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‘8 de junio … y entonces sucedió que …’, por José Luis Fortea

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forteaJosé Luis Fortea

…..en el año 793 dio comienzo la era vikinga, al desembarcar estos al norte de Gran Bretaña, concretamente en la isla de Lindisfarne, en aquellos tiempos territorio que formaba parte del reino de Northumbria, saqueando el monasterio fundado por el monje irlandés San Aidan en el año 651, dando paso, desde entonces, a un dominio que se extendería por toda Europa y que duraría cerca de trescientos años.

Procedentes de los países escandinavos, desde los más de veinticuatro mil kilómetros de costas de la actual Noruega, y de los países de Suecia y Dinamarca, los vikingos constituyeron uno de los pueblos guerreros más temibles de todos los tiempos, siendo considerados como el mejor ejército de ataque de su época.

El pueblo vikingo, en sus orígenes, no constituía un Estado como tal, propiamente dicho, principalmente debido a la orografía de sus terrenos, compuesta por numerosos fiordos, que dificultaban la conexión entre estos habitantes allí asentados, formando por tanto un compendio de numerosas aldeas de tribus y clanes en constante conflicto, destacando especialmente, en estas pugnas de unos contra otros, las acaecidas sobre los mismos barcos en el mar (de hecho, el término escandinavo “vikingo” significa “ataque naval”), de las que eran a la par de buenos navegantes diestros luchadores.

Cuando todos estos pueblos dispersos, enemigos entre sí, fueron unificados por Harald I, llamado “el de la cabellera hermosa, quien según cuenta la leyenda, juró no volverse a cortar los cabellos hasta lograr reunir bajo su mandato a todos los pueblos de Noruega, dedicando para dicho cometido cerca de diez años, dio comienzo con ello la expansión de estos fuera de sus territorios.

Usando para ello sus típicas embarcaciones, los conocidos barcolongos que les conferirían una fuerza naval compacta, con una tripulación de hasta cincuenta hombres, de unas naves construidas por ellos mismos con una sencilla hacha, utilizando la madera de hasta una docena árboles, sobre todo de robles y pinos.

La característica más llamativa de este tipo de barcos vikingos lo constituye el suelo del mismo que llegaba a sumergirse en el agua apenas cincuenta centímetros, por lo que conformaban sin duda unas embarcaciones de poco calado, que les permitía surcar aguas poco profundas e incluso navegar por ríos sin llegar a encallar, remando tanto hacia delante como hacia atrás, sin necesidad de tener que virar o cambiar de rumbo para ello, y poder atracar en cualquier parte.

La noticia de aquel ataque al monasterio de Lindisfarne por parte de los vikingos se difunde rápidamente por toda Europa, comenzando desde entonces, una expansión de cerca de veinte mil de estos fieros combatientes, que asaltaron asentamientos en Inglaterra, Escocia e Irlanda y ciudades del norte de Europa, llegando a saquear Hamburgo e incendiar la misma ciudad de París.

Contando con una cultura fuertemente guerrera, sin temor alguno a la muerte noble, al tener la firme convicción de que al morir en combate y con valentía, el mismo dios Odín (el dios de la guerra) les recogía del campo de batalla para llevarlos al cielo de los vikingos, el valhalla, pudiéndose sentarse a partir de entonces, con honor, entre los dioses, confiriéndoles este tipo de creencias, ciertamente, un grado más de fiereza y de peligrosidad.

Aprovechando la formación de la turba escandinava en sus innumerables lugares pantanosos, con una técnica desarrollada por los romanos, calentada en un horno a unos tres mil grados durante unas cinco horas, a partir de esta, obtenían un metal puro que servía de base para forjar el acero de la hoja de las llamadas hachas danesas, un arma con una empuñadura de cerca de un metro y ochenta centímetros, que permitía realizar ataques con una gran rapidez y contundencia, y que sin duda aterrorizaron a los pueblos contra los que se enfrentaron.

Completaban aquellos sus indumentarias incorporando unos cascos, de unos cuatro kilos de peso, fabricados en hierro forjado con remaches, y añadidos de cotas de mallas en su parte posterior y un protector de acero en su parte delantera que cubría la zona del hueso nasal, confiriéndoles un aspecto más feroz (careciendo estos, lejos de la imagen romántica que sobre los vikingos se ha tenido siempre, de esos cuernos que sin duda no hubieran cumplido con uno de los requisitos esenciales de toda arma escandinava, su practicidad).

En el siglo X el dominio vikingo se encuentra en su máximo esplendor, llegando sus conquistas hasta el mar mediterráneo, atacando la misma Constantinopla y cruzando el océano Atlántico, arribando hasta las costas de Norteamérica, sin instrumentación alguna, gracias a la observación de la vegetación por el día y de noche estudiando y siguiendo la dirección de las aves marinas en sus vuelos, y por la utilización de otro elemento considerado imprescindible, “la vela”, que si bien no fue un invento de ellos, sobre el año setecientos aproximadamente, comenzaron a utilizarlas con cierta pericia y destreza, ofreciéndoles un avance técnico que les facilitaría el traslado sobre los mares.

Fue sin duda con la llegada de Olav Tryggvason el bisnieto del primer rey de los noruegos, que de niño había sido capturado por sus enemigos y vendido como esclavo, quien al ser liberado al cumplir los 18 años, cuando se convertiría en uno de los guerreros más famosos de su época, con la firme convicción de unir de nuevo toda Noruega bajo un mismo reino, que por aquellos tiempos presentaba innumerables disputas y conflictos internos, con un nueva táctica de combate, conocida como “muro de escudos” en formación de cinco hombres, y el uso de una nueva arma, la lanza, siendo elegido rey en el año 995.

En la batalla de Stamford Bridge, en 1066, el rey Harald III de Noruega, con sus más de dos metros de altura y con un hacha en la mano, sin armadura alguno, se colocó en la entrada del puente de Stamford defendiéndolo del ataque de aquellos Anglosajones, que aterrorizados veían como aquel gigante iba matando a todo aquel que en su intento pretendía cruzar este, durante más de una hora, hasta que deslizándose por el río sobre un tronco de madera un soldado sajón logró colocarse en su retaguardia lanzándole una certera flecha que le atravesó la garganta.

Con la muerte y consiguiente derrota de las tropas del rey Harald III, se puso fin a la denominada era vikinga, tras doscientos setenta y tres años de dominio, que había comenzado a forjarse, aquel día 8 de junio, como hoy.

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¿Puedo retrasar la regla para vacaciones?, por Dra. Isabel Ramírez

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Isabel M. Ramírez Polo

Retrasar la regla es algo que muchas mujeres nos hemos preguntado en alguna ocasión. A veces esperas la regla en el momento más inoportuno… cuando estás de vacaciones, o tienes una competición deportiva, te casas, eres militar y te vas de maniobras o tienes algún acontecimiento vital importante.

NO ES NECESARIO TENER LA REGLA TODOS LOS MESES

Desde el comienzo de los tiempos la menstruación ha tenido un halo de misterio para la humanidad. Las sociedades  de todos los tiempos, han relacionado la menstruación con ciertos temores sociales o personales atribuyéndole  una consideración de: rito, misterio, secreto, impureza y amenaza. La repetición del sangrado coincidente con los ciclos lunares de 28 días ha sido causa de asombro y motivo para atribuirle un carácter sagrado. De este fenómeno fisiológico han opinado a través de la historia todo tipo de pensadores: filósofos, líderes religiosos, fisiólogos, biólogos, antropólogos, ginecólogos….

De dónde venimos

Grandes pensadores como GALENO, nos decían que la menstruación es una forma de eliminar la llamada “sangre superflua”; o  HIPÓCRATES que  la consideraba  un proceso beneficioso, la mujer se limpia de elementos insalubres. Sin tener nada de real, algo de esto queda aún como mito en la memoria colectiva.

El  siglo XX  permitió conocer la secuencia de cambios del ciclo menstrual y sus mecanismos de control. La menstruación desde el punto de vista fisiológico es una simple hemorragia por privación hormonal.

Durante siglos el estado natural de la mujer fue la amenorrea (ausencia de menstruación), debido a los embarazos sucesivos y los largos períodos de lactancia. Se estima que el número de ovulaciones de una mujer a lo largo de su vida era de 160 ciclos, frente a los 450 de media de hoy en día, debido a que tenemos menos embarazos, periodos de lactancia más cortos y menopausia (cese de la menstruación), más tardía.

 ¿Es necesario o conveniente tener la regla todos los meses?

Recordamos que hay muchos síntomas asociados a la regla, que a algunas mujeres le hacen imposible realizar una vida normal, tales como: dolor mamario, dismenorrea ( dolor con la regla), cefalea, sensación de hinchazón, cambios de humor etc. De hecho los problemas relacionados con el ciclo menstrual son el principal motivo de la consulta ginecológica.

En una mujer sana sin deseo de embarazo la menstruación no es necesaria. Se ha identificado la necesidad de sangrar cada mes con la idea de salud y feminidad hasta tal punto  que cuando se comercializó  la píldora, se hizo  con una pautas de administración similares al ciclo menstrual típico (21 días con principio activo y 7 de descanso o píldoras placebo, para tener una regla cada 28 días) lo que también ha contribuido a esta idea, de hecho muchas mujeres usan la píldora para tener una regla todos los meses y contribuir a la idea que tienen de normalidad.

Retrasar regla

¿COMO RETRASO O SUPRIMO MI REGLA?

Hay varias formas de hacerlo.

Con la AHC

(Anticoncepción Hormonal Combinada: Estrógenos –gestágenos) píldora , parche y anillo. Hasta ahora lo que veníamos haciendo  con la píldora, el parche y el anillo vaginal es recomendar  que la usuaria  no descanse los 7 o 4  días entre envases (o no tomar las píldoras de otro color que no llevan principio activo); es decir tomar 2 o 3 cajas de píldoras seguidas o usar anillos o parches sin descanso. De este modo no tendrás la regla hasta que no descanses los 4 o 7 días pertinentes y podrás retrasar tu regla 2 o 3 o más ciclos.

En la actualidad disponemos de 2 preparados que están diseñados para esto (los dos orales y con lactosa). Uno de ellos, una píldora que tomas todos los días durante 84 días y solo tendrás 4 reglas al año y con el otro que tiene 120 píldoras, tras tomar las primeras 24, podrás parar 4 días cuando tú quieras durante esos 120, para tener la regla en el momento que te convenga. Los resultados de los estudios para estas dos pautas, no presentan riesgos significativos para la salud cuando se comparan con la pauta habitual de descansos mensuales (o uso de las píldoras de diferente color sin principio activo).

En todos los casos, al no tener un intervalo libre de hormonas, los síntomas de dolor, cefaleas y otros que acompañan a la regla desaparecerán. Además mejoran las patologías que se agravan con la menstruación, al estar esta ausente.

Con ASG

(Anticoncepción con solo gestágenos) DIU Hormonal , Implante o inyectable de acetato de medroxiprogesterona. Cualquiera de estos métodos  en los primeros meses de uso pueden producir sangrados intermenstruales, pero la tendencia con el DIU hormonal  es a la desaparición del sangrado menstrual en más del 50% de los casos. Esto es menos frecuente con el implante 22% de los casos, aunque el sangrado vaginal asociado al implante es escaso. Con el inyectable al principio los sangrados pueden ser más abundantes, pero con el tiempo se reduce la frecuencia de menstruación. Hay autores que recomiendan en las 3-4 primeras dosis ponerlas cada 4-6 semanas, para inducir la amenorrea y luego continuar cada 12 semanas., esto puede ser muy efectivo sobre todo, para las mujeres que por su situación tienen problemas de higiene y no tienen contraindicado el fármaco.

RESUMEN

Suprimir o retrasar la menstruación es una idea interesante para mujeres que tengan molestias importantes asociadas a la menstruación o para mujeres cuyas enfermedades se agravan durante este periodo (Como anemias y endometriosis) y para mujeres que por motivos de viajes, deportes y otras situaciones vitales les viene bien no tener la regla o retrasarla.

No pasa nada por no tener la regla todos los meses, por el contrario para muchas mujeres es un beneficio.

Podemos hacerlo no descansando con nuestro anticonceptivo habitual, píldora, anillo o parche; y en la actualidad usando las pautas de 4 reglas al año (pautas prolongadas programadas) o con la de 120 comprimidos parando cuando quieras, (pauta prolongada flexible),también con ASG pero las condiciones son diferentes. Recomendación: Consulta con un profesional.

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