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Cómo elegir la mascarilla para nuestros hijos

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Los niños están obligados a utilizar la mascarilla a partir de los 6 años, y los expertos afirman que también es recomendable a partir de los 3. Hay tres aspectos a tener en cuenta a la hora de elegir una mascarilla: debe ser capaz de filtrar bacterias, debe permitir que se respire bien con ella y debe ajustarse bien al tamaño del usuario. Esta última propiedad es especialmente importante en el caso de los niños.

Las mascarillas infantiles tienen tres tallas diferentes: los niños de 3 a 5 años deben llevar la talla pequeña; la mediana es para niños de 6 a 9 años y la talla grande, hasta los 12 años. A partir de esa edad, ya pueden usar las mascarillas para adultos.

Las mascarillas higiénicas son las más indicadas para su uso como prevención. Este tipo de mascarillas pueden ser desechables o reutilizables. También puede acudirse a las mascarillas quirúrgicas, que tienen la categoría de producto sanitario, están homologadas y son desechables. Estas últimas empiezan también a verse en categoría infantil, aunque no son fáciles de encontrar.

Las mascarillas infantiles desechables se encuentran más fácilmente, están homologadas (y por tanto tienen eficacia bacteriana garantizada) pero son bastante más caras, hasta 10 veces más si se calcula su coste por uso.

Para saber si una mascarilla está homologada, hay que fijarse en su etiquetado. Las mascarillas higiénicas homologadas no llevan el marcado CE, pero sí la indicación de la norma a la que se ajustan.

La certificación UNE 0065 en mascarillas reutilizables garantiza, al menos, un 90% de eficacia de filtración bacteriana.

La certificación UNE 0064 en mascarillas desechables indica que tienen mayor eficacia de filtración bacteriana: al menos un 95%.

Junto a ellas hay mascarillas que se han sometido a otras especificaciones, no a la norma UNE, o bien que no tienen ninguna homologación: su venta está autorizada, pero no se tiene certeza de su eficacia.

Según un estudio de la OCU, no todas las mascarillas que se venden en farmacia cuentan con la certificación. También se venden otro tipo de mascarillas. De hecho, en un rápido sondeo realizado en farmacias y en otro tipo de establecimientos (tiendas de moda, deportivas y supermercados), la OCU ha encontrado mascarillas reutilizables infantiles con la debida certificación junto a otras sin ese certificado.

¿Cuánto cuestan las mascarillas para niños?

El precio por unidad de una mascarilla reutilizable infantil varía mucho, desde 0,99 euros en supermercados Consum, hasta los 14,5 euros de algunas farmacias (en farmacias las más baratas costaban 3,5). Pero una cosa es el precio de compra, y otra el precio por uso: algunas afirman admitir 5 lavados, mientras que otras indican que permiten ¡hasta 135!

El precio de una mascarilla infantil desechable va desde los 0,45 hasta los 0,8 euros.

En cuanto al número de usos, hay muchas diferencias entre lo que indican unos y otros fabricantes. El número de usos depende del producto y es recomendable buscar la información en el envase. Según los análisis de la OCU, con los lavados a la larga se puede resentir la eficacia antibacteriana.

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Facebook cierra un grupo de 32.000 usuarios en Italia por difundir fotos íntimas sin consentimiento

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Meta ha cerrado un grupo de Facebook con más de 32.000 usuarios en el que se compartían imágenes íntimas de mujeres, muchas de ellas tomadas sin su consentimiento.

El grupo, llamado “Mia Moglie” (“Mi esposa”, en italiano), llevaba más de siete años activo, publicando fotos y comentarios de carácter sexista y misógino.

Facebook elimina un grupo que compartía imágenes íntimas sin consentimiento

Según ha explicado un portavoz de Meta a EFE, el grupo fue eliminado por infringir la normativa de la plataforma contra la explotación sexual de adultos:

“No permitimos contenidos que promocionen la violencia, los abusos o la explotación sexual. Si detectamos publicaciones que inciten a la violación o difundan material íntimo sin consentimiento, deshabilitamos grupos y cuentas y compartimos la información con las fuerzas de seguridad”.

El grupo, con 31.885 miembros, compartía fotos de mujeres en momentos privados, en ocasiones tomadas por sus propias parejas para difundirlas en el foro y comentarlas con otros usuarios. Parte del material estaba además generado con Inteligencia Artificial, lo que agrava la situación al simular escenas íntimas sin consentimiento.

Denuncias que provocaron el cierre del grupo

El caso salió a la luz gracias a la denuncia de la organización No Justice No Peace y de la escritora Carolina Capria, quien expuso el caso en su cuenta de Instagram.

Capria explicó:

“Me han informado de un grupo de Facebook con 32.000 usuarios en el que algunos hombres intercambian fotos íntimas de sus propias esposas para comentarlas y fantasear sexualmente. Mujeres que muchas veces ni siquiera saben que son fotografiadas, siendo sometidas a una especie de violación virtual”.

En apenas 48 horas, las denuncias se viralizaron en Italia, con críticas masivas desde la ciudadanía, asociaciones y figuras políticas, que presionaron a Meta hasta conseguir el cierre del grupo.

Reacciones políticas en Italia

El caso ha tenido eco en la política italiana. El Partido Demócrata (PD) denunció públicamente este tipo de violencia digital.

Roberta Mori, portavoz nacional de la Conferencia de Mujeres Democráticas, declaró:

“Alentar, tolerar o minimizar estas formas de violencia digital significa ser cómplice de una cultura de la violación que lleva siglos afectando a mujeres y niñas. La responsabilidad es individual, pero también colectiva cuando se difunden imágenes sin consentimiento”.

El marco legal: “Revenge porn” en Italia

En Italia, la difusión no consentida de imágenes sexuales explícitas se castiga bajo el delito de “revenge porn” recogido en el artículo 612-ter del Código Penal.

La norma establece que cualquier persona que publique, difunda o comparta imágenes privadas sin consentimiento puede enfrentarse a penas de prisión de 1 a 6 años y multas de entre 5.000 y 15.000 euros, salvo que el hecho constituya un delito más grave.

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