Psicología
Cuándo acudir a terapia de pareja: Síntomas de crisis
Publicado
hace 2 añosen
Muchas personas se plantean cuándo acudir a terapia de pareja. No es una decisión fácil ni cómoda pero sí necesaria y vital si se quiere salvar una relación. La psicóloga General Sanitaria y Especialista en Terapia Familia, Olga Fernández-Velilla Lapuerta del Instituto Psicológico Cláritas nos da las claves para saber cuál es el mejor momento para tomar esta decisión.
Las señales de crisis en una pareja pueden ser muy variadas y dependerán de cada relación. Pero, algunas de las más comunes son:
Será importante analizar cada caso en concreto, ya que existen muchas variables y circunstancias que pueden afectar para que una crisis ocurra. Por lo tanto, habrá qué identificar a que dificultades se enfrentan tanto cada miembro a nivel individual, como dentro de la relación o los que puedan generado por factores externos (familia de origen, problemas económicos…). De ese modo podremos tener una visión global de qué ha generado la crisis.
¿Cuáles serían los principales puntos para acudir a terapia de pareja?
Los motivos más frecuentes que suelen llevar a acudir a terapia son:
Alguno de estos temas puede parecer que son temas muy superficiales, como la repartición de tareas, pero esconden detrás mucho más. Además, todas esas pequeñas discusiones pueden desgastar mucho a la pareja, incluso llegar a romperla.
¿Qué se hace en terapia de pareja? ¿Cómo lo enfocáis?
La terapia de pareja ofrece un espacio neutral donde ambos miembros se sientan escuchados y no juzgados. El primer paso será recoger información para comprender qué motivos llevan a la pareja a solicitar la ayuda e identificar cuáles son las dinámicas disfuncionales y poco saludables. A partir de ahí, se fijan unos objetivos y se empieza a trabajar sobre ellos hasta que se alcancen.
Será fundamental también identificar qué llevo a esas dinámicas y desde ahí ver si se pueden dar los cambios necesarios o sanar las heridas que pueda haber para que ambos estén satisfechos con su relación. Esto no siempre es así y, a veces, en el proceso de terapia se toma conciencia de que la relación no se puede continuar y que una ruptura, aunque sea dolorosa, es la mejor solución. Lograr cambios o sanar heridas no es un proceso sencillo, es algo que requiere tiempo y esfuerzo, algunas personas no están dispuestas a hacerlo o en el proceso se dan cuenta de que no pueden hacerlo. En ese punto, si se quisiese habría que ver que lleva a ese bloqueo, bien sea de forma individual o en pareja.
¿Cuánto tiempo puede llevar el tratamiento?
Depende de la pareja, pero de media diría que unos 6 meses para que se puedan dar los cambios y los resultados se consoliden. Cambiar las dinámicas que llevan dándose tiempo es difícil, primero hay que identificarlas, después ver si se pueden dar los cambios necesarios y que se consoliden. Las personas que se enfrenten a un proceso de terapia tienen que ser conscientes de que lleva un tiempo y no es un proceso fácil, pero, considero que a largo plazo merece la pena.
Hay profesionales que opinan que cuando una pareja acude a terapia es porque ya hay poco que hacer por esa relación.
Me sorprende que un terapeuta de pareja opine eso de forma general, ya que considero que el deseo de ayuda del terapeuta será algo importante de cara al proceso. No obstante, es cierto que hay ocasiones en que la relación está muy dañada y resultará difícil que la pareja continúe como tal. Por eso, yo siempre explico que la terapia no garantiza que, al final de ella, la pareja siga unida. En algunos casos el proceso hace que ambos miembros se den cuenta de que no pueden seguir juntos y que lo mejor para ellos será continuar por caminos separados.
¿Qué porcentaje de éxito hay en estas terapias?
Lo desconozco, intentamos no movernos por porcentajes, la estadística nos da un número, pero creo que la realidad tiene miles de matices. El éxito de la terapia dependerá de el compromiso con la terapia, la conexión con el profesional y muchísimos más factores.
Psicóloga General Sanitaria y Especialista en Terapia Familia
Olga Fernández-Velilla Lapuerta, graduada en Psicología por la Universidad Abat Oliba CEU y Psicóloga General Sanitaria y Especialista en Terapia Sistémica Familiar por la Universidad Pontificia de Comillas (Madrid). Ha trabajado en diferentes ámbitos, especialmente con familias y parejas. Ha investigado sobre la relación entre los pacientes que requieren cirugía bariátrica y la presencia de psicopatología y sobre el uso problemático de las nuevas tecnologías.
Instituto Psicológico Cláritas
El Instituto Psicológico Cláritas ofrece un servicio integral de tratamientos psicológicos, a través de un equipo de profesionales cualificados, supervisados y en continua formación. Para adultos, niños, jóvenes, parejas y familias. En clínica, on-line y a domicilio. https://institutoclaritas.com/tratamiento-psicoterapeutico/psicologia-para-parejas/
Publicado
hace 5 díasen
11 noviembre, 2025
La psicóloga Lorena Gascón, conocida en redes como @lapsicologajaputa, ha lanzado un libro tan necesario como brutalmente honesto: Cómo sobrevivir a las putadas de la vida.
Una guía directa, emocional y sin filtros para enfrentarse a las pérdidas, el dolor y las decepciones inevitables de la existencia.
Con su estilo cercano, sarcástico y profundamente humano, Gascón propone una idea sencilla pero transformadora:
💬 “No puedes elegir tus mierdas, pero sí aprender a surfearlas.”
Porque sí, la vida no siempre es “unicornio y purpurina”. A veces duele, jode y nos pone a prueba. Pero lo importante —dice la autora— es aprender a responsabilizarnos de nuestras emociones y reconciliarnos con lo que sentimos.
En su libro, Lorena Gascón desgrana con claridad los mitos sobre el duelo y las falsas creencias que nos impiden sanar. Entre ellos, desmonta frases como “el tiempo lo cura todo” o “si no lloras, no estás haciendo bien el duelo”.
Cada pérdida —sea de una persona, relación, trabajo o expectativa— es distinta, y no hay una sola forma correcta de vivirla.
No todos pasan por las mismas etapas ni en el mismo orden.
El duelo no tiene fecha de caducidad.
No llorar no significa hacerlo mal.
Las pérdidas no se olvidan, se integran.
No es necesario deshacerse de todo lo relacionado con lo perdido.
Cuesta seguir adelante porque eres humano, no débil.
El tiempo no cura; tú te curas al asumir tus heridas.
Reír o disfrutar no es faltar al respeto a quien se fue.
Hablar de la pérdida ayuda a sanar.
Puedes seguir hablando con quien perdiste: mantener el vínculo sana.
Lorena propone una serie de tareas y ejercicios terapéuticos que ayudan a aceptar la realidad y comenzar a reconstruirse desde el dolor:
Escribir sobre lo que ha pasado. La escritura terapéutica o el arte son formas de liberar lo que duele y procesar emociones.
Participar en rituales de despedida. Funerales, homenajes o actos simbólicos ayudan a aceptar la realidad y conectar con otros.
Cuidarte a diario. Hacer algo que te haga sentir bien o al menos “menos mal” te reconecta con la vida.
Buscar apoyo en quienes te respetan. Compartir el dolor con personas empáticas puede marcar la diferencia en tu proceso de duelo.
Una parte esencial del libro está dedicada a reeducar nuestras emociones. Gascón explica cómo las creencias limitantes que arrastramos desde la infancia —“no llores”, “no te enfades”, “no te quejes”— bloquean nuestro crecimiento emocional.
El mensaje es claro: sentir no es debilidad, es humanidad.
“La razón por la que sufrimos más de la cuenta es que no nos dejamos sentir lo que sentimos. Nos han enseñado que hay emociones malas… y no las hay.”
Gascón también dedica un capítulo a las relaciones y la importancia de aprender a construir vínculos sanos.
Algunos de sus consejos son:
Ser consciente de tus reacciones automáticas en las relaciones.
Aprender a regular tus emociones y comunicar lo que necesitas.
Elegir vínculos seguros, empáticos y responsables.
Ir a terapia si puedes: conocerte es el primer paso para quererte.
Lorena recuerda que somos el reflejo de las personas que nos han rodeado. Por eso, es vital buscar relaciones y entornos que nos devuelvan una imagen amable y realista de nosotros mismos.
Como dice la autora:
“Imagina estar viendo siempre un espejo roto de ti. ¿Cómo podrías quererte?”
Lorena Gascón es licenciada en Psicología por la Universidad de Valencia, con másteres en Profesorado de Secundaria y Psicología General Sanitaria. Está especializada en Mindfulness y Compasión.
Además de ejercer como psicóloga y ofrecer conferencias, comparte su visión sin tapujos sobre la salud mental en redes sociales, donde suma miles de seguidores bajo el alias @lapsicologajaputa.
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