Salud y Bienestar
Alerta| Comprar semen por Internet: posibles infecciones y enfermedades congénitas
Publicado
hace 2 añosen
Expertos alertan de posibles infecciones y transmisión de enfermedades congénitas por comprar el semen a desconocidos por Internet. Rubio, alto y con ojos azules y -conforme ellos mismos afirman- sin ningún problema de salud. Así responden muchos anuncios colgados en internet por personas que se ofrecen a vender su esperma a mujeres con deseos de convertirse en madres, siendo el perfil más frecuente futuras madres solteras por elección o parejas de mujeres. Y es que estos perfiles, que abundan en chats, redes sociales o portales de anuncios clasificados, son cada vez más frecuentes como vía rápida a la maternidad.
“Generalmente, cuando hablamos de donantes, nos vamos directamente a las características físicas del individuo, pero olvidamos las clínicas, mucho más importantes que el aspecto del futuro bebé”, comenta el doctor Antonio Requena, director general médico de IVI. En los centros de fertilidad, además de realizar un estudio médico del donante para descartar potenciales enfermedades hereditarias familiares, se hace un estudio de su cariotipo para detectar alteraciones cromosómicas que podrían producir un aborto; se realizan estudios de enfermedades de transmisión sexual para evitar un potencial riesgo de infección de la mujer a la que se realizará la inseminación, así como un estudio genético en el que se descarta que el donante sea portador de un grupo de enfermedades genéticas que tienen una incidencia importante en nuestro país.
Comprar semen por Internet: Una tendencia en alza sin ninguna garantía sanitaria
Además, la elección del donante en clínica se hace de manera personalizada para el caso de cada mujer y siempre controlando la compatibilidad entre donante y paciente teniendo en cuenta la etnia, el color de ojos y de pelo, la altura y la complexión; además de la compatibilidad con respecto al grupo sanguíneo y Rh. También es posible contribuir a que el bebé se parezca lo máximo posible a la madre gracias al sistema Perfect Match 360°, que tiene en cuenta criterios fenotípicos, genéticos y biométricos para garantizar una óptima asignación del donante idóneo. Este se realiza mediante un estudio de similitud que utiliza un sistema de reconocimiento facial 3D, la inteligencia artificial y el big data para determinar el grado de parecido entre donante y paciente.
La falta de la autenticidad o la antigüedad real de las pruebas que muchos donantes aportan como garantía de un supuesto buen estado de salud o calidad seminal también está en entredicho, ya que no son resultados comunicados directamente a la paciente por un profesional sanitario, sino a través de un tercero sin referencias al que se ha contactado por Internet. “Infecciones de transmisión sexual, un mayor riesgo de aborto por una mala calidad seminal o, aún peor, que el bebé herede enfermedades congénitas o transmisibles pueden ser algunas de las sorpresas indeseadas como consecuencia de estos procesos. En concreto, en IVI, además de hacer seminogramas en período de abstinencia (esto es importante para determinar su calidad real) y analítica de sangre, se lleva a cabo un test genético, que permite detectar la presencia de genes susceptibles de causar más de 500 enfermedades transmisibles”, explica el Dr. Requena.
En los últimos años, y aunque la Sociedad Española de Fertilidad ya advirtió de sus peligros, ha crecido el número de personas que se arriesgan a conseguir una muestra de manera ilegal para posteriormente inseminarse ellas mismas o con ayuda de alguien cercano. Lo hacen de manera casera con unos kits comprados en la farmacia, sin ningún tipo de control sanitario. Unas condiciones higiénico-sanitarias que nada tienen que ver con una inseminación llevada a cabo en unas instalaciones médicas esterilizadas y que minimizan los riesgos de infección y posibles complicaciones. Debemos también considerar las bajas tasas de gestación por inseminación conseguida con este método lo que lleva en ocasiones a la frustración y abandono por parte de la mujer de cualquier tipo de tratamiento, impidiendo, por tanto, el embarazo buscado.
La garantía de anonimato y salud psicológica del donante, en entredicho
En España no está permitido elegir a un donante y ese siempre tiene que ser anónimo por ley, tan solo se pueden comentar características generales del donante para salvaguardar su identidad. Sin olvidar que también se lleva a cabo un filtro psicológico que avala que esa persona es apta para donar y que este no tiene antecedentes en lo que a salud mental se refiere.
Además del anonimato, también se pierde la garantía de la trazabilidad, y se pueden llegar a dar casos como el donante de Holanda que llegó a vender muestras de semen a 500 mujeres. Nadie puede saber a ciencia cierta cuántos niños ha podido engendrar un donante que proviene de las redes.
“Cabe recordar que estas prácticas no están amparadas por la Ley de Reproducción Asistida. Esto significa que cualquier persona que done semen de manera ilegal puede incurrir en responsabilidades en un futuro, tanto de manera voluntaria como involuntaria”, concluye el Dr. Requena.
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Salud y Bienestar
¿Sabes por qué no hay que chupar las cabezas de las gambas?
Publicado
hace 1 díaen
26 noviembre, 2025
Las gambas son uno de los mariscos más populares en la gastronomía, especialmente en celebraciones y cenas festivas. Su carne tierna y sabrosa es un manjar que muchos disfrutan en una gran variedad de platos, pero una parte de la gamba que causa controversia es su cabeza. Hay quienes disfrutan chupar las cabezas de las gambas para aprovechar todo su sabor, mientras que otros se abstienen de hacerlo por diversas razones. Entonces, ¿es seguro chupar las cabezas de las gambas? Aquí te contamos por qué es recomendable evitar esta práctica.
Las cabezas de las gambas: ¿una fuente de sabor o de riesgo?
Las cabezas de las gambas contienen una gran cantidad de jugos y una sustancia gelatinosa que, para muchos, tiene un sabor muy intenso y delicioso. Sin embargo, esta «delicadeza» puede ser más problemática de lo que parece.
1. Posibles contaminantes y toxinas
Una de las razones principales para evitar chupar las cabezas de las gambas es que estas partes del marisco pueden concentrar una gran cantidad de contaminantes. Las gambas, como otros mariscos, filtran el agua mientras se alimentan, lo que significa que las toxinas, los metales pesados, los pesticidas y los productos químicos presentes en el agua pueden acumularse en sus sistemas digestivos, especialmente en las cabezas.
Cadmio: el peligro oculto
Uno de los metales pesados más peligrosos que se acumula en las cabezas de los crustáceos es el cadmio, un metal tóxico que puede tener efectos nocivos a largo plazo. El cadmio se encuentra principalmente en la cabeza de las gambas, cigalas, langostinos, cangrejos y otros crustáceos, ya que es una zona donde se concentra una mayor cantidad de residuos provenientes de su sistema digestivo.
Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan), es conveniente «limitar en la medida de lo posible» el consumo de la carne localizada en la cabeza de estos crustáceos para evitar la acumulación de cadmio en nuestro organismo. Este metal pesado es altamente perjudicial para la salud humana, ya que se acumula lentamente en los órganos, principalmente en el hígado y los riñones.
El cadmio tiene un potencial cancerígeno y su eliminación del organismo es extremadamente lenta, lo que significa que puede permanecer en el cuerpo durante años, incluso décadas. El cadmio tarda entre 10 y 30 años en eliminarse, lo que incrementa su peligrosidad con el paso del tiempo.
2. Bacterias y parásitos
El consumo de mariscos crudos o mal cocidos, incluida la práctica de chupar las cabezas, puede aumentar el riesgo de contraer infecciones bacterianas o parasitarias. Las gambas pueden albergar bacterias como Vibrio o Salmonella, que son responsables de enfermedades transmitidas por alimentos. Aunque el proceso de cocción suele eliminar estas bacterias, algunas veces los jugos concentrados en las cabezas pueden no estar completamente libres de bacterias, especialmente si las gambas no se han cocinado de manera adecuada.
3. El sistema digestivo de las gambas
En el sistema digestivo de las gambas, particularmente en las cabezas, se encuentran restos de su alimentación, como pequeños organismos o residuos que no siempre son visibles a simple vista. Al chupar la cabeza, podrías estar ingiriendo estos residuos, que, aunque no sean peligrosos en su mayoría, pueden resultar poco agradables o incluso causar malestar digestivo en algunas personas, sobre todo si el marisco no ha sido completamente fresco.
4. El impacto en la salud de los consumidores vulnerables
Para ciertos grupos de personas, como las mujeres embarazadas, los niños pequeños, las personas con sistemas inmunológicos comprometidos o las personas mayores, el riesgo asociado a consumir mariscos en mal estado o mal cocidos es aún mayor. Las toxinas, bacterias y parásitos presentes en las gambas pueden ser peligrosos para su salud, por lo que se recomienda tener precauciones adicionales en el consumo de mariscos, especialmente de las partes más propensas a concentrar estos riesgos, como las cabezas.
Beneficios de evitar chupar las cabezas de las gambas
- Reducción del riesgo de enfermedades: Al evitar chupar las cabezas, reduces la posibilidad de ingerir contaminantes y bacterias presentes en los jugos o residuos del sistema digestivo de la gamba.
- Sabor más controlado: Si bien las cabezas de las gambas pueden tener un sabor fuerte, se pueden aprovechar de forma más segura en caldos o sopas, donde el sabor se extrae y se distribuye en toda la preparación. De esta forma, puedes disfrutar del sabor sin los riesgos asociados.
- Mejor digestión: Al no consumir las partes menos apetitosas de la gamba, como los residuos de su sistema digestivo, tu sistema digestivo podrá trabajar de forma más eficiente.
¿Es necesario evitarlo por completo?
Si bien no es necesario evitar por completo chupar las cabezas de las gambas, es importante ser consciente de los riesgos potenciales. Para quienes no quieran prescindir de esta costumbre, es fundamental asegurarse de que las gambas estén bien cocidas y sean de buena calidad, procedentes de fuentes fiables y limpias.
Si eres una persona que disfruta de este ritual, ten en cuenta que la seguridad alimentaria siempre debe ser la prioridad. Si tienes dudas sobre la frescura o la procedencia de las gambas, lo mejor es optar por disfrutarlas de manera más segura, como en platos cocidos donde los contaminantes puedan ser eliminados mediante un buen proceso de cocción.
Conclusión
Si bien las cabezas de las gambas pueden parecer deliciosas y ofrecer un sabor profundo, existen riesgos asociados con chuparlas, especialmente en cuanto a toxinas, bacterias y otros contaminantes que pueden concentrarse en esa parte del marisco. El cadmio, un metal pesado presente en las cabezas de los crustáceos, es uno de los principales peligros, ya que puede acumularse en el organismo y tener efectos tóxicos a largo plazo. La mejor opción es disfrutar de las gambas de manera segura, cocinándolas adecuadamente y considerando aprovechar sus cabezas en caldos o sopas para extraer su sabor de manera más controlada y saludable.
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