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Salud y Bienestar

¿Cuándo te llega el turno para vacunarte? Esta aplicación web te lo calcula

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Adrián Arias

Valladolid, 22 ene. (EFE).- Hombre, 42 años, trabajador del sector sanitario: debería recibir la vacuna antes del 28 de febrero de 2021. Mujer, 33 años, embarazada: no recibirá la vacuna al no estar recomendada ni a gestantes ni a mujeres que planean estarlo. Hombre, 88 años, no dependiente y sin condiciones de alto riesgo: recibirá la vacuna entre el 28 de febrero y el 1 de junio.

Estos son solo unos ejemplos disponibles en la calculadora digital de vacunación que permite, a golpe de ‘click’ y por medio de una docena de variables, conocer la fecha estimada en la que uno será vacunado y cuántas personas hay antes en la cola.

www.omnicalculator.com, en su apartado referido a la vacunación en España, es una herramienta digital creada por el físico cántabro Álvaro Díez y la estudiante de medicina polaca Dominika Miszewska que permite conocer cuántas personas están antes que tú en la cola para vacunarse, al tiempo que ofrece una fecha orientativa sobre cuándo recibirás el primer pinchazo.

Según cuenta Díez a Efe, la idea se le ocurrió a raíz de la «buena acogida» que estaba teniendo estas calculadoras en otros países, como Reino Unido, y después de comprobar en Navidad que existía «cierta confusión» en sus entornos familiares y de amigos sobre la fecha en la que, en teoría, les iba a tocar vacunarse.

De este modo, Díez se propuso aplicar sus conocimientos computacionales para crear una aplicación con múltiples variables que, dependiendo de cada persona, asilan la fecha más cercana para vacunarse, teniendo en cuenta variables como la edad, el factor de riesgo frente al virus, la Comunidad Autónoma en la que se reside o el ritmo de vacunación en cada momento.

Esta herramienta, explica su creador, «no solo estima cuándo se vacunará cada persona, sino que también sirve para entender cómo afecta la tasa de vacunación y disponibilidad de vacunas a los plazos previstos», explica Álvaro, de 28 años.

De este modo, tras una semana de programación algorítmica y otras tantas de recopilación de datos, el creador confiesa que la parte más complicada fue desarrollar un estimación razonable de qué grupos prioritarios se incluirán en la tercera etapa de vacunación, «ya que el Gobierno no ha concretado oficialmente cuales serán los grupos», de modo que a una gran parte de la población, entre los 16 y los 64 años, les aparecerá una fecha estimada entre el 1/6/2021 y 1/1/2022.

Para ello, la herramienta utiliza el cuadro de prioridades de la estrategia de vacunación publicada por el Gobierno de España y cruza los datos con los objetivos de vacunación para antes de verano, lo que ofrece un resultado «lo más exacto posible hasta la fecha», aunque informa de que irán actualizando las variables a diario según los datos que proporcione el Gobierno y las autonomías.

Por eso los creadores recomiendan a la gente que visiten la herramienta de forma periódica, ya que, a medida que dispongan de información actualizada, irán modificando los datos y algoritmos para mejorar las predicciones.

Además de esta calculadora para el caso español, Álvaro y Dominika ya tienen experiencia con este tipo de herramientas, al haber participado en la creación del simulador polaco y el mexicano.

Finalmente, Álvaro, que actualmente estudia un máster en ‘Modelado matemático y computacional de procesos físicos’ en Varsovia, pone a disposición de cualquier administración, tanto nacional, autonómica como local la herramienta digital, así como los algoritmos que calculan las variables ya que, «la información en estos momentos es vital», sentencia.

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¿Por qué nos ponemos malos en vacaciones?

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¿Por qué nos ponemos malos en vacaciones?
¿Por qué nos ponemos malos en vacaciones?

Cuando llegan las vacaciones todos soñamos con descansar, desconectar del trabajo y disfrutar del tiempo libre. Sin embargo, muchas personas experimentan justo lo contrario: resfriados, problemas digestivos, dolores de cabeza, alergias o incluso bajones anímicos. Este fenómeno, tan habitual como molesto, tiene una explicación médica y psicológica. Te contamos por qué nos ponemos malos en vacaciones y qué hacer para evitarlo.


El síndrome del ocio o del descanso: la base del problema

Los especialistas lo llaman “síndrome del ocio” o “síndrome del descanso”, un fenómeno que aparece cuando, tras un periodo de alta exigencia física o mental, el cuerpo se relaja bruscamente y aparecen síntomas de enfermedad.

Durante los meses de trabajo o estudio, el organismo mantiene un nivel elevado de cortisol y adrenalina, hormonas relacionadas con el estrés. Estas sustancias ayudan a mantenernos activos, aunque también reducen la eficacia del sistema inmunológico. Cuando llega el descanso, los niveles de estrés caen en picado y el cuerpo aprovecha para mostrar todo aquello que llevaba tiempo acumulando.


Factores que explican por qué enfermamos en vacaciones

1. Bajada de defensas tras el estrés

El estrés crónico provoca que las defensas trabajen a menor rendimiento. Durante semanas o meses aguantamos gracias a la tensión diaria, pero cuando el cuerpo se relaja es más vulnerable a virus y bacterias. De ahí que sea común pillar un resfriado o una infección leve justo al inicio de las vacaciones.

2. Cambios bruscos de rutina

En vacaciones solemos alterar horarios de sueño, alimentación y ejercicio. Dormir menos o demasiado, saltarse comidas, consumir más alcohol o comidas copiosas, y la falta de actividad física repercuten directamente en el bienestar. El cuerpo, acostumbrado a un ritmo regular, reacciona con malestares digestivos, cansancio o dolor de cabeza.

3. Viajes y exposición a nuevos entornos

El hecho de viajar implica cambios de clima, altitud, huso horario y contacto con bacterias y virus diferentes. Todo ello supone un desafío para el organismo, que debe adaptarse rápidamente. Por eso, diarreas, alergias y problemas respiratorios son más frecuentes en vacaciones.

4. El “efecto rebote” del estrés acumulado

Muchos trabajadores llegan al periodo vacacional en estado de agotamiento físico y mental. Al desconectar, el cuerpo interpreta que ya puede bajar la guardia, lo que se traduce en un “reajuste” que en algunos casos se manifiesta como malestar general, dolores musculares o incluso ansiedad.

5. Problemas psicosomáticos

La salud mental también influye. La llegada de las vacaciones, con más tiempo libre y menos obligaciones, puede hacer que afloren preocupaciones que antes se mantenían en segundo plano. Esto se traduce en síntomas físicos como insomnio, dolores de estómago, migrañas o tensión muscular.


Enfermedades más frecuentes en vacaciones

  • Resfriados y gripes leves: fruto de la bajada de defensas.

  • Problemas digestivos: gastroenteritis, diarrea del viajero, indigestiones o acidez.

  • Dolores musculares y de espalda: consecuencia del estrés acumulado y cambios en la rutina de ejercicio.

  • Alergias: al polvo de hoteles, al polen en nuevas zonas geográficas o a ciertos alimentos.

  • Problemas dermatológicos: como quemaduras solares, reacciones alérgicas o eccemas.

  • Trastornos del sueño: derivados de los cambios de horario, viajes largos o exceso de actividad nocturna.


Cómo prevenir ponernos malos en vacaciones

Mantener hábitos saludables antes y durante el descanso

Lo ideal es no esperar a las vacaciones para cuidar el cuerpo. Mantener una alimentación equilibrada, dormir lo suficiente y practicar ejercicio con regularidad ayuda a que el sistema inmunológico no sufra tanto el cambio de ritmo.

Evitar los excesos

Aunque es normal disfrutar de comidas especiales, alcohol o trasnochar, conviene hacerlo con moderación. Los excesos son una de las principales causas de problemas digestivos y fatiga durante el verano.

Preparar los viajes con antelación

Si el destino implica cambios de clima, altitud o alimentación, es recomendable llevar un botiquín básico, hidratarse con frecuencia y dar tiempo al cuerpo para adaptarse. En destinos internacionales, conviene revisar las vacunas necesarias.

Escuchar al cuerpo

Muchas veces el organismo avisa antes de caer enfermo. Síntomas como cansancio extremo, insomnio, irritabilidad o dolores de cabeza recurrentes son señales de que necesitamos parar antes de que aparezca una enfermedad.

Proteger la piel y el sistema respiratorio

El uso de crema solar, ropa adecuada y medidas de higiene básicas (lavado de manos, evitar agua contaminada) reducen el riesgo de problemas en vacaciones.


Vacaciones como oportunidad de resetear el cuerpo

Aunque resulte paradójico, ponerse malo en vacaciones puede ser la forma que tiene el cuerpo de “resetearse”. El descanso permite que afloren desequilibrios que estaban escondidos bajo la rutina del estrés. Lo importante es entender este fenómeno, cuidarse y no verlo como una mala suerte, sino como una llamada de atención a la necesidad de equilibrar trabajo y salud durante todo el año.


Conclusión: disfrutar de las vacaciones sin enfermar es posible

Ponerse enfermo en vacaciones es más habitual de lo que pensamos, y no se debe únicamente a la casualidad. El estrés acumulado, los cambios de rutina y la bajada de defensas son factores clave que explican este fenómeno. La buena noticia es que, con una preparación adecuada y hábitos saludables, se puede reducir considerablemente el riesgo y disfrutar de un descanso reparador.

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