Fallas
Cayetano Rivera y José María Manzanares se unen a la Corte de Honor de 2001 en una subasta benéfica
La tradicional cena de Cortes de Honor que anualmente se organiza con un motivo solidario y que se celebró el pasado 11 de noviembre, a cargo de las componentes del año 2001, mantienen vivo el espíritu de la solidaridad que entraña este acto y siguen poniendo en marcha nuevas iniciativas con las que incrementar los beneficios recaudados y que en esta edición tenían un motivo más que especial, dado que todo las ayudas han ido destinadas a la investigación del Síndrome de Costello, una enfermedad congénita, presente desde el nacimiento, y multisistémica que afecta a varios aparatos o sistemas del organismo, calificada como ‘rara’, de la que apenas hay 12 casos conocidos en España y que ha tocado de ‘lleno’ a Patricia Borrego, componente de la Corte 2001 a través de su hijo Cayetano, quien tristemente fallecía el pasado verano.
La emotiva historia del pequeño Cayetano conmovieron no sólo al mundo fallero, sino que personajes del mundo del toro, como Cayetano Rivera y José María Manzanares también han mostrado públicamente su apoyo a la causa. Ambos toreros han donado alguna de sus pertenencias de ‘faena’ para una subasta benéfica que las componentes de la Corte de 2001 han realizado a través de Ebay. Manzanares ha regalado un capote, mientras que Cayetano Rivera, que en su día ya visitó al pequeño Cayetano en el hospital ha donado un capote y una muleta con la que conseguir aumentar los fondos que se destinen a a la UCI Pediátrica del Hospital Clínico de Valencia, con el fin de ayudarles a mejorar las instalaciones en las que se cuida ‘día y noche’ de bebés con diversas patologías.
Con todo ello, las componentes de la Corte de Honor 2001 esperan con ilusión que esta subasta benéfica logre aumentar de manera notable los recursos destinados al estudio de esta enfermedad ‘rara’ en memoria del pequeño Cayetano Ramos Borrego.
Fallas
GALERÍA| La Fallera Mayor de Valencia, Carmen Prades Gil, y su corte de honor visitan el Valencia Basket
La Fallera Mayor de Valencia, Carmen Prades Gil, acompañada por su corte de honor, realizó ayer una visita institucional al Valencia Basket, en un acto que volvió a unir dos de los grandes símbolos de la ciudad: la tradición fallera y el deporte.
La representación fallera fue recibida por Juan Roig, presidente del club y uno de los grandes impulsores del baloncesto valenciano, que ejerció de anfitrión durante el encuentro y mostró su cercanía y apoyo a las máximas representantes de las Fallas.
Un encuentro entre tradición y deporte valenciano
La visita se desarrolló en un ambiente distendido y festivo, reflejo del vínculo que une al Valencia Basket con la ciudad y sus tradiciones. Carmen Prades Gil y su corte de honor compartieron la jornada con responsables del club, destacando la importancia de mantener vivas las señas de identidad valencianas en todos los ámbitos de la vida social.
Este tipo de actos forman parte de la agenda oficial de la Fallera Mayor, cuyo papel va más allá de las fiestas de marzo, ejerciendo como embajadora cultural de Valencia durante todo su mandato.
Juan Roig, anfitrión de una visita muy especial
La presencia de Juan Roig como anfitrión subrayó el carácter institucional del encuentro. El presidente del Valencia Basket destacó el valor de las Fallas como patrimonio cultural y mostró su reconocimiento al trabajo que realizan las falleras mayores y sus cortes en la promoción de la cultura valenciana.
La recepción reforzó la estrecha relación entre el club y las tradiciones locales, un vínculo que el Valencia Basket mantiene de forma constante a lo largo del año.
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