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10 consejos de la OCU para evitar que okupen tu casa

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PEXELS

Evitar que okupen tu casa se ha convertido en una preocupación para muchas personas. La crisis económica, los efectos de la pandemia, la precariedad… han sido el caldo de cultivo ideal para la aparición de un nuevo fenómeno, que algunos llaman «inquiokupación»: inquilinos que no pagan el alquiler pero no pueden ser desahuciados de la vivienda por su vulnerabilidad económica.

Es evidente que hay que protegerlos, pero no a costa de unos arrendadores que a veces son igualmente vulnerables y se ven ahogados por la situación.

Alquileres problemáticos que perjudican a todos

Desde hace tiempo se habla mucho de los «okupas» y ahora se está hablando también de la “inquiokupación”.

¿En qué consiste? En que un inquilino que arrienda una casa por las buenas deja de repente de pagar el alquiler, pero no se marcha, sino que se queda en la vivienda incluso superando el plazo que marcaba su contrato.

El problema es que, aunque se llegue a un desahucio, se puede suspender temporalmente si se alega vulnerabilidad económica.

La situación es muy complicada, y evidentemente hay que poner en marcha medidas para proteger a los usuarios vulnerables… pero no a costa de los arrendadores, muchas veces pequeños propietarios que tienen en esa vivienda los ahorros de toda la vida y su principal fuente de ingresos.

Los resultados son efectos indeseados para todos: caseros arruinados, alquileres a precios disparados al subir la demanda, menos opciones de viviendas en alquiler al retraerse la oferta…

Medidas para proteger a inquilinos vulnerables

El acceso a la vivienda puede resultar un reto inasumible para muchos consumidores, y en los últimos tiempos la situación es aún peor: en 2020, en plena crisis por la pandemia se adoptaron una serie de medidas de protección en distintos ámbitos, también en el alquiler, con la suspensión de los deshaucios por impago de rentas, aplazamientos y reducciones de las rentas, incluso acceso a determinadas ayudas… esas medidas, inicialmente previstas durante unos meses, se han seguido prorrogando, pues las circunstancias siguen siendo muy complicadas, y asumir el pago del alquiler está fuera del alcance de muchos usuarios.

¿Quién puede considerarse vulnerable?

Para poder alegar vulnerabilidad, debe darse alguna de estas circunstancias:

  • Que la suma de la renta del alquiler, los gastos y los suministros básicos (luz, gas, gasoil para calefacción, agua, teléfono fijo y móvil, y comunidad de propietarios si la paga el inquilino), sea igual o superior al 35% de los ingresos netos de la unidad familiar.
  • Que el inquilino haya pasado a estar en situación de desempleo o de ERTE o, en caso de trabajar por cuenta propia, que haya sufrido una pérdida sustancial de ingresos o una caída de la facturación de al menos el 40%.

¿Cómo se para un desahucio?

Ante una sentencia firme decretando el desahucio, se fijará una fecha para que se realice el lanzamiento.

  • El inquilino podría entonces pedir su suspensión extraordinaria alegando ser vulnerable. Esto obligará a intervenir a los servicios sociales, para analizar el caso e informar al juez.
  • No solo el inquilino puede ser vulnerable, también puede serlo el casero: de hecho, para algunas personas la renta que perciben de un alquiler es un fuente básica de ingresos. Si es así, deberá indicarlo y exponer sus circunstancias al juez para que decida quién merece más protección.

Urge buscar soluciones justas para todos

Los propietarios no pueden asumir la carga de esas necesarias medidas de protección. Ellos no deben acarrear con las consecuencias de un problema real y acuciante que debe resolver el Estado, no solo con ayudas, sino también apostando por la vivienda social, por construir vivienda protegida para alquilar, comprar o reafectar inmuebles públicos hasta aumentar el parque de vivienda pública en alquiler y dar prioridad en el acceso a esas viviendas a quienes más lo necesitan.

10 claves para evitar que okupen tu casa

¿Qué puede hacer el propietario de un inmueble para intentar conseguir un buen inquilino y llegar con él a un buen trato? ¿Cómo debe actuar si, pese a todo, se tuercen las cosas para instar un juicio de desahucio?

  1. Busca un inquilino que pruebe su solvencia con justificantes de ingresos regulares, que cuadren con lo que declara a Hacienda (pídele nóminas, declaraciones…). Puedes consultar ficheros de morosos como FIM o BDMI, para ver si está incluido.
  2. Desconfía de quien te ofrezca un pago elevado por adelantado.
  3. Fija una renta asequible (lo ideal es que no sobrepase el 30 % de los ingresos del inquilino).
  4. Usa un contrato de arrendamiento equilibrado como el que te proponemos aquí.
  5. Exige en el momento de la firma que el inquilino aporte las garantías que la ley permite: un mes de renta como fianza, dos como garantías adicionales, más el mes en curso. También puede pedir que aporte un avalista personal que pueda justificar que tiene ingresos y que es propietario de un inmueble
  6. Pon la titularidad de los contratos de suministro (electricidad, gas, agua…) a nombre del inquilino, para que sea el responsable directo de su pago.
  7. Si no te ha pagado, díselo al inquilino, por mail, whastapp. Y si no reacciona y se produce un nuevo impago, insiste.
  8. Si tienes seguro de impago de rentas, da el parte para que reclamen el dinero por ti.
  9. Si siguen sin pagar la renta, reclámalo de manera fehaciente: envía al inquilino un burofax con acuse de recibo y certificación de texto. Precisa los periodos debidos y las cantidades, y señala una fecha tope para satisfacerlas. Indica que de no hacerlo acudirás a la inscripción en un registro de morosos.
  10. Si el inquilino no responde a tu requerimiento fehaciente de pago, tendrás que instar un juicio, solicitando el desahucio y reclamando la deuda que se vaya acumulando: te conviene esperar 30 días, para dar la opción de que el deudor pague la deuda de golpe: pasado ese plazo, si inicias la demandada ya no se podrá parar el proceso de deshaucio.

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La emotiva carta para los niños que descubren el secreto de los Reyes Magos

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La emotiva carta para los niños que descubren el secreto de los Reyes Magos

Hay preguntas en la vida que los padres y madres quisieran que no llegaran nunca. Especialmente cuando vienen ligadas a ilusiones propias de la infancia como la temida cuestión: «¿existen los Reyes Magos?». Normalmente esta pregunta viene precedida por un comentario del tipo: «En mi clase hay un niño que dice que los Reyes Magos no existen…» y ahí dejan la bomba, a punto de explotar y los padres con cara de incredulidad, a veces, no sabiendo cómo actuar ni que responder.

Para ayudar en esta situación, muy común en muchos hogares alrededor del mundo donde hay niños, circula por las redes y foros una «carta» que ayuda a explicar de manera delicada pero emotiva la realidad de que efectivamente los Reyes Magos son los padres, pero sin romper del todo con la magia de dicha ilusión.

Desde Official Press queremos compartirla con todos esos papás y mamás que estos días pueden verse en una situación similar y no quieren ‘romper el corazón’ de sus pequeños dejen de creer en la magia de la Navidad.

La emotiva carta para los niños que descubren el secreto de los Reyes Magos

«-.Mamá mamá !! Mis amigas del cole dicen que los Reyes Magos son los padres, ¿es verdaaaad? La madre de María sonríe, le da un beso y le dice:
– Mira María… Tengo que enseñarte algo que guardo en este cajón desde hace 10 años. Su madre saca del cajón un sobre blanco. Lo abre y le dice a María:
– Esta carta la recibimos en casa el día en que naciste. Es una carta escrita por los Reyes Magos y que nos piden que les hagamos tres favores. ¿Quieres que te la lea?
– ¡Sí mamá, por faaaavor!

Apreciado papá y apreciada mamá de María,

Somos los Reyes Magos, sabemos que acaba de nacer María. Es un niña preciosa que os va a hacer muy felices a los dos. Ya sabéis que cada 6 de enero nosotros vamos en silencio a casa de todos los niños y les dejamos unos regalitos para celebrar el nacimiento del niño Jesús y para decirles lo orgullosos que estamos de ellos. Pero a partir de ahora no podremos hacerlo porque estamos muy viejecitos y cada vez hay más y más niños en este mundo. No podemos ir a casa de todos.

Además, ayer me caí del camello y me rompí el brazo (soy Melchor, un poquito torpe); Gaspar es muy lento porque camina con la ayuda de un viejo bastón y Baltasar, ¡nuestro viejecito Baltasar!, se olvida siempre de dónde tiene la lista de los regalos. Como ves, ya estamos muy mayores y necesitamos pediros tres favores muy importantes:

1º favor:Que nos ayudéis a poner los regalos a los niños.

Cada padre y madre harán nuestro trabajo el día de Reyes: leerán las cartas de sus hijos y, con la misma ilusión que la nuestra, les pondrán los regalos como si fuéramos nosotros. Así todos los niños del mundo tendrán sus regalos y nosotros podremos descansar y ver, desde lo lejos, sus caritas de alegría.

2º favor:Como esto es un gran secreto, no se lo podréis decir a María hasta que cumpla los 10 años.

Cuando tenga esta edad, ya será mayor y sabrá guardar este secreto. Los niños pequeños no deben saber que nosotros ya no podemos poner los regalos y que son los padres los que nos ayudan porque sino… ¿qué pensarán de nosotros? ¿dónde estará la magia? El secreto se ha de decir solo a los niños responsables, a los que ya pueden entender que nosotros les queremos mucho y que por eso pedimos ayuda a sus padres, las personas que más los quieren a ellos.

3º favor:Algunos padres que nos ayudan están enfermos o no tienen dinero para comprar regalos a sus hijos.

Y también hay niños que no tienen la suerte de tener dos papás. Por eso, necesitamos que vuestros hijos se conviertan “un poquito” en Reyes Magos y compartan algunos regalos con los niños que no tienen tanta suerte como ellos.

Nada más. ¿No es demasiado, verdad?

Cuando María te pregunte por primera vez quiénes son los Reyes Magos léele esta carta. Entenderá por qué nosotros hemos confiado en vosotros para hacer nuestro trabajo: porque sois las personas que más lo queréis en el mundo y que mejor pueden ver su enorme y bondadoso corazón.

Melchor, Gaspar y Baltasar«

La historia de los tres Reyes Magos:

La historia de los Reyes Magos es un relato bíblico que se encuentra en el Evangelio de Mateo en el Nuevo Testamento de la Biblia. Según la tradición cristiana, los Reyes Magos, también conocidos como los Tres Reyes, los Magos de Oriente o los Sabios, fueron los visitantes que llegaron desde el este para adorar al niño Jesús poco después de su nacimiento. La historia se encuentra en Mateo 2:1-12.

Según el relato bíblico, después del nacimiento de Jesús en Belén, un grupo de Magos de Oriente vio una estrella especial en el cielo que interpretaron como un signo del nacimiento del rey de los judíos. Los Reyes Magos eran sabios y astrónomos, y decidieron seguir la estrella hasta Belén para adorar al recién nacido.

La llegada de los Reyes a Belén

Cuando llegaron a Belén, los Reyes Magos encontraron a María, José y el niño Jesús en una casa. Se postraron y adoraron al niño, ofreciendo regalos de oro, incienso y mirra. Estos regalos tienen un significado simbólico en la tradición cristiana: el oro representa la realeza de Jesús, el incienso simboliza su divinidad y la mirra se asocia con su sufrimiento y muerte.

Después de adorar al niño, los Reyes Magos fueron advertidos en un sueño que no regresaran a Herodes, el rey de Judea, quien había pedido que le informaran acerca de la ubicación del niño para poder adorarlo también. Los Reyes Magos obedecieron la advertencia divina y regresaron a sus países por un camino diferente para evitar a Herodes.

La llegada de los Reyes Magos es celebrada en la Iglesia Católica y en muchas tradiciones cristianas el 6 de enero, una festividad conocida como la Epifanía o el Día de Reyes. En algunos países, esta festividad se celebra con desfiles, intercambio de regalos y otras festividades públicas.

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