MADRID, 30 Ene. (CHANCE) – El pasado lunes, Anabel Pantoja nos dejaba a todos muy preocupados tras verla entrando en las urgencias de un hospital. Kiko Hernández fue el encargado de dar la voz de alarma mostrando en Sálvame las fotografías en las que la sobrina de Isabel Pantoja esperaba a ser atendida en la recepción de una clínica.

Sin dar más datos, el colaborador del programa de Telecinco, nos dejaba a todos con la incertidumbre de saber qué es lo que le había pasado a la prima de Kiko Rivera y si su motivo de la visita al centro médico se debía a un episodio grave de salud.

Este martes, a través de la revista Semana, era la propia Anabel quién se encargaba de tranquilizar a sus seguidores y compañeros de trabajo, explicando la situación que le había llevado a tener que trasladarse a urgencias.

La colaboradora de Sálvame, confesaba así que se trasladó al hospital «por un fuerte dolor en la cabeza y también tenía un tapón en el oído», pero que, después de someterse a un TAC y diversas pruebas más, pudo volver a su casa a descansar y tratar de recuperarse. Además, le quitaba hierro al asunto explicando que podrá seguir su vida laboral con normalidad, siguiendo con el tratamiento que le prescribieron los médicos.

A pesar de que ha sido, y es, uno de los peores azotes de la sobrina de la tonadillera en los platós de televisión, Kiko Hernández se mostraba verdaderamente afectado y preocupado por el estado de salud de su compañera y, durante el programa del martes, llamaba en directo a Anabel para conocer, de primera mano, las novedades de su situación.

Y, pocos minutos después, la prima de Isa Pantoja sorprendía al colaborador presentandose sin avisar en el plató de Sálvame, fundiéndose en un emotivo abrazo con Kiko, con caída incluida.