Ainhoa Arteta pasa por uno de los momentos más complicados de su vida. Según ha publicado en exclusiva la revista «Semana», la soprano vasca ha sufrido la amputación de varios dedos de las manos como consecuencia de un paro cardiaco que estuvo a punto de acabar con su vida.
Lo problemas de salud que arrastra Arteta vienen de lejos. La intérprete lírica se contagió de COVID y sus secuelas la dejaron muy debilitada, tanto que se tuvo que usar una silla de ruedas para desplazarse durante un tiempo. Después, a finales de julio, tuvo que ser ingresada de urgencia en un hospital de Sevilla a causa de un cólico nefrítico. El delicado estado de la cantante hizo que la infección renal derivara en una sepsis y sus estancia en el centro se alargó varias semanas.
Ahora se ha sabido que a finales de agosto, Ainhoa Arteta sufrió una parada cardiaca que derivó en una necrosis en sus manos, y los médicos se vieron obligados a amputarle varios dedos. Lo peor ya ha pasado desde el punto de vista estríctamente físico y la soprano se recupera en su casa de Bilbao, pero sus allegados se muestran preocupados por su estado anímico.
Y es que a todos estos gravísimos problemas de salud y el trauma de las amputaciones se añade la separación de su cuarto marido, el militar Matías Urrea, con quien se casó hace dos años y que también era su representante. Al parecer, según publica «Semana», la relación ha acabado de muy mala manera.
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