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Valencia

Tres días de luto por Grisolía, cuya capilla ardiente se instala este viernes

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Fallece a los 99 años el científico Santiago Grisolía
EFE/ Biel Aliño/Archivo

València, 4 ago (OFFICIAL PRESS- EFE).- El presidente del Consell Valencià de Cultura, el científico Santiago Grisolía, ha fallecido este jueves a los 99 años de edad en el Hospital Clínico de València.

Grisolía, que se encontraba ingresado en este centro hospitalario, ha fallecido a las siete horas de esta mañana, según confirman a EFE fuentes de la Fundación Premios Jaime I.

El bioquímico valenciano participó en enero de este año en la entrega de la memoria anual del Consell Valencià de Cultura al president de la Generalitat, Ximo Puig, con quien conversó sobre la evolución de la pandemia y el proceso de vacunación.

La capilla ardiente de Grisolía, este viernes en el Palau de la Generalitat

El Gobierno valenciano ha declarado tres días de luto oficial por la muerte del científico Santiago Grisolía, cuya capilla ardiente se instalará este viernes en el Salón Dorado del Palau de la Generalitat, entre las 10:30 y las 11:30 horas, para que quienes lo deseen puedan despedirse de él.

Posteriormente se celebrará el funeral en el tanatorio de Valencia, según han informado a EFE fuentes de la Generalitat.

El científico Santiago Grisolía, Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 1990, impulsor de la primera Conferencia Internacional sobre el Genoma Humano y promotor de los premios de investigación Rey Jaime I, ha fallecido este jueves a los 99 años de edad en el Hospital Clínico de Valencia.

Grisolía, un gran divulgador científico que supo moverse en todos los ámbitos

El médico y bioquímico valenciano Santiago Grisolía, uno de los precursores de la divulgación científica moderna en España, logró elevar a la ciencia y la tecnología a niveles internacionales, y desde sus puestos de responsabilidad supo moverse como «pez en el agua» en círculos políticos, sociales y culturales.

Grisolía, que ha fallecido este jueves a los 99 años de edad, ha mostrado a lo largo de su vida un enorme entusiasmo por la ciencia, pero sin despegarse ni un milímetro de la realidad y de la actualidad, sobre la que ha dado opiniones en ocasiones controvertidas.

En mayo de 2014 el entonces rey Juan Carlos I le concedió el título de Marqués de Grisolía por su «prolongada y encomiable labor investigadora y docente», su «contribución al conocimiento científico» y en reconocimiento del «real aprecio» del monarca.

El deterioro en la salud de Grisolía le llevó el 7 de junio de 2016, cuando se hizo público el fallo de los Premios Rey Jaime I, a ceder el testigo de su lectura por primera vez en la historia de estos galardones; doce días después era ingresado en el Hospital Clínico de València, al encontrarse indispuesto.

Tras este episodio hospitalario, Grisolía siguió acudiendo a diversos actos públicos, aunque su participación en los mismos fue cada vez más limitada.

En septiembre de 2017 falleció a los 99 años de edad su esposa, la también investigadora Frances Thompson, con la que tenía dos hijos, lo que supuso un duro golpe para el científico valenciano.

Santiago Grisolía se licenció en Medicina por la Universitat de València en 1944 y la oportunidad le llegó con una beca del Ministerio de Asuntos Exteriores para estudiar en los Estados Unidos.

Aunque la beca era para un periodo de un año en el Departamento de Bioquímica y Farmacología de la Universidad de Nueva York, donde fue el primer alumno español de postdoctorado que tuvo el científico Severo Ochoa, esta «estancia temporal» se prolongaría durante más de tres décadas.

Siempre hizo gala de haber sido discípulo del Premio Nobel de Medicina y Fisiología en 1959, Severo Ochoa, con el que mantuvo una gran amistad, y de hecho era depositario de su testamento personal y científico, y custodiaba tanto su archivo científico como su biblioteca privada.

Tras una larga estancia en Wisconsin, donde trabajó como profesor y presidente del Departamento de Bioquímica Molecular de la Universidad de Kansas y director del Laboratorio de ese centro, regresó a España en 1977 para hacerse cargo del Instituto de Investigaciones Citológicas de Valencia.

Su trabajo se centró en materias como la enzimología del metabolismo del nitrógeno, el metabolismo de fosfogliceratos, el recambio y degradación de proteínas y el control de la síntesis de la tubulina en el cerebro.

En 1988 fue designado presidente del Comité de Coordinación Científica de la Unesco para el Proyecto Genoma Humano, un puesto desde el que contribuyó especialmente a la divulgación científica del genoma humano y a que València se convirtiera en uno de los centros neurálgicos donde debatir el descubrimiento del mapa genético, considerado uno de los más importantes avances de la Humanidad.

Su experiencia investigadora y su preocupación por situar la ciencia y tecnología española a niveles internacionales le llevó en las últimas décadas a promover congresos internacionales y escribir libros, como «Vivir para la ciencia», donde criticaba la falta de apoyo institucional y político al desarrollo de la investigación en España.

Siempre opinó que los científicos tienen la «obligación» de comprometerse y responder a temas relacionados tanto con su actividad como a otras cuestiones de actualidad.

Grisolía, Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 1990, se ha movido siempre como «pez en el agua» en los círculos políticos, sociales o culturales.

En 1995 fue nombrado asesor del president de la Generalitat Valenciana para Ciencia y Tecnología, un año después presidente del Consell Valencià de Cultura -cargo que todavía ostentaba- y en 1998, del Comité Científico Asesor del Museo de las Ciencias Príncipe Felipe de València y del Consejo Asesor del Museo de Ciencias de Cuenca.

Como presidente ejecutivo de los Premios Rey Jaime I, puestos en marcha por la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados y la Generalitat y que en 2020 cumplen su trigésimo segundo aniversario, logró traer a València año tras año a decenas de premios Nobel y afianzar uno de los galardones con mayor dotación económica de todo el país.

El pasado 16 de octubre de 2020, durante una rueda de prensa a través de videollamada del Premio Nobel de Medicina 2011 Jules Hoffman, previa a la deliberación de los premios, Santiago Grisolía asistió en silla de ruedas, pero cerca de un mes después, el 24 de noviembre, concedió una entrevista a la Agencia EFE a la que acudió con buen aspecto y caminando con la ayuda de un bastón.

Durante la entrega de los galardones de la 32 edición, marcada por la pandemia del coronavirus, el president de la Generalitat, Ximo Puig, destacó el «impuso entusiasta» de Santiago Grisolía, del que dijo era una «persona eternamente joven» y una «una luz permanente que irradia ciencia desde València hacia el mundo».

Desde el Consell Valencià de Cultura -órgano consultivo de la Generalitat- apoyó la declaración de la fiesta de toros como Bien de Interés Cultural (BIC), sugirió que los «bous al carrer» llevaran luces en lugar de fuego en los cuernos, y pidió que los incendios «intencionados» fueran considerados un crimen contra la Humanidad.

También insistió en numerosas ocasiones en que los ministerios de Educación y de Sanidad deberían «desaparecer», preguntándose cuál era su razón de ser si las transferencias a las comunidades autónomas estaban ya hechas.

Otra de sus facetas fue la literaria: en 2009 publicó la novela «El enigma de los grecos», donde entremezclaba historias ficticias y autobiográficas de la mano de Peter Smith, un joven voluntario de las Brigadas Internacionales que se veía envuelto en una aventura relacionada con uno de los secretos mejor guardados de los templarios.

Concha Tejerina

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Salomé Pradas pide perdón a las víctimas de la dana en el Congreso: «Lo llevaré toda la vida conmigo»

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Salomé Pradas dana
La exconsellera de Justicia i Interior de la Generalitat Valenciana Salomé Pradas, comparece ante la Comisión de Investigación de la dana, en el Congreso de los Diputados, a 15 de diciembre de 2025, en Madrid (España). - Carlos Luján - Europa Press

La exconsellera de Justicia e Interior de la Generalitat Valenciana, Salomé Pradas, ha protagonizado este lunes uno de los momentos más emotivos de la Comisión de Investigación de la dana de 2024 en el Congreso de los Diputados, al pedir públicamente perdón a las víctimas de la catástrofe que dejó más de 230 fallecidos en la provincia de Valencia.

Pradas, que era la responsable de Emergencias durante la riada, se ha emocionado visiblemente al reconocer que no pudo hacer más el día de la tragedia. “Lo llevaré toda la vida conmigo”, ha afirmado entre lágrimas, en una comparecencia marcada por la tensión política y el dolor de los familiares de las víctimas.

Comparecencia en el Congreso por la gestión de la dana

La exconsellera ha acudido a la comisión parlamentaria acogiéndose a su derecho a no responder a las preguntas, al estar imputada en la causa judicial que investiga la gestión de la dana. Aun así, ha aprovechado su turno de palabra para lanzar un mensaje directo a los afectados por la riada.

El momento clave se ha producido cuando el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, le ha ofrecido la posibilidad de dirigirse a las víctimas. Pradas no ha dudado en hacerlo, reconociendo el dolor que arrastra desde aquel día.

“Pido disculpas por no haber podido hacer más”

“Pido disculpas a las víctimas por no haber podido hacer más, como dije en el juzgado y como consta en las consideraciones que he entregado a los comisionados”, ha señalado Pradas con la voz entrecortada. “Por supuesto que pido perdón por no haber podido hacer más; es algo que llevaré toda la vida conmigo”.

Sus palabras han generado un profundo silencio en la sala, reflejo de la gravedad de los hechos investigados y del impacto humano que sigue teniendo la tragedia más de un año después.

Un momento de máxima tensión política

La comparecencia ha vivido también momentos de gran tensión cuando Rufián ha acusado a la exconsellera de “no tener corazón” por negarse a responder al grueso de las preguntas formuladas por los distintos grupos parlamentarios.

En ese contexto, el diputado de ERC se ha acercado al estrado para entregar una cuerda que, según explicó, pertenecía a una niña de origen chino fallecida durante la dana y de la que se agarró en un intento desesperado por salvarse. El objeto había sido entregado por los familiares de las víctimas para que llegara al expresidente de la Generalitat, Carlos Mazón, pero finalmente Rufián la ha dejado sobre la mesa de la compareciente.

“La verdad solo hay una y debe conocerse”

Durante el turno del diputado del PP Fernando de Rosa, Pradas ha defendido que confía en que toda la verdad salga a la luz. “Verdad solo hay una y confío en que se acabe conociendo en su integridad, por las víctimas, que deben ser resarcidas”, ha afirmado.

Estas palabras se producen en un momento clave, con varias investigaciones judiciales abiertas y con una fuerte presión social para depurar responsabilidades políticas y administrativas por la gestión de la emergencia.

“Pienso en las víctimas todos los días”

A la salida de la comisión, Salomé Pradas ha vuelto a referirse a los familiares de los fallecidos en declaraciones a los medios. Ha asegurado que todas sus respuestas y consideraciones han estado siempre marcadas por el recuerdo de las víctimas.

“He sido muy clara en mis respuestas y consideraciones. Las he dado siempre pensando en las víctimas, que sepan que siempre me van a tener a su lado y que pienso en ellas absolutamente todos los días”, ha concluido.

La investigación parlamentaria sobre la dana de 2024 en la Comunitat Valenciana continúa, mientras el dolor de las familias sigue muy presente y la exigencia de justicia y reparación permanece como una de las principales demandas sociales.


Momento simbólico: la cuerda de la niña fallecida

Durante la sesión, Pradas se emocionó al recibir de Gabriel Rufián una cuerda simbólica de una niña de origen chino que murió en la dana, que debía ser entregada al entonces presidente valenciano Carlos Mazón. Al olvidarse de dársela a Mazón, Rufián se la entregó personalmente a Pradas, un gesto que emocionó a todos los presentes.


Contexto de la comparecencia

Salomé Pradas fue una de las figuras clave durante las horas críticas de la dana de octubre de 2024, que dejó graves daños y pérdidas humanas en la Comunitat Valenciana. Su comparecencia se produce en un momento de especial atención política, tras la presentación de mensajes y documentos relacionados con la gestión de la crisis.

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