Por desgracia, los robos en viviendas son algo muy común hoy en día, aunque no tanto como algunos pretenden hacerte creer. Según datos del Ministerio del Interior, el número de robos con fuerza se mantiene estable desde hace varios años, y es menos que el de otros paíes de nuestro entorno. También sabemos que la mayoría de los robos se producen de día (61%), entre semana (69%) y cuando no hay nadie en casa (73%);
Las ausencias de los propietarios, sobre todo si son prolongadas, pueden convertirse en la ocasión propicia para que los cacos o los «okupas» hagan de las suyas.
Pero es posible conseguir un hogar bien protegido mediante la combinación de medidas disuasorias, elementos mecánicos de seguridad y sistemas electrónicos. Poner las cosas difíciles ayuda. Podemos entorpecer el acceso a la vivienda si colocamos unos elementos de seguridad de calidad en los accesos (puertas blindadas, rejas en ventanas, etc.) y un buen sistema de alarma: los elementos mecánicos nos ayudarán a dificultar la entrada de posibles intrusos, mientras que la alarma avisará cuando el allanamiento se haya producido. Eso sí, cada casa es diferente y, por ello, las medidas de seguridad deben estar pensadas para las características propias de cada vivienda.
Un 7% de los hogares cuentan con un sistema de alarma
El número de los hogares que cuentan con sistema de seguridad electrónica crece poco a poco, hasta rondar el 7% de las viviendas españolas.
Es importante colocar los elementos del sistema de alarma de la forma más adecuada, según la distribución de las habitaciones y las costumbres de los habitantes de la casa.
- Los teclados para activar y desactivar el sistema se colocan en la zona de acceso y suelen funcionar con un retardo suficiente para que el usuario tenga tiempo de desactivar el sistema. Es recomendable contar con un código de coacción, ya que en caso de que se vea obligado a desactivar el sistema, la empresa de seguridad podrá actuar sin que los ladrones se percaten.
- La central del control es la que recibe y procesa las señales, y pone en marcha el aviso de alarma. Se suele colocar en lugares discretos, con conexión eléctrica y telefónica y batería.
- Los detectores deben estar bien ubicados para cubrir correctamente todas las zonas del inmueble. Estos equipos electrónicos captan las anomalías de movimiento, rotura de cristales e incluso algunos llevan cámara incorporada.
- En viviendas grandes o con varias plantas es importantes realizar una «zonificación«, es decir, determinar distintas zonas que puedan ser activadas de forma independiente, para, por ejemplo, mantener activados los sensores de noche sólo en algunas áreas.
El mantenimiento del sistema de alarma es tan importante como su correcto diseño. Requiere al menos una revisión anual.
Las centrales de control de alarma tienen un sistema bidireccional, es decir, que emiten señales a la empresa que gestiona la seguridad, pero además, un operario puede verificar desde la empresa su correcto funcionamiento. Además, existen sistemas con los que el propio usuario puede controlar la central a través del móvil.
Cómo proteger tu vivienda
Como primera medida: ponte en el lugar del ladrón, recorre la casa para detectar los puntos débiles, sobre todo los accesos, e intenta reforzarlos para impedir o retrasar la entrada de los intrusos. Una buena puerta, ventanas de calidad, cerraduras de seguridad, etc. son una inversión que se amortiza.
- Refuerza las puertas de acceso, tanto en la hoja como en el marco. Hay puertas de todo tipo: desde madera maciza, pasando por blindadas con una plancha de acero en el lado interior, y acorazadas con planchas de acero en el interior y exterior, más la estructura interna de acero.
- Instala también una buena cerradura que cuente con varios puntos de anclaje y cilindro de seguridad con escudo antitaladro. Si su cerradura tiene sólo un punto de anclaje, es recomendable disponer de un cerrojo adicional.
- También hay que prestar atención a otros elementos de seguridad como el cerradero, una pieza metálica insertada en el cerco por donde encajan los pestillos cuando se gira la llave, y las bisagras.
- Los ladrones también suelen acceder a la vivienda rompiendo los cristales y los marcos de las ventanas. Existen distintos sistemas de bloqueo con cerrojo según el tipo de ventana, también disponibles para persianas.
- Los cristales más resistentes a veces salen muy caros. Como solución intermedia, se puede instalar un cristal con doble capa o con película protectora.
- Las rejas y barrotes ofrecen muy buena protección, pero suponen un obstáculo de salida en caso de emergencias. Deben contar con un mecanismo de apertura desde el interior.
De poco sirve tener instalados los sistemas de seguridad más sofisticados, si no respetamos unos principios básicos de prudencia:
- Al salir de casa conviene no olvidar puertas ni ventanas abiertas, y girar por completo la llave para garantizar que la cerradura cumpla su función.
- Nunca «escondas» la llave en el exterior (bajo el felpudo, una maceta, etc.), es mejor que dejes una copia a alguna persona de confianza.
- No abras la puerta a desconocidos. Desconfía de los servicios técnicos que se presenten sin avisar y, antes de abrir la puerta, usa siempre «filtros» como el portero automático, la mirilla o la cadena de seguridad.
- Si tienes previsto ausentarte durante un tiempo, asegúrate de dejar todos los accesos bien cerrados.
- Sé discreto al comentar la ausencia, y pide a los tuyos que lo sean: evita dar detalles en las redes sociales o comentarlo con gente que conoces poco. Sin embargo, es buena idea comunicar a los vecinos más cercanos que no estaremos en casa, para que sospechen si ven algún movimiento extraño.
- Toma medidas para dar la impresión de que la casa está ocupada (por ejemplo, pide a alguien de confianza que vacíe el buzón y, también puedes instalar un programador electrónico para activar a determinadas horas algunas luces o el televisor, así parecerá que hay alguien).
Fuente: OCU
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