Era el momento más esperado del año. La noche más mágica. Niños, niñas y mayores han llenado (con menos público de lo habitual) el centro de València. Esperando con ilusión ver la llegada a la ciudad de sus majestades los Reyes Magos de Oriente.
La Cabalgata de Reyes de Valencia, que este año volvía a su formato habitual, ha recorrido las principales vías del centro de la ciudad de Valencia para llenar de magia la ciudad. Magia que este año ha brillado por su ausencia en una cabalgata desangelada. Parece que la magia este año se ha quedado en Oriente.
Con pocas carrozas tras la supresión de las carrozas ‘comerciales’, el recorrido ha estado lleno de largas esperas que contagiaban algún que otro bostezo ante la atónita mirada de los más pequeños que esperaba en pie o sentados en sillas traídas de casa.
Pequeños que este año se ha ido prácticamente de vacío: pocos regalos lanzados al público y los caramelos que llegaban (sin azúcar y sin gluten) estaban contados.
Antes del gran momento estelar, hemos ¿disfrutado? de atracciones y espectáculos más propios del circo, pero con la diferencia de que aquí la música brillaba por su ausencia. De hecho muchas carrozas han pasado sin ser vistas debido a que no iban precedidas por sonido ni luz.
Tan solo algunas bandas de música animaban el soporífero desfile.
Entre figuras gigantes de animales y acrobacias llegaban por fin Melchor, Gaspar y Baltasar, con menos magia que otros años.
Confiemos que en unas horas, ya en nuestras casas, la ilusión nos devuelva la esencia de la noche de Reyes y sus regalos.
Cabalgata sin sillas
Además, por primera vez, esta cabalgata no ha incluido carrozas de empresas particulares, para evitar que sea una «caravana de publicidad», y el Ayuntamiento no ha sacado a concurso la instalación de sillas de alquiler en el recorrido, si bien numerosas personas han tenido que llevarse sus propios asientos para poder presenciarla sentadas.
En la tribuna de autoridades sí disfrutaron sentados numerosos políticos acompañados de sus familias.
Puedes ver toda la galería de fotos de la Cabalgata de València pinchando aquí.
Imagen de archivo (9/12/2024) de una mujer sosteniendo el retrato de un familiares durante el funeral por las víctimas de la DANA celebrado el 9 de diciembre de 2024 en la catedral de Valencia. EFE/Kai Försterling
La jueza de Catarroja que investiga la gestión de la DANA en la Comunitat Valenciana ha elevado a 230 el número de víctimas mortales asociadas a las devastadoras riadas del 29 de octubre de 2024. La actualización llega tras incluir el fallecimiento de un anciano de 74 años que murió días después en el Hospital La Fe, el 3 de noviembre, a consecuencia directa de las condiciones sufridas durante el temporal.
Un informe forense determina la relación entre la DANA y la muerte del anciano
El auto judicial, emitido este martes, incorpora el caso del vecino de Catarroja después de que su hijo solicitara su reconocimiento como víctima. La instructora pidió al Instituto de Medicina Legal (IML) un informe para determinar la relación de causalidad entre el temporal y el fallecimiento.
El IML concluye que el hombre pasó toda la noche del 29 al 30 de octubre mojado en su vivienda, una planta baja inundada de Catarroja. La entrada de agua le impidió refugiarse o desplazarse a otro lugar seguro.
La combinación de agua fría, limitación de movimiento y estrés físico agravó sus patologías previas hasta provocar un tromboembolismo pulmonar, que finalmente causó su muerte el 3 de noviembre en el Hospital La Fe. Con este dictamen, la jueza lo reconoce oficialmente como la víctima número 230 de la DANA.
Nueve fallecimientos más permanecen en análisis
El juzgado mantiene bajo estudio otros nueve posibles casos, cuyas familias han solicitado su inclusión como víctimas mortales del temporal. Los informes forenses correspondientes se encuentran en evaluación.
La última víctima reconocida: la bebé Scalett
Antes de esta nueva incorporación, la última víctima reconocida en el listado judicial era Scalett, la bebé no nacida de Janine Brigitte, una joven de 26 años embarazada de ocho meses que murió en Riba-roja el mismo 29 de octubre.
Un informe ampliatorio determinó que el feto era viable, al superar las 24 semanas y los 500 gramos de peso, por lo que su fallecimiento fue asociado a la DANA. Scalett ya figura inscrita en el Registro Civil.
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