Las redes sociales se llenan de críticas por el tono del juez Adolfo Carretero durante el interrogatorio a la actriz Elisa Mouliaá en el caso de presunta agresión sexual contra Íñigo Errejón.
Un interrogatorio bajo la lupa
El interrogatorio del juez Adolfo Carretero a Elisa Mouliaá, denunciante en el caso de presunta agresión sexual contra Íñigo Errejón, ha desatado una fuerte polémica en redes sociales debido al tono y las preguntas formuladas. En un vídeo viralizado, el magistrado realiza comentarios que han sido calificados de «revictimizantes» por diversos usuarios y figuras públicas.
Entre las preguntas más criticadas está:
- «¿Para qué se sacó el miembro viril, usted sabe para qué?»
- «¿Cuánto tiempo estuvo chupándole las tetas, tocándole el culo?»
- «¿No será que usted quería algo con ese señor, y al no corresponderle ahora le denuncia porque ese señor se ha reído de usted?»
Mouliaá, visiblemente afectada, respondió que se sintió paralizada y violentada durante los hechos que relata en su denuncia.
El cambio de tono entre interrogatorios
El contraste entre el interrogatorio a Mouliaá y el realizado a Errejón también ha generado debate. Mientras que a la actriz se le formulaban preguntas incisivas y en ocasiones despectivas, al exdiputado se le plantearon cuestiones más neutrales. Según críticas en redes, esto refleja un doble rasero en el trato judicial hacia víctimas y denunciados en casos de violencia sexual.
Una usuaria en X comentó:
«No sé cómo acabará el caso, pero el trato del juez hacia Elisa Mouliaá ha sido cruel y revictimizante, mientras que con Errejón parece buscar desmontar la denuncia desde el inicio.»
Reacciones públicas: «Justicia patriarcal»
Las declaraciones de figuras públicas y activistas no se han hecho esperar. Irene Montero, exministra de Igualdad, denunció en X:
«Sólo sí es sí significa que él debe asegurarse de que hay consentimiento. Exigir resistencia expresa es cultura de la violación.»
Por su parte, la jueza Victoria Rosell señaló la necesidad de tomar medidas contra el maltrato institucional:
«No normalicemos las interrupciones, gritos y vulneración de derechos hacia una denunciante de agresión sexual. Es muy grave.»
Un problema estructural en la justicia
El caso ha puesto de nuevo sobre la mesa las críticas hacia el sistema judicial y su tratamiento de casos de violencia de género. Activistas y colectivos feministas han señalado que el interrogatorio es un ejemplo de cómo las víctimas son sometidas a juicios paralelos, donde se cuestiona su testimonio más que los hechos denunciados.
Una usuaria resumió el sentimiento colectivo:
«Si no vemos como sociedad que este tipo de interrogatorios son terroríficos y perpetúan la revictimización, tenemos un problema muy serio.»
El exdiputado desmiente las acusaciones de Elisa Mouliaá en su declaración ante el juez y asegura que hubo consentimiento.
La versión de Errejón sobre los hechos
Iñigo Errejón, exdiputado de Sumar, negó rotundamente ante el juez las acusaciones de agresión sexual presentadas por la actriz Elisa Mouliaá. Según el relato de la denunciante, Errejón la habría «agarrado fuertemente del brazo», llevado a una habitación y agredido sexualmente. Sin embargo, el exlíder político ofreció una versión completamente diferente durante su declaración:
«Fuimos a la habitación como dos personas que están ligando en una fiesta y se escabullen para darse unos besos», explicó Errejón, quien subrayó que todo ocurrió con mutuo consentimiento.

Iñigo Errejón en su declaración ante el juez
Detalles de la declaración ante el juez
En el vídeo de la declaración, al que ha accedido este medio, el juez Adolfo Carretero expuso a Errejón las afirmaciones de la actriz:
- Según Mouliaá, Errejón la llevó a la fuerza desde una fiesta a una habitación tras un «ataque de celos».
- La denunciante afirmó que el político cerró el pestillo y se desnudó.
Errejón negó estas acusaciones y argumentó que ambos pasaron juntos desde la cocina hasta la habitación cruzando por la fiesta, lo que, según él, hace inviable el relato de Mouliaá. También desmintió haber cerrado la puerta o haberse desnudado.
«Nos besamos por deseo mutuo, pero no íbamos a tener una relación sexual en una casa desconocida», afirmó el investigado, añadiendo que ambos salieron de la habitación minutos después.
«Un linchamiento mediático»
Errejón sugirió que la denuncia podría formar parte de un intento de la actriz por aprovechar la repercusión mediática. Según el exdiputado, Mouliaá habría obtenido un impacto sin precedentes que podría haberle beneficiado profesionalmente.
«Se ha subido a la ola de un linchamiento mediático», afirmó Errejón, quien reiteró que las acusaciones son infundadas.
Dimisión y contexto político
El político desvinculó su dimisión de la denuncia de Mouliaá, presentada el 25 de octubre del último año. Errejón explicó que dejó su cargo por la pérdida de confianza de sus dirigentes y la incompatibilidad de su situación con los valores de su partido, que defiende la credibilidad de los testimonios en casos de violencia de género.
«No puedo ser portavoz de un partido que defiende estos principios mientras intento demostrar mi inocencia», concluyó.
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