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Los colores que debes evitar para que no te piquen los mosquitos

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EFE/Kai Försterling/Archivo

El verano, buen tiempo, sol, calor, las tan deseadas vacaciones y también la llegada de los mosquitos.

Porque son muchos quienes parece que les persiguen pues les acuden de forma repetida durante la noche. «Eso es que estás sano»; “Tendré la sangre dulce”, se suele comentar para tratar de explicar esta fijación con algunas personas.

Ahora, nuevos experimentos publicados por la revista Nature revelan que una de las claves puede estar en los colores de la ropa.

De esta forma, los «vampiros» se verían atraídos por ciertos colores mientras que otros serían ignorados. De confirmarse, podría servir para diseñar nuevas trampas o repelentes contra ellos, cuya presencia resulta molesta y nos deja la piel llena de marcas por sus picaduras. Y no solo eso, sino que también pueden transmitir enfermedades como la malaria, el dengue o el zika.

Los colores para evitar a los mosquitos

Saber por qué los mosquitos se sienten atraídos hacia algún color, olor u otra característica similar puede servir para, en el futuro, desarrollar nuevas medidas de protección.

Un estudio ya  descubrió que los mosquitos sienten atracción por el olor a dióxido de carbono de nuestro aliento. Ahora en este nuevo estudio, los investigadores de la Universidad de Washington estudiaron cómo ese olor les prepara para buscar comida.

Para ello, desarrollaron sus experimentos con mosquitos hembra de la especie Aedes aegypti, a través de la monitorización de sus respuestas a señales visuales y olfativas.
La prueba consistía en ver cómo respondían a diferentes colores, con o sin una rociada de CO2. Y con ello descubrieron que volaban hacia un punto si era rojo, naranja, negro o cian si primero había olido el dióxido de carbono.

Sin dicho gas, por lo general, los insectos ignoraban los puntos, con independencia de su color. Eso sí, hacían caso omiso a los puntos de color verde, azul, blanco o morado, incluso a pesar de haber sido ‘preparados’ para alimentarse tras una rociada de CO2. “Los mosquitos parecen usar olores para ayudarlos a distinguir lo que está cerca, como una víctima para picar”, afirma Jeffrey Riffell, autor principal del estudio.

Una de las explicaciones del biólogo es que al oler algunos compuestos como el CO2, se estimulan sus ojos “para buscar colores específicos y otros patrones visuales, asociados con un huésped potencial, y se dirigen a ellos”.

Rojos y naranjas, sus colores favoritos

¿Por qué son estos los dos tonos preferidos? Los expertos aseguran que tiene que ver con la piel humana: independientemente del tono y la pigmentación, emite una fuerte señal de color rojo anaranjado para los mosquitos.

En estas pruebas, también, los investigadores emplearon tarjetas de varios colores de la piel humana, o una mano desnuda. Con ello descubrieron que los insectos volaban hacia ellas si antes olían el CO2. La ignoraban, en cambio, si la mano portaba un guante verde.

Al mismo tiempo, también hicieron los mismos experimentos con mosquitos modificados genéticamente.

Si se habían editado los genes responsables de oler el C02 o ver colores de longitud de onda larga, los insectos no respondían a los estímulos presentados, evidenciando la necesidad de ambos sentidos para ‘detectar’ la comida. El estudio, además, sugiere que hay otros animales que también pueden tener preferencias de color a la hora de alimentarse.

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El día más corto del año: cuándo es el solsticio de invierno en 2025 y por qué es tan importante

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FREEPIK ARCHIVO

Cada mes de diciembre, el calendario señala una fecha clave que va mucho más allá de una simple curiosidad astronómica. El solsticio de invierno marca el día con menos horas de luz del año y simboliza un punto de inflexión natural: a partir de ese instante, las jornadas comienzan a alargarse de forma progresiva, aunque casi imperceptible al principio.

Este fenómeno, seguido desde hace miles de años por civilizaciones de todo el mundo, continúa despertando interés tanto por su significado científico como por su carga simbólica. En 2025, el solsticio volverá a producirse puntualmente en diciembre, dando inicio al invierno astronómico en el hemisferio norte.

¿Cuándo se produce el solsticio de invierno en 2025?

En 2025, el solsticio de invierno tendrá lugar el 21 de diciembre a las 15:03 horas (hora peninsular española). Es importante matizar que el solsticio no dura un día entero, sino que es un instante exacto, el momento en el que el Sol alcanza su menor altura aparente sobre el horizonte en el hemisferio norte.

Desde ese preciso segundo, la duración del día empieza a aumentar poco a poco. Aunque durante los días posteriores el amanecer aún puede retrasarse ligeramente, el número total de minutos de luz diurna comienza a crecer, marcando el inicio del llamado “retorno de la luz”.

Qué ocurre exactamente durante el solsticio de invierno

La palabra solsticio procede del latín sol (Sol) y sistere (detenerse), y hace referencia a la sensación de que el Sol “se detiene” en su recorrido antes de invertir su trayectoria aparente.

La explicación científica

El fenómeno se explica por la inclinación del eje terrestre, que se mantiene en unos 23,5 grados respecto al plano de su órbita alrededor del Sol. Esta inclinación es la responsable de que las estaciones existan y de que la cantidad de luz solar que recibe cada hemisferio varíe a lo largo del año.

Durante el solsticio de invierno en el hemisferio norte:

  • El Sol se sitúa perpendicularmente sobre el Trópico de Capricornio, en el hemisferio sur.

  • En el sur se vive el día más largo del año.

  • En el norte se registra la noche más larga y el día más corto.

Por qué la fecha del solsticio cambia cada año

Aunque suele producirse entre el 20 y el 22 de diciembre, el solsticio de invierno no cae siempre el mismo día ni a la misma hora. La razón está en que el calendario gregoriano no encaja de forma perfecta con el año solar real.

La Tierra tarda aproximadamente 365 días y casi seis horas en completar una órbita alrededor del Sol. Ese desfase se corrige con los años bisiestos, que añaden un día extra cada cuatro años. Además, influyen otros factores como:

  • Pequeñas variaciones en la órbita terrestre.

  • La precesión del eje terrestre, un lento movimiento similar al de una peonza.

Todo ello provoca ligeros cambios en la fecha y hora exactas de los solsticios a lo largo del tiempo.

El día más corto del año según la latitud

El impacto del solsticio no se percibe de la misma forma en todos los lugares del planeta. La duración del día depende directamente de la latitud:

  • En España, el 21 de diciembre de 2025:

    • En Madrid, el día durará algo más de nueve horas.

    • En el norte peninsular, la luz será todavía más escasa.

  • En latitudes próximas al Círculo Polar Ártico, el Sol no llega a salir, dando lugar a la conocida noche polar, visible en zonas de Noruega, Finlandia o Islandia.

Cuanto más al norte, menos horas de luz; cuanto más al sur, mayor duración del día durante el solsticio invernal del hemisferio norte.

¿El solsticio marca realmente el inicio del invierno?

Esta es una de las dudas más habituales. Existen dos formas oficiales de definir las estaciones, y ambas conviven:

Invierno meteorológico

  • Se basa en criterios climáticos y estadísticos.

  • Tiene fechas fijas.

  • Comienza el 1 de diciembre y termina el 28 o 29 de febrero.

Invierno astronómico

  • Depende de la posición de la Tierra respecto al Sol.

  • Comienza con el solsticio de invierno.

  • Finaliza con el equinoccio de primavera.

Por eso, aunque muchas previsiones meteorológicas hablan de invierno desde principios de diciembre, el invierno astronómico no arranca hasta que se produce el solsticio.

El solsticio a lo largo de la historia y su simbolismo

El solsticio de invierno ha sido observado, medido y celebrado desde la antigüedad. Numerosas culturas lo consideraban un momento sagrado ligado a la renovación y al ciclo de la vida.

Monumentos como:

  • Stonehenge, en Reino Unido.

  • El Templo del Sol de Machu Picchu, en Perú.

están alineados con la posición del Sol durante el solsticio, lo que demuestra la importancia que este evento tenía para los calendarios agrícolas, los rituales religiosos y la organización social.

Un punto de inflexión en el año

Hoy, aunque la ciencia ha explicado con precisión qué ocurre durante el solsticio de invierno, su significado sigue intacto. Representa el final del descenso de la luz y el inicio de un nuevo ciclo, un recordatorio natural de que incluso tras el día más oscuro del año, la claridad siempre regresa poco a poco.

El 21 de diciembre de 2025 volverá a marcar ese instante exacto en el que el Sol “se detiene” para empezar, lentamente, a ganar altura en el cielo.

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