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José Sacristán recibirá en València el Goya de Honor 2022

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José Sacristán recibirá en València el Goya de Honor 2022
José Sacristán, en una imagen reciente tomada en València .EFE/Ana Escobar

Madrid, 22 nov (EFE).- José Sacristán recibirá el próximo año en València el Goya de Honor 2022 por «representarnos de forma única en tantos títulos inolvidables que forman parte de nuestra memoria íntima», según ha anunciado la Academia de Cine en un comunicado.

Para la Junta Directiva de la Academia, Sacristán (Chinchón, Madrid, 1937) es «un modelo de entrega, pasión, ética y profesionalidad para todos los cineastas jóvenes».

Sacristán, que fue galardonado con el Premio Nacional de Cinematografía 2021, lleva más de sesenta años «jugando con responsabilidad» en cine, teatro y televisión.

«Mi carrera ha sido el gozo del crío que ha visto cumplido su propósito, el de hacer creer a la gente que era el estudiante, el pregonero, el recluta, el emigrante, el abogado, el médico… y que la gente se lo creyera. Y la suerte de que en todo este recorrido mis mejores amigos y la gente más querida para mi, al margen de mi familia, está en la profesión. ¡Qué más puedo pedir!», ha señalado el actor al conocer la noticia.

EL ROSTRO Y LA VOZ DEL CINE ESPAÑOL DURANTE SEIS DÉCADAS

Recibirá el Goya de Honor el próximo 12 de febrero en València, donde se celebrará la gala de la 36 edición de los premios, «por ser el rostro y la voz del cine español de las últimas seis décadas» y «por haber sabido adelantar desde el reflejo que nos ha devuelto en la pantalla algunos de los grandes cambios que hemos vivido en nuestro cine y en nuestra sociedad».

Sacristán, que fue uno de los fundadores de la Academia de Cine hace 36 años, ha asegurado que lo primero que pensó cuando le comunicaron el premio, fue «en la reunión que en 1985 nos propuso el señor Matas (el productor Alfredo Matas) y lo que salió de allí y todo lo que hubo que trabajar después. Recordé los comienzos, mis tiempos de vicepresidente, la lucha… Me siento muy orgulloso del punto en el que está ahora la Academia».

El protagonista de títulos míticos de la historia del cine español como «La colmena» (1982) o «La vaquilla» (1985) se ha mostrado «muy emocionado» por el Goya de Honor.

«La cosecha está siendo buena. Van pasando los años y me pone muy contento porque algo informa de que el camino no estaba tan equivocado», ha destacado el actor, que asegura que ya tiene «más o menos» previsto el discurso que pronunciará en València.

«Echaré una ojeada al sitio y a la gente de donde vengo», ha apuntado Sacristán, que recibirá el Goya en una edición que se celebrará en València como cierre del Año Berlanga, uno de los directores clave en su carrera.

A sus 84 años el actor se mantiene muy activo en cine, teatro y televisión. Entre sus trabajos más recientes figuran series como «Alta mar» o «Velvet» y películas con directores como Carlos Vermut, Isaki Lacuesta o Javier Rebollo. Y en teatro, ha estado desde 2018 con «Señora de rojo sobre fondo gris» de Delibes, y ahora prepara «El hijo de la cómica», un homenaje a su gran amigo Fernando Fernán Gómez.

DEL TALLER A LAS TABLAS

En sus comienzos, simultaneó su oficio de mecánico en un taller con la escena, en la que debutó gracias al director José Luis Alonso como meritorio en el madrileño Teatro Infanta Isabel.

En 1960 se sumó a la compañía Teatro Popular Español, en el cine aterrizó con la popular «La familia y uno más» (1965), de Fernando Palacios y en la década de los setenta participó en algunas de las comedias más representativas de la época («El arte de casarse», «Sor Citroen» o «Cómo está el servicio», entre otras).

A la vez que se reveló como un excelente actor dramático con títulos rompedores como «Un hombre llamado Flor de Otoño» (1978), de Pedro Olea; «El diputado» (1978), de Eloy de la Iglesia, y la película más representativa de las contradicciones, frustraciones y deseos del español medio de entonces, «Asignatura pendiente» (1977), de José Luis Garci.

Ha trabajado con la gran mayoría de los grandes cineastas españoles: Luis García Berlanga («La vaquilla», 1985, «Todos a la cárcel», 1993), Mario Camus («La colmena», 1982) o Pilar Miró («El pájaro de la felicidad», 1993) a Javier Rebollo («El muerto y ser feliz», 2012), Carlos Vermut («Magical Girl», 2014) o Kike Maíllo («Toro», 2016).

Desarrolló una parte de su carrera profesional en Argentina, donde se hizo popular en 1978 con «Solos en la madrugada». Y rodó con Adolfo Aristarain dos de sus películas más aclamadas: «Un lugar en el mundo» (1992) y «Martin (Hache)» (1997).

Además de su carrera como actor, ha dirigido «Soldados de plomo» (1983), «Cara de acelga» (1987), donde también fue el responsable del guion junto a Carlos Pérez Merinero y «Yo me bajo en la próxima, ¿y usted?» (1992), adaptación de la obra de teatro de Adolfo Marsillach que también había protagonizado.

A lo largo de su carrera ha recibido numerosos premios, entre los que destacan dos Conchas de Plata del Festival de San Sebastián, un Goya (por «El muerto y se feliz», 2012) y el Feroz de Honor, además del Premio Nacional de Cinematografía, que recibió el pasado septiembre en el marco del Festival de San Sebastián.

«Sería un miserable si me quejase porque nunca me ha faltado trabajo. En ocasiones, lo que ganaba no era suficiente para cubrir mis obligaciones, pero ese era mi problema. Me lo he currado, pero hay un factor suerte que me ha acompañado. Reconozco y agradezco el privilegio, no se me escapa», ha afirmado el actor.

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Última hora del culebrón de las clarisas de Belorado

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clarisas de Belorado
Foto publicada en su cuenta de Instagram "Te hago la luz" de las clarisas de Belorado.

El convento de las monjas clarisas del Monasterio de Belorado (Burgos) sigue atravesando una situación complicada. Las religiosas de clausura han publicado un comunicado desmintiendo la información que habían compartido el lunes.

En su nuevo comunicado, aseguran que no están encerradas, secuestradas, manipuladas ni alejadas de sus familias y que «no se van de la Iglesia», a pesar de que hace dos días habían difundido un mensaje señalando lo contrario. El arzobispo ha intentado comunicarse con ellas, pero hasta el momento no lo ha conseguido, según informa la Archidiócesis a Newtral.es.

Este miércoles 15 de mayo, han realizado otro comunicado a través de Instagram en el que afirman que se encuentran bien y que “esclarecer la verdad es su mayor deseo”.

El conflicto gira en torno a una propiedad en Derio (perteneciente a la Diócesis de Bilbao) que las monjas pretendían vender para adquirir otra en Orduña (perteneciente a la Diócesis de Vitoria). Las religiosas de Belorado alegan que la Iglesia está bloqueando la venta, pero las archidiócesis de Burgos, Bilbao y Vitoria niegan haber recibido ninguna solicitud al respecto, como señalan en un comunicado conjunto.

La Iglesia ha tratado de averiguar quién es el comprador del monasterio de Derio, pero las religiosas de Belorado se han negado a responder, según la Archidiócesis.

Ante esta situación, otro grupo de religiosas clarisas de Vitoria ha asegurado que acudirá al juzgado para interponer una demanda que paralice la compraventa del monasterio de Orduña por parte de las clarisas de Belorado, alegando que estas se han unido a “una secta”, según ha informado EFE.

Cambio de tutela

La comunidad de Belorado manifestó su intención de abandonar la Iglesia Católica y quedar bajo la tutela y jurisdicción de Pablo de Rojas Sánchez-Franco, excomulgado en julio de 2019, y su llamada Pía Unión Sancti Pauli Apostoli.

Autorización de ventas religiosas

Los monasterios son autónomos, pero la legislación canónica establece que la venta de propiedades por encima de 1,5 millones de euros debe contar con la autorización de la Santa Sede, según recoge la Diócesis de Gipuzkoa en su web.

Cancelación de la compra

En octubre de 2020, la comunidad de Belorado firmó un acuerdo de compraventa del Monasterio de Orduña con la comunidad de clarisas de Vitoria por 1,2 millones de euros, pero nunca se realizó ningún pago.

Una de las religiosas abandonó ayer el monasterio al no estar de acuerdo con lo que estaba sucediendo. Dentro quedan 14 monjas. Sin embargo, el comunicado solo está firmado por una de ellas, la madre abadesa, sor Isabel de la Trinidad, y el Arzobispado duda del respaldo de las monjas enfermas y mayores en Belorado.

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