Salud y Bienestar
¿Cuántos huevos se pueden comer a la semana?
Publicado
hace 1 mesen
La cantidad de huevos que se pueden comer a la semana puede variar según las pautas dietéticas y las necesidades individuales, pero, en general, las recomendaciones dietéticas han evolucionado en los últimos años y se ha vuelto más flexible en cuanto al consumo de huevos. Según las pautas dietéticas actuales:
- La mayoría de las personas sanas pueden consumir hasta 7 huevos a la semana sin preocupaciones significativas sobre el colesterol. Esto se basa en que han demostrado que el colesterol dietético en los huevos no se puede alguna afectaciones significativas en los niveles de colesterol en sangre en la mayoría de las personas.
- Las personas con condiciones de salud específicas, como diabetes o enfermedades cardíacas, pueden necesitar su consumo de huevos o seguir pautas dietéticas más estrictas. En tales casos, es importante seguir las recomendaciones de su profesional de la salud o dietista registrado.
- Las necesidades nutricionales individuales también sens. Los huevos son una fuente de proteínas de alta calidad y otros nutrientes esenciales, por lo que pueden ser parte de una dieta equilibrada. Sin embargo, es importante no depender únicamente de un solo alimento, sino incluir variedad en la dieta.
En resumen, para la mayoría de las personas sanas, consumir hasta 7 huevos a la semana es una guía general razonable. Sin embargo, siempre es aconsejable consultar con un profesional de la salud o un dietista si tienes preocupaciones específicas sobre tu dieta o si tienes condiciones médicas que puedan afectar tu consumo de huevos. Las recomendaciones dietéticas pueden variar según la situación individual.
Los beneficios de los huevos
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Excelente fuente de proteínas:
Los huevos son una de las mejores fuentes de proteínas de alta calidad. Contienen todos los aminoácidos esenciales que el cuerpo necesita para construir y reparar tejidos. 2
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Nutrientes clave:
Los huevos son ricos en nutrientes esenciales, incluyendo vitamina B12, vitamina D, riboflavina, ácido fólico, hierro, fósforo, y selenio, entre otros.
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Ácidos grasos saludables:
Los huevos contienen ácidos grasos omega-3, que son beneficiosos para la salud cardiovascular y el cerebro. También son una buena fuente de ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados.
- Aumentan la saciedad:
Consumir huevos puede ayudar a mantener la sensación de saciedad, lo que puede contribuir a un mejor control del apetito y la reducción del consumo de calorías en general.
- Salud ocular:
Los huevos contienen luteína y zeaxantina, dos antioxidantes que son buenos para la salud de los ojos y pueden reducir el riesgo de enfermedades oculares relacionadas con la edad.
-
Mejora la salud cerebral:
La colina, un nutriente presente en los huevos, es esencial para la función cerebral y el desarrollo del cerebro, especialmente en mujeres embarazadas y en lactancia.
- Ayuda en el crecimiento y desarrollo:
Los huevos son beneficiosos para el crecimiento y desarrollo, especialmente en niños y adolescentes, debido a su contenido de proteínas y nutrientes.
- Fáciles de preparar:
Los huevos son versátiles y se pueden preparar de muchas maneras, lo que los hace accesibles y útiles en la cocina diaria. Es importante recordar que la forma en que se preparan los huevos, como hervidos, cocidos o al vapor, puede afectar sus beneficios para la salud. Evitar el exceso de grasas añadidas y salsas puede contribuir a mantener una dieta equilibrada y saludable. Sin embargo, si tienes preocupaciones de salud específicas, como el colesterol, es aconsejable hablar con un profesional de la salud o un dietista para obtener recomendaciones personalizadas sobre el consumo de huevos.
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Salud y Bienestar
Los alimentos infalibles para prevenir resfriados
Publicado
hace 1 díaen
20 noviembre, 2024La tradición popular atribuye propiedades curativas a los alimentos con vitamina C, pero ¿sabemos cuáles son los alimentos para prevenir resfriados?
Algunos como el ajo, la sopa de pollo o la miel frente al resfriado, la tos, la congestión o la gripe. Sin embargo, en la actualidad no hay ninguna prueba científica que demuestre que su consumo sea beneficioso para este objetivo.
Según ha explicado la doctora Laura Arranz, profesora del Departamento de Nutrición, Ciencias de la Alimenación y Gastronomía de la Universidad de Barcelona, lo que realmente contribuye a prevenir estas enfermedades, e incluso a aliviar sus síntomas, es seguir hábitos de vida saludables y una alimentación equilibrada.
La doctora ha precisado que «más allá de la vitamina C hay muchos nutrientes imprescindibles para el sistema inmunitario. Todas las vitaminas, minerales como el zinc, antioxidantes como los polifenoles o los betacarotenos, grasas como los Omega-3 y las fibras (sobre todo de tipo soluble) son básicos en un cóctel de salud».
MINERALES Y VITAMINAS
Las vitaminas A, C y E, el magnesio, el cobre, el manganeso o el hierro son algunos de los elementos clave en los procesos celurares que ayudan a neutralizar los radicales libres y el estrés oxidativo.
La doctora Arranz ha aclarado que «el funcionamiento correcto del metabolismo y de las defensas antioxidantes requiere la presencia de estos nutrientes en cantidades suficientes». La pregunta que subyace es qué alimentos propocionan estos nutrientes.
Según la experta, «los alimentos de origen vegetal son ricos en antioxidantes, pero especialmente la fruta, las hortalizas, las verduras de hoja verde, las semillas y los frutos secos». Además, ha aconsejado «consumir una buena parte de estos vegetales en crudo o con tiempos de cocción adecuado para que la ingesta de antioxidantes se amayor».
EL ZINC COMO REGULADOR DEL SISTEMA INMUNE
La doctora Arranz ha explicado que «el zinc es un oligoelemento esencial que juega un papel clave en más de 300 enzimas y está involucrado en la comunicación celular, además de desempeñar un importante papel en la regulación del sistema inmune».
Ha añadido, además, que «el déficit de zinc, que afecta al 20% de la población mundial, se asocia a la disminución del sistema inmunitario». Entre los alimentos que contienen zinc se encuentran las carnes, el pescado, los moluscos, las espinacas o los frutos secos.
OMEGA-3: GUARDIÁN DE LAS DEFENSAS
Las grasas Omega-3 son importantes para el sistema inmunitario, para la salud cardiovascular y para la salud visual y cerebral pero además intervienen como precursores de las moléculas antiinflamatorias.
La experta ha detallado que «si queremos cuidar las defensas, debemos aumentar la ingesta de frutos secos, especialmente nueces y almendras, para conseguir un aporte diario de dos gramos de ácido alfa-linolénico y pescado azul para conseguir 200 gramos de ácido docosahexaenoico (ácido graso poliinsaturado omega-3)».
LA FIBRA, UNA COMPAÑERA ALIADA
La nutricionista ha revelado que «la fibra ayuda a la nutrición y el bienestar de las bacterías beneficiosas que residen en el intestino y que juegan a un rol principal en el sistema inmunitario, por lo es imprescindible en el día a día».
Además, la fibra dietética proviene de los alimenos de origen vegetal tales como las legumbres, las semillas, los frutas secos, las verduras o las frutas.
Sin embargo, la doctora ha advertido que las legumbres «puedencausar problemas de flatulencia debido a la gran cantidad de fibra que aportan». Por ello, para evitar este problema ha aconsejado «tomar raciones pequeñas tres veces pro semana en lugar del tradicional plato de legumbres solo un día a la semana».
Alimentos para prevenir resfriados
La lista de alimentos que ayudan a prevenir gripes, catarros y resfriados es larga… Educo nos la detalla.
1. Pescados, un gran aporte de Omega-3
Los pescados, entre los que destaca el pescado azul, aportan proteínas y Omega-3 al organismo. Estas sustancias ayudan al organismo a proteger los pulmones de las infecciones respiratorias al sintetizar anticuerpos. Ya ves: incluye pescado en el menú semanal. Dos porciones semanales de salmón ayudarán a levantar tus defensas.
2. Cítricos, el consejo de la abuela
¡Y cuánta razón tiene la abuela! Los cítricos son ricos en vitamina C, un nutrientes que puede ayudar a frenar el avance de un resfriado. ¿Lo mejor? Alternar los cítricos consumiendo naranja (muy rica en vitamina C), mandarina (rica en betacarotenes) y limón (gran valor antiséptico que lo convierte en un remedio natural contra el dolor de garganta y la tos).
3. Huevos: proteínas, vitaminas y minerales
Los huevos son un comodín en la cocina, no dudes en prepararlos un par de veces por semana. Un huevo contiene casi 7 gramos de proteína, pero además aporta al organismo vitaminas y minerales, entre los que destacan las vitaminas B6 y B12, el selenio y el zinc, ¡fundamentales para mantener fuerte el sistema inmunológico!
4. Yogur, el poder de los probióticos
Hoy en día se habla mucho de probióticos en la publicidad, pero ¿qué son? Los yogures tienen cultivos vivos que ayudan al sistema inmunológico a evitar que las bacterias malas progresen dentro del cuerpo. ¿Cómo? Muy fácil: si las bacterias buenas son más que las malas, ¡la guerra por la salud está ganada!
5. Verduras de hojas oscuras para reducir el tiempo de la enfermedad
La mayoría de nosotros piensa en un zumo de naranja para ingerir vitamina C. ¿Qué me dirías si te digo que las espinacas, las coles de Bruselas, la lechuga y el brócoli tienen más vitamina C que los cítricos? Incluye estas verduras en la dieta de los peques y si los niños se niegan a comer verduras, ¡disfrázalas! En el enlace te damos ideas al respecto.
6. Calabaza, la reina del beta-caroteno
El betacaroteno es esencial para el organismo ya que cuando éste lo absorbe, se transforma en vitamina A, un nutriente que mejora las defensas y ayuda a prevenir enfermedades. Dale a tus hijos calabaza asada, en crema, mezclada con arroz o en puré, ¡es rica y súper nutritiva! Si a tu hijo no le gusta la calabaza pero sí la zanahoria, ¡a por ella! Las zanahorias también tienen mucho beta-caroteno, motivo por el cual su acción es similar a la de la calabaza.
7. Kiwi, vitamina C al por mayor
Un kiwi aporta al cuerpo más vitamina C que una naranja. Es cierto que puede ser más difícil para los peques comer un kiwi que beber un zumo pero ¡con intentar no se pierde nada!
8. Cebolla y ajo, antibióticos naturales
Tanto la cebolla como el ajo ayudan a prevenir y curar la gripe y los resfriados. Ambos tienen propiedades mucolíticas que ayudan a expulsar secreciones. ¿Un consejo? A los peques suele molestarles más la textura que el sabor de estos alimentos, por eso te recomendamos trocearlos y cocinarlos hasta que no sean perceptibles en el paladar. No abuses de ellos y verás que los peques los comen sin casi darse cuenta.
9. Miel, efecto antitusivo ¡y preventivo!
Incluir la miel en el desayuno de los niños mayores (recuerda que los niños menores de 3 años no deben consumir miel por el riesgo de botulismo) puede ser una gran idea. La miel tiene un efecto preventivo al aumentar las defensas naturales y antitusivo, aliviando la molesta picazón de garganta. Sírvele a tu hijo una tostada con miel o coloca un poco de miel en la leche, ¡le encantará!
10. Frutos secos y legumbres para mantener el calor corporal
Parece una locura pero no lo es: en invierno, perdemos fácilmente el calor corporal, exponiéndonos a toda clase de enfermedades. Los alimentos híper calóricos como las legumbres y los frutos secos aportan la energía necesaria para mantener la temperatura corporal correcta, manteniendo a raya a las enfermedades. Además, tanto los unos como los otros aportan hierro y antioxidantes, fundamentales para mantener el sistema inmunológico fuerte.
11. Frutos rojos, vitamina C en pequeñas dosis
Los frutos rojos aportan vitamina C aunque para que sean realmente efectivos es necesario consumir gran cantidad. Los mencionamos porque ¡son fáciles de incluir en la dieta y a los peques les encantan! ¿Quién puede resistirse a las fresas, las moras y los arándanos? Incorpóralos al yogur o haz un rico batido de frutos rojos con leche.
12. Setas, propiedades antibacterianas
Las diversas setas, hongos y champiñones tienen propiedades antibacterianas que ayudan a combatir las enfermedades. Utilízalos en tostadas, cremas o como acompañamiento para carnes. Una buena alimentación es tan importante como un buen abrigo. Este invierno no lo dudes y prepara un menú equilibrado que incluya estos alimentos para prevenir gripes, catarros y resfriados.
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