València, 20 oct (OFFICIAL PRESS/ Loli Benlloch / EFE).- Una Dana explosiva fue el origen de las lluvias torrenciales que el 20 de octubre de 1982 inundaron la ribera del río Júcar y causaron el desmoronamiento de la presa de Tous (Valencia), un episodio del que únicamente se intuyó, a última hora de la víspera, que podían caer «lluvias fuertes» en la zona.
Dana explosiva
«Fue explosiva porque fue muy súbita: tuvo una corta duración pero de una intensidad inusitada», explica a EFE el meteorólogo y doctor en Geografía Rafael Armengot, quien hace cuarenta años estaba de observador de guardia en el Centro Meteorológico de Valencia y destaca que entonces era difícil detectar con antelación este fenómeno.
Detalla que lo que se produjo entonces fue un sistema convectivo de mesoescala: un sistema organizado de tormentas, en el que hay una realimentación continuada de nuevas tormentas durante varias horas, que puede producir intensidades de lluvia muy fuertes -de incluso de más de 100 litros por metro cuadrado y hora- y que si se sitúan estáticas sobre una zona ocasionan acumulaciones de lluvia grandísimas.
Vista aérea de un término municipal de Alzira anegado tras la rotura de la presa de Tous, en octubre de 1982. EFE/Archivo
MIL LITROS DE LLUVIA POR METRO CUADRADO
Armengot explica que de la lluvia que cayó ese día se tienen estimaciones, ya que el pluviómetro de Bicorp midió 632 litros por metro cuadrado -la cantidad que le cabía, pero se desbordó-, y se calcula en que el Muela de Cortes se acumularon en torno a mil litros por metro cuadrado en quince horas, «de los máximos registrados en Europa en menos de un día».
Rememora que aquel día iba recogiendo datos «de donde podía», como de los partes cifrados que llegaban por teletipo de Alicante y de llamadas de observadores particulares, pues en el núcleo donde se produjeron las mayores lluvias las comunicaciones estaban cortadas y no podían llamar por teléfono.
Alzira convertida en un inmenso lago de agua y fango con más de un metro de profundidad por las lluvias torrenciales y la rotura de la presa de Tous. EFE/Archivo
DANAS EXPLOSIVAS ANTERIORES
Danas explosivas «ha habido siempre a lo largo de los siglos» en esta zona, explica Armengot, quien señala que se dice que el nombre del Júcar en árabe significa «devastador» y es un río que tiene fama por sus crecidas destructivas a lo largo de los siglos.
El precedente más claro fue la conocida como riada de Sant Carles, el 4 de noviembre de 1864, «prácticamente idéntica» a la que originó la pantanada de Tous: no se cayó ningún pantano, pero la inundación fue de una magnitud similar. Y aunque se hicieron unos estudios, cayeron en el olvido y no se tuvo en cuenta que algo así podía volver a suceder.
Destaca que en octubre del año 2000 hubo otra Dana en la que incluso llovió más que en octubre de 1982, pero «no fue tan tremendamente explosiva», pues duró tres días y aunque la cantidad de lluvia fue «tremenda» no hubo desgracias personales y no se tiene en la memoria como la de hace cuatro décadas, que dejó ocho fallecidos.
A su juicio, aunque entonces se hubiera conseguido abrir las compuertas del pantano, «la gran inundación en La Ribera se habría producido», aunque habría tenido otras características: menos brusca, con menos violencia de la entrada del agua, pero la inundación habría sido «igualmente tremenda».
Autoridades y vecinos de Alzira esperan la llegada del rey Juan Carlos para visitar la localidad, una de las más afectadas por las lluvias torrenciales que provocaron la subida de nivel de las aguas del río Júcar y la rotura de la presa de Tous. EFE/Archivo
EL FENÓMENO VOLVERÁ A PRODUCIRSE
Armengot alerta de que este fenómeno meteorológico volverá a producirse en un otoño del futuro, ya que periódicamente se reproduce en La Ribera del Júcar, aunque quizá no sus efectos, entre otras cosas porque la pantanada de Tous tuvo su origen en la enorme concentración de lluvia, unida a la falta de medidas de prevención.
De hecho, destaca que a raíz de este suceso se cambió todo el sistema de predicción y vigilancia meteorológica; se instalaron radares meteorológicos -el primero se España se ubicó en Cullera- y la Confederación Hidrográfica del Júcar fue la primera en implantar el sistema automático de información hidrológica.
«Fue una revolución», asegura este doctor de Geografía, quien destaca que el desastre natural de hace cuatro décadas fue «el germen» para crear los planes de avisos y alertas meteorológicas y poder tomar así medidas preventivas.
Calle de uno de los pueblos de la Comunitat Valenciana afectados por intensas lluvias, que provocaron la subida de nivel de las aguas del Júcar y la rotura de la presa de Tous, una inmensa tromba de agua inició su carrera en busca del mar, arrasándolo todo a su paso. EFE/Archivo
GALERÍA
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Debido al insólito fenómeno meteorológico el caudal de la riada alcanzó los 9.000 metros cúbicos por segundo y, aunque el pantano retuvo la primera avenida del río Escalona, después se limitó a verter agua al inmenso lago en que se convirtió la comarca de la Ribera. En la foto, vista aérea de la Presa de Tous. EFE/Archivo
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Vista aérea de un término municipal de Alzira anegado tras la rotura de la presa de Tous, en octubre de 1982. EFE/Archivo
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Alzira convertida en un inmenso lago de agua y fango con más de un metro de profundidad por las lluvias torrenciales y la rotura de la presa de Tous. EFE/Archivo
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Autoridades y vecinos de Alzira esperan la llegada del rey Juan Carlos para visitar la localidad, una de las más afectadas por las lluvias torrenciales que provocaron la subida de nivel de las aguas del río Júcar y la rotura de la presa de Tous. EFE/Archivo
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Calle de uno de los pueblos de la Comunitat Valenciana afectados por intensas lluvias, que provocaron la subida de nivel de las aguas del Júcar y la rotura de la presa de Tous, una inmensa tromba de agua inició su carrera en busca del mar, arrasándolo todo a su paso. EFE/Archivo
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