, que se prevé para el próximo mes de diciembre. EMT Valencia prepara ya un amplio dispositivo para dar a conocer con antelación todas las reordenaciones previstas, con información en las paradas, personal en la calle y a bordo de los autobuses, y un abundante buzoneo en los barrios de donde proceden las líneas que nuevamente llegan al centro. La información también se difundirá ampliamente en redes sociales y en la web de la compañía.

Con esta remodelación, las líneas 11, 32 y 70 dejarán de circular por la calle Colón para llegar a la plaza del Ayuntamiento desde la calle La Paz y San Vicente. Por la calle Colón seguirán circulando las líneas 8, 10, 28, 40, 71 y 81, “que cumplen sobradamente las necesidades de comunicación en este parte de la ciudad”, han explicado desde la empresa.

 

 

 

 

 

 

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Valencia

El duelo de un pueblo no se gobierna con mentiras: es hora de que Carlos Mazón dimita

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El duelo de un pueblo no se gobierna con mentiras: es hora de que Carlos Mazón dimita
El president de la Generalitat, Carlos Mazón. EFE/ Biel Alino/Archivo

La catástrofe desencadenada por la DANA del 29 de octubre de 2024 en la Comunitat Valenciana, que dejó un lacerante saldo de más de 229 víctimas, no puede quedar impune. Más allá del dolor humano y de la reconstrucción material, está la responsabilidad política. Y en ese terreno, Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, acumula mentiras, contradicciones y el profundo desgarro de quienes lo perdieron todo. Por dignidad, por ética y por justicia, Mazón debe dimitir.

Una gestión inexcusable

Cuando la alerta roja estaba activada, Mazón estaba ausente del lugar que le correspondía. Según los informes oficiales, llegó al comité de crisis (CECOPI) a las 20:28 horas, cuando ya se había emitido la alerta a la población minutos antes. No fue un “error de agenda”, sino un fallo estructural que costó vidas.

Mientras Valencia vivía una riada devastadora, el presidente se encontraba en una comida privada en lugar de supervisar la emergencia. Su entorno lo justificó como una reunión de trabajo, pero el contexto lo desmiente: fue ausencia, negligencia y falta de liderazgo.

La falta de movilización de efectivos tampoco puede justificarse. Los informes cruzados detectan irregularidades en el número de bomberos y medios activados. Cuando una emergencia reclama transparencia, los datos confusos o manipulados son una afrenta.

Mentiras, contradicciones y silencio

Mazón ha intentado derivar responsabilidades hacia la Agencia Estatal de Meteorología o la Confederación Hidrográfica del Júcar, en lugar de asumir el liderazgo que su cargo exige. Cuando el caos se instala, quien gobierna debe estar al frente, no buscando culpables.

Peor aún, ha ofrecido versiones cambiantes sobre su paradero, sus llamadas y las decisiones adoptadas aquel día. La investigación judicial avanza con pruebas que desmontan la versión oficial. Cuando un líder debe explicar dónde estaba durante una tragedia, el problema ya no es circunstancial: es estructural.

Las víctimas, traicionadas

No basta con lamentar lo sucedido cuando la dignidad exige acción. Las asociaciones de víctimas han expresado su malestar y exigido respeto ante la falta de explicaciones claras. “Estar con las víctimas también implica asumir responsabilidades”, repiten familiares que aún esperan una disculpa sincera.

No es solo la ausencia inicial. Es el desfile de versiones, el silencio, la falta de empatía y la reconstrucción lenta. Mientras las familias siguen llorando, el presidente intenta sostener su imagen pública como si nada hubiera ocurrido.

La única salida digna: la dimisión

Integridad política. Quien incumple los principios básicos de responsabilidad pierde la legitimidad para seguir al frente.

Justicia para las víctimas. Pedir perdón no basta cuando no se explica con claridad, cuando no se asumen errores ni se ofrecen soluciones. Las víctimas merecen que se depuren responsabilidades reales.

Confianza institucional. La credibilidad de la Generalitat se resquebraja cuando su presidente ofrece explicaciones tardías, contradictorias y evasivas. Eso no solo afecta a Mazón, afecta a toda la Comunitat Valenciana.

Renovación del liderazgo. El desastre del 29-O no puede cerrarse con un “sigo al mando”. Hace falta un relevo que reconstruya no solo los territorios inundados, sino también la confianza de los ciudadanos.

La responsabilidad compartida

Los silencios cómplices también pesan. Los partidos que sostienen a Mazón deben preguntarse si su apoyo es ético o meramente político. Cada día que pasa sin rendir cuentas es una herida más para las víctimas y una mancha más para las instituciones.

La dimisión no sería una derrota política, sino un acto de respeto hacia los que sufrieron, hacia los que murieron y hacia toda una sociedad que exige transparencia y verdad.

La tragedia del 29 de octubre no son solo cifras. Son vidas, familias, municipios arrasados y una sociedad herida. Carlos Mazón mantuvo su comida en El Ventorro cuando la provincia se inundaba, cambió versiones cuando se investigaba y continúa en el cargo pese al clamor ciudadano.

Por integridad, por dignidad, por justicia: Carlos Mazón debe dimitir.
Y quienes lo sostienen, deberían preguntarse si su silencio también los convierte en responsables.

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