Salud y Bienestar
Asperger, el síndrome silencioso
Publicado
hace 2 añosen
¿Qué tienen en común Messi, Steven Spielberg, Tim Burton, Bill Gates, Albert Einstein o Isaac Newton? Puede que a priori no veas la conexión que hay entre todos ellos, pero la hay. Todos ellos son grandes genios en sus respectivos campos y todos ellos tienen Asperger.
El 18 de febrero es el Día Internacional del Síndrome de Asperger y a pesar de muchos los que todavía no conocen y lo confunden con el autismo o incluso con algún tipo de enfermedad neuronal, cada vez este síndrome silencioso e invisible para la sociedad es, afortunadamente, más visible. Y esta visibilidad, este pequeño gesto como es entender su manera de ver el mundo, hace que la vida de los diagnosticados con Asperger pueda ser normal.
¿Qué es el síndrome de Asperger?
Es un un trastorno encuadrado en los TEA (Trastorno del Espectro Autista) que se da de 3 a 7 por cada 1.000 personas y que suele diagnosticarse entre los cuatro y los once años. Aunque no se conocen a ciencia cierta el origen de este trastorno, todas las sospechas apuntan al factor genético hereditario.
Según la Asociación Asperger Valencia-TEA «quien lo presenta tiene un aspecto e inteligencia normal o superior y frecuentemente habilidades especiales en áreas restringidas. Su pensamiento es lógico, concreto e hiperrealista. Su trastorno no es evidente, pero tiene problemas para relacionarse con los demás a un mismo nivel de desarrollo. Todo ello supone una discapacidad para entender el mundo de lo social. Aunque todos ellos tienen en común las dificultades para la interacción social, cada individuo puede manifestar dichas dificultades de forma diferente».
Para un diagnóstico precoz aquí se plantean algunas de las características más comunes que se repiten en las personas diagnosticadas:
Dificultades en la interacción social:
- Socialmente es torpe y difícil de manejar en su relación con otros niños y/o adultos.
- Incapacidad para hacer o mantener amigos de su misma edad.
- Es ingenuo y crédulo.
Alteraciones de los patrones de comunicación no verbal:
- A menudo no es consciente de los sentimientos e intenciones de otros.
- Dificultades para llevar y mantener el ritmo normal de una conversación.
Inflexibilidad cognitiva y comportamental:
- Se altera fácilmente por cambios en rutinas y transiciones.
- Interpretación literal del lenguaje, es literal en lenguaje y comprensión.
Dificultades en la psicomotricidad:
- Físicamente torpe en deportes o incluso en la escritura.
Intereses restringidos:
- Fijación en un tema u objeto del que puede llegar a ser auténtico experto.
Dificultades en las funciones ejecutivas y de planificación:
- Necesita ayuda para planificar y ejecutar el modo de conseguir un objetivo.
Muy sensible:
- A sonidos fuertes, colores, luces, olores o sabores.
- Ciertos colores pueden crearle incomodidad, influyendo en su comida, ropa, etc.
- También algunos olores, texturas de los alimentos y ropa le pueden crear malestar.
Puede a menudo tener:
- Memoria inusual para detalles.
- Problemas de sueño o de alimentación.
- Problemas para comprender cosas que ha oído o leído.
- Patrones de lenguaje poco usuales. Puede hablar en forma extraña o pomposa, con alteraciones de la prosodia (pronunciación), volumen, tono, entonación…
- Tendencia a balancearse, movimientos repetitivos o caminar mientras se concentra.
¿Por qué se celebra hoy Día Internacional del Síndrome de Asperger?
Uno de los aspectos más importantes para que la persona diagnosticada pueda hacer una vida normal es precisamente la importancia de la visibilidad. Todavía son muchos los que desconocen qué es el Asperger. La mayoría piensa que se trata de una enfermedad y que hay que tomar algún tipo de medicación, cuando en realidad no es ninguna enfermedad sino un trastorno que hace que la persona una forma diferente de interpretar la realidad. De hecho la persona con Síndrome de Asperger tiene como particularidad frente al autismo, que tiene un lenguaje fluido y un coeficiente intelectual es normal e incluso en muchos casos superior a la media.
El Síndrome de Asperger (S.A), fue descubierto por primera vez por el pediatra y psiquiatra austriaco Hans Asperger en 1944. Cada 18 de febrero en honor al cumpleaños de este médico se celebra el Día Internacional del Asperger.
Hans Asperger, identificó en un grupo de niños un comportamiento similar y poco frecuente a los cuales describió así: «Estos niños presentan a menudo una sorprendente sensibilidad hacia la personalidad de sus profesores (…) Pueden ser enseñados, pero solamente por aquellos que les ofrecen una comprensión y un afecto verdaderos, gente que les trata con cariño y también con humor (…) La actitud emocional subyacente del profesor influye, de modo involuntario e inconsciente, en el estado de ánimo y comportamiento del niño».
A día de hoy este trastorno está reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un
Trastorno Generalizado del Desarrollo (TGD) de carácter severo y crónico, caracterizado por una limitación significativa de las capacidades de relación y comportamiento social, relacionado con el autismo y con consecuencias importantes, aunque variables en el desarrollo social, emocional y conductual de la persona. El Síndrome de Asperger, fue reconocido como categoría diagnóstica, en el año 1994.
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Los alimentos infalibles para prevenir resfriados
Publicado
hace 3 díasen
20 noviembre, 2024La tradición popular atribuye propiedades curativas a los alimentos con vitamina C, pero ¿sabemos cuáles son los alimentos para prevenir resfriados?
Algunos como el ajo, la sopa de pollo o la miel frente al resfriado, la tos, la congestión o la gripe. Sin embargo, en la actualidad no hay ninguna prueba científica que demuestre que su consumo sea beneficioso para este objetivo.
Según ha explicado la doctora Laura Arranz, profesora del Departamento de Nutrición, Ciencias de la Alimenación y Gastronomía de la Universidad de Barcelona, lo que realmente contribuye a prevenir estas enfermedades, e incluso a aliviar sus síntomas, es seguir hábitos de vida saludables y una alimentación equilibrada.
La doctora ha precisado que «más allá de la vitamina C hay muchos nutrientes imprescindibles para el sistema inmunitario. Todas las vitaminas, minerales como el zinc, antioxidantes como los polifenoles o los betacarotenos, grasas como los Omega-3 y las fibras (sobre todo de tipo soluble) son básicos en un cóctel de salud».
MINERALES Y VITAMINAS
Las vitaminas A, C y E, el magnesio, el cobre, el manganeso o el hierro son algunos de los elementos clave en los procesos celurares que ayudan a neutralizar los radicales libres y el estrés oxidativo.
La doctora Arranz ha aclarado que «el funcionamiento correcto del metabolismo y de las defensas antioxidantes requiere la presencia de estos nutrientes en cantidades suficientes». La pregunta que subyace es qué alimentos propocionan estos nutrientes.
Según la experta, «los alimentos de origen vegetal son ricos en antioxidantes, pero especialmente la fruta, las hortalizas, las verduras de hoja verde, las semillas y los frutos secos». Además, ha aconsejado «consumir una buena parte de estos vegetales en crudo o con tiempos de cocción adecuado para que la ingesta de antioxidantes se amayor».
EL ZINC COMO REGULADOR DEL SISTEMA INMUNE
La doctora Arranz ha explicado que «el zinc es un oligoelemento esencial que juega un papel clave en más de 300 enzimas y está involucrado en la comunicación celular, además de desempeñar un importante papel en la regulación del sistema inmune».
Ha añadido, además, que «el déficit de zinc, que afecta al 20% de la población mundial, se asocia a la disminución del sistema inmunitario». Entre los alimentos que contienen zinc se encuentran las carnes, el pescado, los moluscos, las espinacas o los frutos secos.
OMEGA-3: GUARDIÁN DE LAS DEFENSAS
Las grasas Omega-3 son importantes para el sistema inmunitario, para la salud cardiovascular y para la salud visual y cerebral pero además intervienen como precursores de las moléculas antiinflamatorias.
La experta ha detallado que «si queremos cuidar las defensas, debemos aumentar la ingesta de frutos secos, especialmente nueces y almendras, para conseguir un aporte diario de dos gramos de ácido alfa-linolénico y pescado azul para conseguir 200 gramos de ácido docosahexaenoico (ácido graso poliinsaturado omega-3)».
LA FIBRA, UNA COMPAÑERA ALIADA
La nutricionista ha revelado que «la fibra ayuda a la nutrición y el bienestar de las bacterías beneficiosas que residen en el intestino y que juegan a un rol principal en el sistema inmunitario, por lo es imprescindible en el día a día».
Además, la fibra dietética proviene de los alimenos de origen vegetal tales como las legumbres, las semillas, los frutas secos, las verduras o las frutas.
Sin embargo, la doctora ha advertido que las legumbres «puedencausar problemas de flatulencia debido a la gran cantidad de fibra que aportan». Por ello, para evitar este problema ha aconsejado «tomar raciones pequeñas tres veces pro semana en lugar del tradicional plato de legumbres solo un día a la semana».
Alimentos para prevenir resfriados
La lista de alimentos que ayudan a prevenir gripes, catarros y resfriados es larga… Educo nos la detalla.
1. Pescados, un gran aporte de Omega-3
Los pescados, entre los que destaca el pescado azul, aportan proteínas y Omega-3 al organismo. Estas sustancias ayudan al organismo a proteger los pulmones de las infecciones respiratorias al sintetizar anticuerpos. Ya ves: incluye pescado en el menú semanal. Dos porciones semanales de salmón ayudarán a levantar tus defensas.
2. Cítricos, el consejo de la abuela
¡Y cuánta razón tiene la abuela! Los cítricos son ricos en vitamina C, un nutrientes que puede ayudar a frenar el avance de un resfriado. ¿Lo mejor? Alternar los cítricos consumiendo naranja (muy rica en vitamina C), mandarina (rica en betacarotenes) y limón (gran valor antiséptico que lo convierte en un remedio natural contra el dolor de garganta y la tos).
3. Huevos: proteínas, vitaminas y minerales
Los huevos son un comodín en la cocina, no dudes en prepararlos un par de veces por semana. Un huevo contiene casi 7 gramos de proteína, pero además aporta al organismo vitaminas y minerales, entre los que destacan las vitaminas B6 y B12, el selenio y el zinc, ¡fundamentales para mantener fuerte el sistema inmunológico!
4. Yogur, el poder de los probióticos
Hoy en día se habla mucho de probióticos en la publicidad, pero ¿qué son? Los yogures tienen cultivos vivos que ayudan al sistema inmunológico a evitar que las bacterias malas progresen dentro del cuerpo. ¿Cómo? Muy fácil: si las bacterias buenas son más que las malas, ¡la guerra por la salud está ganada!
5. Verduras de hojas oscuras para reducir el tiempo de la enfermedad
La mayoría de nosotros piensa en un zumo de naranja para ingerir vitamina C. ¿Qué me dirías si te digo que las espinacas, las coles de Bruselas, la lechuga y el brócoli tienen más vitamina C que los cítricos? Incluye estas verduras en la dieta de los peques y si los niños se niegan a comer verduras, ¡disfrázalas! En el enlace te damos ideas al respecto.
6. Calabaza, la reina del beta-caroteno
El betacaroteno es esencial para el organismo ya que cuando éste lo absorbe, se transforma en vitamina A, un nutriente que mejora las defensas y ayuda a prevenir enfermedades. Dale a tus hijos calabaza asada, en crema, mezclada con arroz o en puré, ¡es rica y súper nutritiva! Si a tu hijo no le gusta la calabaza pero sí la zanahoria, ¡a por ella! Las zanahorias también tienen mucho beta-caroteno, motivo por el cual su acción es similar a la de la calabaza.
7. Kiwi, vitamina C al por mayor
Un kiwi aporta al cuerpo más vitamina C que una naranja. Es cierto que puede ser más difícil para los peques comer un kiwi que beber un zumo pero ¡con intentar no se pierde nada!
8. Cebolla y ajo, antibióticos naturales
Tanto la cebolla como el ajo ayudan a prevenir y curar la gripe y los resfriados. Ambos tienen propiedades mucolíticas que ayudan a expulsar secreciones. ¿Un consejo? A los peques suele molestarles más la textura que el sabor de estos alimentos, por eso te recomendamos trocearlos y cocinarlos hasta que no sean perceptibles en el paladar. No abuses de ellos y verás que los peques los comen sin casi darse cuenta.
9. Miel, efecto antitusivo ¡y preventivo!
Incluir la miel en el desayuno de los niños mayores (recuerda que los niños menores de 3 años no deben consumir miel por el riesgo de botulismo) puede ser una gran idea. La miel tiene un efecto preventivo al aumentar las defensas naturales y antitusivo, aliviando la molesta picazón de garganta. Sírvele a tu hijo una tostada con miel o coloca un poco de miel en la leche, ¡le encantará!
10. Frutos secos y legumbres para mantener el calor corporal
Parece una locura pero no lo es: en invierno, perdemos fácilmente el calor corporal, exponiéndonos a toda clase de enfermedades. Los alimentos híper calóricos como las legumbres y los frutos secos aportan la energía necesaria para mantener la temperatura corporal correcta, manteniendo a raya a las enfermedades. Además, tanto los unos como los otros aportan hierro y antioxidantes, fundamentales para mantener el sistema inmunológico fuerte.
11. Frutos rojos, vitamina C en pequeñas dosis
Los frutos rojos aportan vitamina C aunque para que sean realmente efectivos es necesario consumir gran cantidad. Los mencionamos porque ¡son fáciles de incluir en la dieta y a los peques les encantan! ¿Quién puede resistirse a las fresas, las moras y los arándanos? Incorpóralos al yogur o haz un rico batido de frutos rojos con leche.
12. Setas, propiedades antibacterianas
Las diversas setas, hongos y champiñones tienen propiedades antibacterianas que ayudan a combatir las enfermedades. Utilízalos en tostadas, cremas o como acompañamiento para carnes. Una buena alimentación es tan importante como un buen abrigo. Este invierno no lo dudes y prepara un menú equilibrado que incluya estos alimentos para prevenir gripes, catarros y resfriados.
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