Síguenos

Salud y Bienestar

Verdades y mentiras de los test de sensibilidad alimentaria

Publicado

en

¿Son saludables las dietas vegetarianas?

Son muchas las afecciones que se pueden tener entorno a la comida y que imposibilitan llevar una vida normal. Principalmente por los efectos que puede tener en nuestro cuerpo. Por ello, mucha gente se somete a los conocidos ‘Test de Sensibilidad alimentaria’, para conocer las posibles intolerancias que su sistema inmunológico puede haber desarrollado. Los expertos de las Clínicas Mato Ansorena cuentan las verdades y mentiras que existen en relación a estos tests.

Test de sensibilidad alimentaria

  1. Son pruebas basadas en análisis de sangre. Verdadero. Aunque también hay algunas que se pueden hacer con otros métodos como biopsias, en departamentos especializados de nutrición y dietética.
  2. Este tipo de test se hacen para ver cuáles son los alimentos que sientan mal, provocan reacciones o incluso un engorde de la masa muscular en el cuerpo. Verdadero.
  3. Se lo hace todo el mundo. Falso. Todos podemos sufrir este tipo de intolerancias, pero solo se recurre a las pruebas si realmente se ve que algo no funciona en nuestro interior. Cuando no se notan o son muy leves, no se les suele hacer caso, un grave error.
  4. Este tipo de pruebas analiza los alimentos que le sientan mal al organismo. Verdadero. Se centran en todo aquello que puede producir alergias, intolerancias e incluso sobrepeso o la dificultad para perder esos kilitos de más que se tienen.
  5. No es lo mismo alergia que intolerancia. Verdadero. Y antes de hacer cualquier prueba, es lo primero que se debe entender. Intolerancia es la imposibilidad de comer un alimento por los efectos que provoca en el organismo, la alergia se produce cuando un ingrediente o componente de la comida produce una reacción atópica, especialmente en la piel.
  6. Solo existe una intolerancia diagnosticable. Verdadero. La de la lactosa, el azúcar de la leche. Y es precisamente porque es la única intolerancia que el cuerpo desarrolla por sí solo y que puede aparecer con el paso de los años.
  7. La intolerancia al gluten se adquiere por abusar del consumo del pan y los cereales. Falso. Es una enfermedad hereditaria, por lo cual afecta al ADN y, aunque se manifieste con el paso de los años, se lleva en la sangre desde que nacemos.

Advertisement
Click para comentar

Tienes que estar registrado para comentar Acceder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Salud y Bienestar

Sueño irregular entre semana y descanso extra en fin de semana: ¿cómo afecta al cuerpo?

Publicado

en

Sueño irregular

Dormir mal o dormir poco entre semana es un hábito muy extendido. Muchas personas intentan compensarlo “recuperando” horas de sueño durante el fin de semana, confiando en que así el cuerpo volverá a equilibrarse.
Sin embargo, un nuevo estudio publicado en la revista Sleep demuestra que dormir más el fin de semana no revierte los daños metabólicos provocados por la falta de sueño de lunes a viernes.

La investigación, realizada por la Facultad de Medicina Yong Loo Lin de la Universidad Nacional de Singapur (NUS Medicine), advierte de un impacto silencioso y preocupante: un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, incluso en personas jóvenes y sanas.


El estudio: 48 adultos jóvenes y un análisis exhaustivo del sueño y la glucosa

El equipo liderado por June Chi-Yan Lo y Khoo Chin Meng siguió durante dos semanas a 48 adultos jóvenes sanos (21–35 años) en un laboratorio del sueño.
Todos comenzaron el estudio con dos noches de descanso adecuado para medir correctamente su glucosa e insulina en un estado basal sano.

Después fueron divididos en tres grupos:

1. Sueño corto estable

  • 6 horas de sueño entre semana

  • 8 horas durante el fin de semana

  • Simula una semana laboral típica

 2. Sueño corto variable

  • Entre 4 y 8 horas entre semana (horarios irregulares)

  • 8 horas el fin de semana

  • Mismo tiempo total de sueño que el grupo anterior, pero distribuido de manera desigual

 3. Grupo control

  • 8 horas de sueño todos los días

  • Patrón de descanso óptimo

Durante todo el estudio, se controlaron sus comidas y se realizaron repetidas pruebas de tolerancia oral a la glucosa (PTGO) para medir cómo respondían sus cuerpos.


Resultados clave: la falta de sueño daña la gestión de la glucosa, incluso con “sueño de recuperación”

Los resultados fueron contundentes:

 1. Dormir poco entre semana altera la glucosa aunque se duerma más el fin de semana

Los grupos con falta de sueño mostraron tolerancia a la glucosa deteriorada, un marcador temprano de riesgo metabólico.

2. Resistencia a la insulina en quienes dormían 6 horas de forma regular

Su cuerpo necesitaba más insulina para mantener los niveles estables, pero aun así la glucosa seguía alta.

 3. Peor aún en quienes dormían con horarios irregulares

El grupo de sueño variable presentó:

  • aumentos más fuertes de glucosa,

  • sin producir insulina compensatoria suficiente.

Esto sugiere un daño más temprano en las células del páncreas encargadas de producir insulina.

4. Solo el grupo que dormía 8 horas diarias mantuvo un metabolismo normal

No se observaron cambios en la regulación de la glucosa.


¿Por qué dormir poco aumenta el riesgo de diabetes tipo 2?

Según los investigadores, el sueño insuficiente altera procesos esenciales para el metabolismo:

  • Desregula la sensibilidad a la insulina

  • Aumenta el estrés oxidativo

  • Cambia la actividad del sistema nervioso

  • Afecta hormonas clave como la leptina y la grelina

  • Reduce la capacidad del páncreas para equilibrar la glucosa

Cuando este patrón se repite cada semana, el cuerpo entra en un ciclo de estrés metabólico que dispara el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.


Dormir más el fin de semana NO basta: la regularidad importa

El hallazgo más importante del estudio es claro:

No se puede “resetear” el cuerpo durmiendo más el fin de semana.

La recuperación parcial del sueño no impide que los niveles de glucosa aumenten cuando vuelve el patrón de pocas horas entre semana.
Y, además, los horarios irregulares son incluso peores que dormir poco pero de manera estable.


Implicaciones para la salud y consejos prácticos

Este estudio destaca la importancia de incluir el sueño dentro de los factores de prevención de enfermedades metabólicas. Para proteger la salud, los expertos recomiendan:

Dormir entre 7–9 horas cada noche Mantener horarios estables, también los fines de semana

Evitar variaciones bruscas en las horas de acostarse y levantarse

Priorizar el sueño tal como se prioriza la alimentación y el ejercicio

Consultar con un especialista si hay insomnio o dificultades crónicas

Puedes seguir toda la actualidad visitando Official Press o en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter o Instagram y también puedes suscribirte a nuestro canal de WhatsApp.

Continuar leyendo