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Salud y Bienestar

Estos 10 alimentos pueden perjudicar tu corazón

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Las carnes procesadas, los alimentos fritos, las bebidas azucaradas o las sopas envasadas pueden afectar la salud cardiovascular. / Adobe Stock

Las enfermedades cardiovasculares representaron la segunda causa de muerte en España en 2023, con un 26,5 % de las defunciones. Factores como el colesterol elevado, la presión arterial alta, la diabetes y el sedentarismo son grandes riesgos para la salud del corazón. Repasamos los alimentos más perjudiciales para tu corazón.

Gemma Chiva-Blanch, profesora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), subraya la importancia de una alimentación adecuada para proteger el corazón. Aunque existen alimentos beneficiosos para el sistema cardiovascular, otros, consumidos en exceso, pueden aumentar el riesgo de enfermedades del corazón.

Alimentos perjudiciales para el corazón

1. Carnes procesadas: embutidos, salchichas, beicon y otras carnes procesadas contienen altas cantidades de grasas saturadas y sodio, lo que eleva el colesterol y la presión arterial, incrementando el riesgo de infartos.

2. Alimentos fritos: patatas fritas, buñuelos y otros fritos son ricos en grasas trans, lo que puede elevar el colesterol LDL (malo), contribuyendo a la obesidad y a problemas cardíacos.

3. Carnes rojas: su consumo excesivo está relacionado con un mayor riesgo de enfermedades del corazón debido a su contenido en grasas saturadas.

4. Bebidas azucaradas: refrescos, zumos envasados y bebidas energéticas contienen azúcar añadido que aumenta el riesgo de diabetes y enfermedades cardíacas.

5. Bollería industrial: productos como pasteles, galletas y helados contienen grasas trans y calorías vacías, afectando negativamente al corazón.

6. Cereales azucarados: especialmente los dirigidos a niños, contienen altos niveles de azúcar añadido. Opta por cereales integrales con frutas frescas o frutos secos para un desayuno saludable.

7. Pastas y cremas envasadas: son altas en sodio, lo que puede elevar la presión arterial y dañar la salud del corazón.

8. Salsas comerciales: como kétchup o mayonesa, que contienen niveles altos de sodio y grasas no saludables.

9. Aperitivos salados: estos snacks contienen grasas y sodio en exceso, factores que aumentan el riesgo cardiovascular.

10. Alcohol en exceso: el consumo elevado de alcohol debilita el músculo cardíaco y aumenta la presión arterial, afectando el corazón.

Consejos para un corazón saludable

Salvador Macip, catedrático de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC, advierte que una dieta desequilibrada y la falta de ejercicio aceleran el envejecimiento del corazón. «Si comemos demasiada grasa y llevamos una vida sedentaria, la salud del corazón se resiente», indica.

Para proteger el corazón, Macip recomienda mantener una dieta equilibrada y realizar ejercicio regular. Aunque la genética juega un papel en la salud cardiovascular, la mejor prevención es llevar un estilo de vida saludable.

Recuerda: una alimentación balanceada y el ejercicio físico son tus mejores aliados para mantener un corazón sano y evitar enfermedades cardiovasculares a largo plazo.

Fuente: AGENCIA SINC

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¿Cuándo dejan los niños de ir al pediatra?

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¿Cuándo dejan los niños de ir al pediatra?
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El cuidado de la salud infantil es una prioridad para cualquier familia. Desde que un bebé llega al mundo, los padres comienzan a recibir visitas periódicas al pediatra, un médico especializado en la salud de los niños. Estas consultas son esenciales para el seguimiento del desarrollo físico y emocional, la vacunación, y la prevención de enfermedades. Sin embargo, con el paso de los años, surge la pregunta: ¿cuándo dejan los niños de ir al pediatra? A continuación, te ofrecemos una guía sobre este proceso y todo lo que debes saber acerca de la transición a la atención médica para adultos.

El papel del pediatra en la infancia

El pediatra es fundamental durante los primeros años de vida del niño. En sus consultas, no solo se encarga de las revisiones físicas, sino que también realiza un seguimiento del desarrollo emocional y cognitivo. Entre las principales funciones del pediatra se encuentran:

  • Control de crecimiento y desarrollo: El pediatra evalúa el desarrollo motor, cognitivo y emocional del niño. Esto incluye la observación de hitos como caminar, hablar y socializar.
  • Vacunación: Asegura que el niño reciba todas las vacunas necesarias para prevenir enfermedades graves.
  • Diagnóstico y tratamiento de enfermedades comunes: Los pediatras tratan desde resfriados y fiebre hasta problemas más complejos como infecciones o enfermedades crónicas.
  • Consejos sobre la salud y el bienestar: Los pediatras brindan orientación sobre la alimentación, el sueño, la actividad física y otros aspectos del cuidado general del niño.

¿Hasta qué edad es recomendable seguir visitando al pediatra?

Aunque la recomendación general es que los niños sigan siendo atendidos por un pediatra hasta los 14 o 15 años, esta edad puede variar dependiendo del país, la cultura y las necesidades individuales de cada niño. La transición a un médico de adultos, como un médico de familia o un internista, puede realizarse gradualmente a medida que el niño crece. Aquí te presentamos los momentos clave:

1. Hasta los 2 años: Consultas frecuentes

Los bebés y niños pequeños requieren visitas al pediatra con mayor frecuencia, debido a su rápido desarrollo y a la necesidad de seguir el calendario de vacunas. Entre los 0 y los 2 años, las consultas son habituales, ya que el pediatra monitorea el crecimiento, las enfermedades comunes y las etapas de desarrollo.

2. De 2 a 6 años: Visitas periódicas

Durante la infancia temprana, las visitas al pediatra siguen siendo necesarias, aunque no tan frecuentes. El pediatra continúa controlando el crecimiento, las enfermedades, la nutrición y el desarrollo físico. También se realizan revisiones periódicas a medida que el niño comienza la escolarización. El calendario de vacunación sigue siendo una prioridad.

3. De 6 a 12 años: Visitas anuales

A medida que el niño entra en la escuela primaria, las consultas al pediatra suelen ser anuales, salvo que haya problemas de salud que lo requieran. Durante este período, el pediatra también revisa el desarrollo social, emocional y físico, y se asegura de que el niño se esté desarrollando adecuadamente en todas las áreas. También se trata el control de enfermedades comunes y se sigue con el esquema de vacunación.

4. De 12 a 14 años: Adolescencia temprana

Cuando los niños entran en la adolescencia, las visitas al pediatra continúan siendo importantes. A esta edad, los pediatras están acostumbrados a tratar problemas relacionados con la pubertad, cambios hormonales, salud mental y orientación sobre hábitos saludables. La adolescencia es un momento crítico para la prevención de problemas como el acné, trastornos de la conducta alimentaria o problemas de salud mental.

5. ¿Cuándo se transita a un médico de adultos?

Alrededor de los 14 o 15 años, algunos pediatras sugieren que es el momento de realizar la transición a un médico de adultos, en parte debido a los cambios fisiológicos que ocurren durante la pubertad. Sin embargo, este paso no es obligatorio y depende de las necesidades específicas del adolescente. En algunos casos, especialmente si el niño tiene una afección crónica o un problema médico significativo, el pediatra puede seguir siendo el médico principal hasta los 18 años.

Consideraciones para la transición al médico de adultos

El paso del pediatra a un médico de adultos no siempre es fácil. Aquí hay algunos factores a tener en cuenta:

  • La relación con el pediatra: Muchos niños y adolescentes se sienten cómodos con su pediatra, que ha sido parte de su vida durante años. La transición puede ser emocionalmente difícil para algunos, ya que pueden sentirse inseguros al cambiar de médico.
  • El tipo de atención médica necesaria: Si el niño o adolescente tiene una condición crónica (como asma, diabetes o problemas cardíacos), es posible que necesite un seguimiento más cercano y especializado. En este caso, el pediatra podría seguir involucrado en el tratamiento hasta la edad adulta.
  • La disponibilidad de un médico de adultos: La transición también depende de la disponibilidad de un médico de adultos en la localidad, especialmente si el niño vive en una zona rural o tiene un acceso limitado a servicios médicos.

¿Qué sucede si el niño tiene problemas de salud a una edad avanzada?

Algunos adolescentes pueden enfrentar problemas de salud a medida que entran en la adolescencia. El pediatra sigue siendo la mejor opción en estos casos debido a su experiencia con problemas específicos de la adolescencia, como trastornos hormonales o emocionales, aunque los médicos de familia también están capacitados para tratar estos problemas.

¿Es posible que el niño no pase directamente al médico de adultos?

En algunos casos, los pediatras pueden seguir atendiendo a niños mayores de 15 años si la situación lo requiere, especialmente si el niño tiene condiciones médicas complejas que necesitan seguimiento. Además, en algunos países, existen clínicas de atención para adolescentes donde se puede seguir recibiendo atención especializada, pero no necesariamente bajo el marco de la pediatría tradicional.

Conclusión

El momento de dejar de ir al pediatra depende de varios factores, incluidos el desarrollo físico y emocional del niño, así como la salud y el tipo de atención médica que necesite. Aunque la mayoría de los niños hacen la transición a un médico de adultos entre los 14 y 15 años, este proceso puede ser flexible, dependiendo de las circunstancias. Lo importante es asegurarse de que el niño o adolescente reciba el seguimiento médico adecuado en todas las etapas de su vida para garantizar su bienestar.

Es fundamental que los padres y cuidadores estén atentos a las necesidades de salud de sus hijos, y si tienen dudas sobre cuándo hacer la transición o cómo, pueden consultar con su pediatra para determinar la mejor opción para el futuro de la salud de su hijo.

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